Un insólito episodio de resistencia a un control de alcoholemia terminó con una multa superior al millón de pesos en la ciudad de Resistencia. El caso fue confirmado por la jueza de Faltas Municipal, Matilde Campias.
Según relató la magistrada, el conductor se atrincheró en su vehículo durante más de tres horas y se negó sistemáticamente a realizar el test de alcoholemia, a pesar de los reiterados intentos del personal de Tránsito por convencerlo. La escena generó un fuerte despliegue de recursos y puso en marcha el protocolo municipal para casos de negativa al control vial.
“El hombre insistía en que no había bebido y que por razones de salud no podía consumir alcohol. Pero al negarse al test, se activa la presunción de alcoholemia positiva, tal como lo prevé la legislación vigente”, explicó Campias en declaraciones a Radio Libertad.
Así funciona el protocolo ante la negativa al test
La jueza detalló que el procedimiento contempla una primera medición con un alcoholímetro de campo, que funciona como prueba orientativa. Si el resultado es positivo, se pasa a una segunda instancia con un equipo que entrega un ticket con el nivel exacto de alcohol en sangre. “Le expliqué que si daba 0.0 podía seguir circulando, pero no quiso someterse a ninguna prueba. Incluso se le devolvió la licencia para facilitar el diálogo, pero no hubo forma de hacerlo entrar en razón”, agregó.
Finalmente, el vehículo fue secuestrado y trasladado al corralón municipal. El caso se resolvió días después, cuando el propietario se presentó voluntariamente ante el Juzgado de Faltas y aceptó pagar la multa agravada para retirar su rodado.
Una sanción ejemplar que sienta precedente
El monto total de la sanción superó el millón de pesos, una cifra elevada aunque no la más alta prevista por la normativa local. No obstante, para la jueza Campias, el caso marca un precedente importante.
“Resistirse a un control de alcoholemia no es un acto menor. Implica un uso excesivo de recursos públicos y pone en jaque el sistema de prevención. Esa conducta tiene que tener consecuencias proporcionales”, sentenció.
Si bien al conductor no se le retiró la licencia, la funcionaria aclaró que se aplicó “una sanción severa” como advertencia frente a actitudes similares. “Atrincherarse en el auto y no cumplir con un control no es gratis”, concluyó.