OPINIóN
Voto e identidad

A quién votar: la importancia de lo simbólico se impondrá sobre lo racional

Los electores apoyan a quien mejor interpreta sus valores identitarios, en cualquier sector social. La clase media identificada con la educación pública y la justicia social respondió a la apelación de Sergio Massa “patria, familia y valores”; algunos pobres, en cambio, votaron el orden fiscal y la dolarización de Javier Milei.

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IMAGE_ARGENTINA_ELECTION_MASSA_MILLEI | Photographer: Bloomberg Daybreak/Getty Images

Un interrogante que surge de forma recurrente ante cada elección es aquel que se pregunta por la racionalidad del votante ¿Qué porción ocupa la dimensión o el análisis racional en la estructura lógica de la decisión del votante? ¿Cuánto tienen de prioritarias las variables objetivas que inciden sobre la realidad social, a la hora de formar la preferencia del elector? ¿Cuánto pesa la realidad macroeconómica de un país en la decisión del elector?

La elección general en Argentina nos deja una serie de elementos interesantes para el análisis y que nos ayudan a entender mejor el comportamiento electoral. 

En primer lugar, hemos observado que las cuestiones simbólicas son centrales para entender la decisión del votante, prevaleciendo sobre variables objetivas. La dimensión axiológica, que se materializa en símbolos o representaciones, es la que determina la identidad política del votante y en gran medida el direccionamiento del voto. Ideas como la educación pública o la industria nacional, independientemente de los resultados objetivos que pueda arrojar cualquier evaluación de desempeño de una u otra, forman parte de las “ficciones orientadoras”, a decir de Nicolás Shumway, que dan sentido de pertenencia o forman la identidad distintiva de una sociedad nacional.

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La importancia de lo simbólico

En otras palabras, desconocer la existencia de estos símbolos aglutinantes, implica desconocer en cierta forma la evolución histórica de la sociedad. La prevalencia del ámbito de la subjetividad en la decisión del elector, ayuda a entender cómo escándalos de corrupción política muchas veces no inciden en cambios drásticos en el direccionamiento del voto.  

A partir de lo simbólico es que cada candidato forja su narrativa. La apelación de Sergio Massa a los valores patria, familia y religión, buscan movilizar elementos identitarios históricos presentes en el electorado argentino. Lo mismo ocurre con la defensa de la educación pública y la industria nacional. 

Por su parte, el candidato Javier Milei, construye su narrativa a partir del cuestionamiento al fracaso económico del Estado argentino. Este elemento le ha servido para movilizar una percepción de una parte importante de la sociedad, que comparte una valoración negativa frente al Estado. Una nueva ficción orientadora, nacida a la luz de la declinación económica del país en los últimos 40 años. Sin embargo, las críticas a la educación pública o a la figura del Papa Francisco, en el marco de una nación con una fuerte tradición católica, pueden haber condicionado su desempeño electoral. 

Otro punto central para entender el comportamiento del electorado está vinculado a la volatilidad del voto. A diferencia del voto “clasista” de la sociedad industrial, rígido y estructurado, la sociedad actual nos muestra un electorado movilizado por elementos identitarios que trascienden el lugar que ocupa la persona en la estructura social, y con mucha propensión a la volatilidad. 

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Electores que apoyan a quien mejor interpreta su particularismo identitario. De esta forma nos encontramos con sectores de clase media y media alta identificados con la educación pública y la justicia social, y sectores próximos a la pobreza que votan orden fiscal y dolarización. 

A quién votar

Lo simbólico, lo identitario y las representaciones históricas son claves para entender la decisión del elector. Esto ha puesto en crisis a los partidos políticos tradicionales, que cada vez presentan más dificultad para aglutinar votantes, en el marco de una sociedad que se organiza en torno a símbolos e identidades. Esta búsqueda de adecuación de los partidos a la sociedad posmoderna les ha merecido la denominación de partidos catch all ("atrápalo todo"). 

No puede escapar del análisis electoral la geografía de la pobreza en Argentina, que también explica la configuración del voto. Aquellas regiones con mayor concentración de pobreza, como el conurbano bonaerense o el norte argentino, siguen siendo un terreno propenso a la incidencia del clientelismo político. 

El denominado “aparato” y el rol de los “punteros políticos” sigue siendo clave para entender la configuración del voto en los sectores socioeconómicamente vulnerables. Si bien se ha observado una buena performance de Javier Milei en estos sectores, la incidencia del clientelismo sigue siendo central. 

El escenario de balotaje presenta a cada candidato el desafío de atraer al votante de centro. Cada uno buscará reforzar la ficción orientadora en la que se apuntala su narrativa, sumando nuevos elementos simbólicos que le permitan atraer el apoyo de los votantes que se encuentran en el centro del espectro político y que deben elegir entre los dos extremos. En elecciones tan ajustadas, el análisis racional queda desplazado por lo simbólico.  

*Mg. en Políticas Públicas de la Universidad Austral. Docente universitario.