OPINIóN
Análisis

Comunicación, peronismo e Internet

“El peronismo debe poner en valor el uso inteligente, racional, profesional y militante de las nuevas tecnologías de la comunicación” sostiene el autor ya que ofrecen una nueva manera de hacer política en un partido de mitad del siglo XX.

El Gobierno autorizo a la compañía de internet Star Link de Elon Musk a prestar servicios en Argentina.
El Gobierno autorizo a la compañía de internet Star Link de Elon Musk a prestar servicios en Argentina. | Reperfilar.

Al escribir sobre Internet, siento cierta obligación de mencionar a Natalia Suazo, una joven politóloga que allá por 2015 público su excelente libro Guerras de Internet y nos puso ante el mundo interior de la Red, desde su infraestructura física, no tan próxima de contenidos y definiciones sobre comunicación, semiótica y lingüística y sí cercana a cables, ductos y tendidos de todo tipo.

Y hoy, hablar de comunicación pasa necesariamente por Internet. No en forma exclusiva, pero si preponderante.

No es la simbología clásica de la acción de comunicar, donde todavía importan como instrumentos válidos la televisión, la radio, los medios audiovisuales no algorítmicos y los medios gráficos, pero lo cierto es que cada uno de estos valiosos instrumentos comunicativos y de información han cedido protagonismo e importancia a la red. 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Aníbal Pérez-Liñán: “Trump y Milei son producto de redes sociales”

Internet es casi todo. Y no es todo en virtud de que todavía los sapiens modernos tenemos nuestras propias conectividades neuronales en calidad y cantidad superior a las tecnológicas, y esa vinculación de nuestras neuronas que mediante la sinapsis une terminales nerviosas del cerebro entre las axónicas que emiten y el cuerpo celular o dendrita de la neurona que recibe, determina que estemos todavía fuera del dominio absoluto de la red.

Y esa distancia debe ponernos en alerta sobre la necesaria regulación y legislación que merecen las Tics /Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Regulación que, lejos de limitar y prohibir, equipare el inmenso poder de las empresas digitales algorítmicas, convertidas en vehículos de información, con las sociedades democráticas y sus pactos de convivencia, muchas veces avasallados ante el manejo de estos conglomerados, precisamente por la falta de ordenación legal sobre la materia.

Quiénes son los nuevos líderes políticos en redes sociales

Y en el camino a esa creación legal de firmes normativas, al estilo de lo que hoy existe en muchos países de Europa incluso con disposiciones de la propia Unión Europea como colectivo que estipula formas para las empresas digitales, debemos entender que la presencia de las más grandes (GAFAM/Google, Apple, Facebook hoy Meta, Amazon y Microsoft) requiere nuestra mirada sobre Internet como validador de la presencia de estas empresas en nuestra cotidianeidad.

Internet no debe ser un dato desapercibido por la política ni por la ciencia humanista ni mucho menos por la cultura. Como salto tecnológico notable, afecta las comunicaciones modernas, o sea, interviene en la vinculación humana y eso provoca un efecto propio, en sí mismo, que es su carácter de invento, pero también amalgama con los tiempos y los espacios que le toca convivir, y los transforma. 

Y ese transformar, involucra instituciones y sobre todo se mete de lleno en las relaciones sociales, las formas de producción, la cultura y las convenciones de poder

¿Vale la pena repensar críticamente la comunicación política?

La importancia que adquiere no está dada tanto por su lógica como invento sino por el uso social y político que cada comunidad le otorga.

Y todo eso modifica paisajes humanos. Es imposible creer que se puede transitar el mismo rumbo hoy que el anterior a Internet.

Ocurrió con cada tecnología que irrumpía en el mundo y sobre todo las que concernían a la comunicación y a las que transmutaban la relación entre espacio y tiempo.

¿Cómo funciona la transición de las redes sociales del Estado?

Pasó con el surgimiento del alfabeto (en sus variantes protosinaítico, consonántico y vocálico), con la imprenta, el telégrafo, el vapor como impulsor de barcos y transportes terrestres, la electricidad, las ondas hertzianas llevando imágenes para televisión y sonidos para las radios y muchos otros surgimientos que desde la tecnología cambiaban la vida de la humanidad y ese cambio, sí o sí, modificaba las estructuras en que se desenvolvían, desde los poderes que dominaban hasta el simple trabajo de supervivencia. 

Ninguna forma habitual se mantenía en similitud ante las destellantes apariciones tecnológicas.

Y, por supuesto, cambiaba la política, su contexto y su manejo.
Hoy, en este ya avanzado camino de reemplazo del mundo analógico por lo digital, la necesidad de alinear el conocimiento con la cotidianeidad y sus costumbres es clave. 

Cuántas horas pasa Milei en las redes sociales

Comunicación, peronismo e Internet

Entonces, la política debe entender el nuevo lenguaje en formas, signos e interpretaciones que dan cabida a una comunicación moderna. No juzgo ni califico esta modernidad, la describo y estimo que peor es negarla.

En 2006 un entusiasta grupo de jóvenes peronistas con referencia mayor en el entrerriano Sebastián “Pelado” Lorenzo, conformaban el PJ Digital, al cual apoyé en forma total.

Fue una brillante idea llevada hasta las mismas narices de casi toda la entonces nomenclatura del PJ. Salvo Néstor Kirchner que entendió su importancia y me encomendó acompañarlos, no muchos más tomaron en cuenta la importancia estratégica que significaba abordar el tema digital.

 

Hoy estamos atrás de espacios políticos nuevos que con disruptivas formas desde lo digital construyen convenciones que van, por ahora, derrotando a los contenidos.

Por variadas causas, pero tambien por eso, nos ganaron elecciones y gobiernan

Y en virtud de esas formas, en su mayoría falaces, troleadas y ajenas a la importancia que un pais en crisis requiere de sus gobernantes (pero con el 56% de los votos y un considerable apoyo sostenido en el tiempo) padecemos un modelo que, hoy al menos, está arrasando con derechos y generando angustias, incertidumbres y dolores.

Hoy, no digo que sea por siempre, imponen su simbología y están dominando el debate político y conduciendo la agenda pública.

El peronismo, junto a la recuperación cuantitativa de su sujeto social histórico y de su necesaria autocrítica, debe poner en valor el uso inteligente, racional, profesional y militante de las nuevas tecnologías de la comunicación.


*Diputado Nacional mc – Río Negro