Y un día llegaron los Meta Humanos, muchos creerán que es un título de ciencia ficción, otros se refugiaron en la comodidad del “eso sucede lejos, nunca llegara hasta acá” y la mayoría simplemente pasará por alto la noticia y concentrando los esfuerzos de atención en las noticias a medida que Youtube, Instagram, Twitter y Facebook le sugieren.
Los Meta Humanos que hoy arriban son la nueva normalidad de mañana, porque ahora si: todo está alineado, todas las partes han tomado posición y un nuevo orden ha sido establecido para la humanidad.
En menos de dos años la población económicamente activa del planeta ha asimilado dentro del lenguaje colectivo términos y palabras que antes estaban reservadas para comunidades científicas o grupos específicos del mundo académico, hoy la población económicamente activa (y más allá) comprenden a grandes rasgos que hay algo que se llama Inteligencia Artificial (IA), algoritmos, virtualidad, conectividad, blockchain, etc.
No son solo conceptos, son la materialización de un nuevo orden económico y social donde su existencia es la condición necesaria. El marco perfecto de la inyección brutal de este cambio lo dio la pandemia originada por el SARS- covid-19. Transitamos como sociedad, desde el rechazo al aislamiento y la resistencia al confinamiento hogareño hacia la comodidad del teletrabajo, la telepresencia, la tele educación, el tele pago, en síntesis la tele existencia social.
Todo es a distancia, el espacio de encuentro material es irrelevante, la conectividad + el algoritmo + la virtualidad sustituyen la necesidad inclusive de mostrar cosas tan simples como “dónde estoy”. El donde me encuentro es irrelevante, aceptamos cambiar el fondo de mi tele presencia y mostrar una playa, una oficina o una selva, lo importante es aportar lo que sé hacer y lo que tengo por decir. Alguien fue más allá y pensó que el mostrar nuestro rostro en vivo es también irrelevante, nacieron los filtros en tiempo real: un algoritmo con la capacidad de “leer” mis expresiones humanas y sustituir mi rostro por el de un gato, un alienígena o un emoticon.
Hoy la población económicamente activa (y más allá) comprenden a grandes rasgos que hay algo que se llama Inteligencia Artificial (IA), algoritmos, virtualidad, conectividad, blockchain, etc.
Pero el mundo aún no estaba preparado para mantener reuniones de negocios con caras de gatos o alienígenas, pero el algoritmo continuó aprendiendo y la sociedad acordó globalmente que en este nuevo orden económico se adopta el teletrabajo como norma, donde la presencia virtual es aceptada y alentada, y por tanto la existencia virtual es un hecho.
Una compañía de videojuegos lo comprendió todo, desde 1998 comenzó a prepararse para esto, sin saberlo, o quizás sí. Epic Games (creadores del actual hit Fornite) creó en 1998 Unreal Engine, un motor de juego que permite crear escenarios virtuales con un realismo cinematográfico.
¿Y eso qué tiene que ver con la nueva economía digital?, en su 5ta generación Unreal Engine no solo crea paisajes virtuales casi imposibles de distinguir de paisajes reales, también han desarrollado la posibilidad de crear personas virtuales con la capacidad de adaptarse, cuál mascara, a nuestro rostro, corregir nuestros defectos en tiempo real y finalmente reemplazarnos en nuestras presencias virtuales, y ser aceptados como parte de nuestra nueva existencia virtual, ahora no solo tendremos un nombre, una cuenta y una oficina virtual, también tendremos un rostro y un cuerpo virtual listo para vivir por siempre.
Les recuerdo que estoy hablando del pasado, no del futuro, está ya sucedió.
En el nuevo orden económico lo que nos define como trabajadores se sustenta en lo que sabemos y hacemos, no por lo que sentimos o cómo olemos, y esto que nos define lo ejecutamos a través de los canales digitales que hemos desarrollados montados sobre algoritmos y machine learning. Tomamos decisiones en distintos escenarios, generamos acciones, marcamos hitos y planeamos actividades, de todo ello hay resultados medibles y cuantificables que nos darán el ratio de éxito de nuestras decisiones.
Todo lo que hacemos montados sobre estas plataformas es medible y evaluable, por tanto puede ser aprendido y aprehendido en corto plazo gracias al machine learning y la IA.
En el nuevo orden económico lo que nos define como trabajadores se sustenta en lo que sabemos y hacemos
Nuestro nuevo avatar digital aportado generosamente por Unreal Engine no solo puede mostrar nuestro rostro libre de vejez, enfermedades o indisposiciones de cualquier índole humana, también contará con la capacidad de vincularse con algún tipo de IA y tomar decisiones efectivas por nosotros en el contexto de nuestros trabajos.
Tarde o temprano lo comenzaremos a utilizar para que mantenga charlas o vínculos sociales de bajo interés para nosotros esas a las que no le damos importancia, de a poco le abriremos nuestra relaciones personales a nuestro avatar virtual.
En este contexto, ¿Las instituciones y gobiernos están preparadas para este escenario? la respuesta probablemente sea: no. Entonces, ¿quién está liderando este cambio?, alguien lo está pensando y ejecutando a la perfección, y si es así, ¿cuál es el rol que han pensado para los gobiernos? , o quizás ya han llegado a la conclusión de que ya no serán necesarios en el mundo de los Meta Humanos.
Los Meta humanos ya están aquí, somos nosotros, pero no.
*Tecnólogo. Fundador de Gobernanza 4.0.