OPINIóN

La guerra de los tumbos

La debacle macrista, el “stress financiero”, la convocatoria de acreedores, la pandemia, las imputaciones penales (una en Rosario, la otra en Comodoro Py y una tercera en Reconquista). Breve resumen de la historia de Vicentin en los últimos dos años.

Vicentin
Marchas y ollas populares en apoyo al control estatal de Vicentin | Cedoc

La debacle macrista, el “stress financiero”, la convocatoria de acreedores, la pandemia, las imputaciones penales (una en Rosario, la otra en Comodoro Py y una tercera en Reconquista). Breve resumen de la historia de Vicentin en los últimos dos años.

 El affair Vicentin sin dudas será una bisagra; en la legislación, tanto concursal como penal; en la economía y en la política. La proyección desde la Provincia de Santa Fe ya alcanza el ámbito nacional; tanto en la esfera pública como privada. La Bolsa de Comercio de Rosario se apresta a cambiar drásticamente las pautas de arbitraje que tienen más de cincuenta años. Los chacareros ya no tendrán esa actitud de confianza absoluta, “infantil”, cuando entreguen el grano, los más grandes ya trabajan en fórmulas con clausulas de garantía; y los bancos-nacionales y extranjeros- modifican severamente las condiciones de apalancamiento de contratos y negocios de comercialización granaria.

La ley de concursos sin dudas se modificará a partir de los permisos que otorga que fungen como herramientas de engaño para los concursados. Y probablemente se modifique el Código Penal instituyendo una figura agravada de estafa, la estafa granaria.

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Y como si fuera poco el “dominó” mencionado en el primer párrafo, a no dudarlo el conflicto bélico ruso/ucraniano también repercutirá en este particularísimo mercado.

Las dos naciones beligerantes tienen una alta injerencia tanto en la producción como en la comercialización internacional -sobre todo en la exportación- de granos. Hoy, ya, las condiciones de contratación de los  commodities se tornan indeterminados e indeterminables. 

Basta revisar los portales especializados para advertir lo ineludible que será un cambio de pautas en el comercio internacional de granos:

Rusia y Ucrania concentran el comercio global en un 30% del comercio de trigo, el 80%   el 20% del maíz y el 80% de aceite de  girasol.  Esto ya se traduce en una alta volatilidad del mercado y un aumento importante de precios. Y obvio es decirlo esto se traducirá  en el alza de elementos complementarios pero imprescindibles para la actividad agraria; los fertilizantes, los agroquímicos y fundamentalmente el combustible.

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Quizás las exportaciones aumenten, por el aumento de los comodities, pero también se incrementarían los costos, precisamente por el aumento de los insumos, con lo cual el incremento nominal de exportación no tendría un superávit muy significativo.

En resumen. Si antes de la guerra la comercialización internacional de granos ya era una actividad económica no solo importante, sino estratégica; hoy se ha tornado en crucial. El Estado Nacional no puede estar al margen. El estado nacional es un actor imprescindible, siempre lo fue y ahora lo será más todavía.

La “propuesta” de Vicentin en el concurso es un verdadero mamarracho, una perpetuación de la estafa. El “salvataje” que plantean los principales acreedores nucleados en el Fideicomiso es la única alternativa viable a la quiebra de Vicentin y la pérdida de muchas fuentes de trabajo. Y por supuesto este salvataje no se concibe sin el Estado Nacional involucrado a través del Banco Nación, el principal acreedor cuantitativa y cualitativamente hablando.

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Será cuestión de ver de que manera el todavía juez Lorenzini y su connivente sindicatura dejan de dar tumbos y de abogar por Vicentin. Es la hora de los acreedores, de la cordura y de tratar de equilibrar la balanza.

 

* Gustavo E. Feldman. Abogado.