OPINIóN

Inflación: una guerra comunicada a lo gaucho

Las decisiones políticas mal calibradas de Alberto Fernández inician el fuego pero es la comunicación política presidencial la que expande sus llamas. A la falta de rumbo el Presidente le crea tormentas más o menos virulentas.

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foro organizado por la OIT | CEDOC

Para que se entienda: las decisiones políticas mal calibradas de Alberto Fernández inician el fuego, pero es la comunicación política presidencial la que expande sus llamas. A la falta de rumbo el Presidente le crea tormentas más o menos virulentas.

El martes pasado, desde la nueva estación de tren Tortuguitas , y flanqueado el gobernador Axel Kicillof, deslizó: “... prometo que el viernes va a empezar otra guerra, la guerra contra la inflación en la Argentina…”

iEstamos en guerra! Mientras escribo esta columna de opinión el Presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, está ordenando que la Argentina ataque de manera frontal (y brutal) a su mayor enemigo: la inflación.

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Alberto Fernández prometió combatir la inflación “el viernes” y estallaron los memes

Lejos de poder echar luz sobre cuál es la mejor receta a la que debe apelar la Argentina para resolver el endémico problema de la inflación, voy a enfocarme (una vez más) en las incendiarias declaraciones de un Presidente que descree de la comunicación, y que tampoco entiende que es esta ciencia a la única que puede apelar hoy para transmitir algo de calma en tiempos de caos, fracturas y, fundamentalmente, una evidente falta de rumbo.

Vicentín, después la Policía Bonaerense rodeando la Quinta de Olivos o, más tarde, los acuerdos de compra con AstraZeneca, Sputnik y Pfizer, son sólo algunos ejemplos de esas políticas erráticas con el impuesto a la mala comunicación.

El país lleva décadas inmerso en una economía inflacionaria que corroe los bolsillos de los argentinos. La inflación es un problema, y Alberto Fernández es socio activo del problema (no de la solución). Lo fue durante al menos 8 años como jefe de Gabinete; lo es ahora como Presidente.

Si la guerra comienza el viernes, ¿qué significa Precios Cuidados? ¿Cuál fue el sentido del freno a las prepagas? ¿Y la restricción de la cuota Hilton? ¿Qué objetivo tuvieron los últimos bloqueos a la venta de maíz y soja? ¿El cepo al dólar? ¿Qué trayectoria alcanzó en términos políticos y económicos el reemplazo de la secretaria de Comercio Interior Paula Español por Roberto Feletti? Y así podríamos continuar…

La debilidad comunicacional del Gobierno

La primera contradicción de la llamativa frase de Fernández no tiene que ver con la receta que pondrá en marcha a partir de este viernes, sino con la batería de medidas que utilizó para emparchar el problema y, que a la luz de los hechos, no tuvieron el resultado esperado. Si estamos en guerra, quizás debería buscar soldados que se pongan los guantes y den la pelea cuerpo a cuerpo, como Guillermo Moreno.

La segunda contradicción, también producto de una comunicación poco medida y ensayada, tiene que ver con las afirmaciones previas del Presidente. En la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el 01 de marzo, aseguró que la Argentina estaba mostrando signos de recuperación. Hay un Alberto Fernández que le miente al otro, porque 15 días después aseguró que las recetas anteriores fracasaron: el país culminó los últimos 12 meses con un 52% de inflación interanual.

En ese mismo discurso, avisó que no realizaría reformas profundas, porque la Argentina no las necesitaba. ¿En qué quedamos? ¿Vamos a la guerra con Feletti, los cepos sectoriales y las tarifas pisadas, o reconocemos que la Argentina necesita una reforma laboral y tributaria profunda? Quizás el Alberto Fernández operador haya traicionado una vez más al primer mandatario, dejándolo desnuda de voz y con su reputación por el piso.

Quizás el menos grave de todos, pero el próximo reto que enfrentará el Presidente será el de la promoción del índice de inflación de marzo, dentro de un mes, cuando la guerra capture la atención de los medios de comunicación y las redes sociales: si Alberto Fernández espera una inflación más alta que la actual, como afirman todas las consultoras privadas, es poco inteligente hacer una afirmación semejante. El bumerán volverá y lo volverá a castigar con fuerza.

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Hay un síntoma que se repite en cada anuncio oficial: la improvisación. La falta de ciencia en la comunicación deja en evidencia los desacoples políticos del Presidente y el Frente de Todos. La comunciación errática agudiza los conflictos por el poder, por las cajas y el futuro, y hunde más a un Presidente rehén de sus propios acuerdos, débil… y en guerra consigo mismo.

 

* José Ferrentino. Consultor en Comunicación Política. Percipi Consultora.