En agosto de 2020, se firmó el Acuerdo Federal Hidrovía debido al inminente vencimiento del contrato de concesión y la necesidad esencial de buscar mecanismos de participación y trabajo conjunto entre los actores interesados.
Desde la privatización de la administración de su mantenimiento en 1995, y gracias a la tecnología de empresas extranjeras de dragado, se le pudo dar la profundidad necesaria para que transitaran buques de gran calado. Fue así como la Hidrovía Paraguay-Paraná se convirtió en una de las autopistas fluviales más importantes del mundo.
En su recorrido desde Puerto Cáceres (Brasil) hasta Nueva Palmira (Uruguay), constituye una de las vías naturales navegables más largas del mundo (3.442 km). Conformada por los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, comprende un área habitada por más de 40 millones de personas y por donde circula cerca del 85% del comercio exterior de nuestro país.
De ahí la importancia de la mejora y eficiencia en la realización y mantenimiento de obras, que garanticen el calado y balizamiento necesarios para que transiten las embarcaciones al máximo de capacidad de sus bodegas, disminuyendo los costos unitarios de transporte.
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Los estudios realizados por parte de actores públicos, privados y de la sociedad civil en el marco del Acuerdo Federal Hidrovía en este último tiempo, coinciden en que las tareas requeridas demandan un gran conocimiento técnico, equipamiento y probada experiencia que solo unas pocas empresas en el mundo poseen. El costo de estas obras es solventado en su totalidad por el sector privado sin requerir aportes del Estado.
Tras 25 años de la misma concesión, las autoridades nacionales reconocieron la necesidad de realizar un nuevo proceso licitatorio. Así fue que el recientemente fallecido Ministro Meoni, firmó el 8 de abril de este año, un acuerdo de cooperación con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para el análisis, la evaluación y el acompañamiento de la próxima licitación.
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Dicha cooperación garantizaría la gobernanza de la nueva licitación de la Hidrovía, y la promoción de la integridad, la transparencia y la rendición de cuentas durante la ejecución de las obras, así como también el análisis de riesgos derivados de la contratación de obra pública y el establecimiento de medidas de mitigación de estos. Lamentablemente, no supimos más sobre este acuerdo.
Un proceso licitatorio internacional, transparente y competitivo sin dudas permitirá afianzar a nuestro país como exportador de alimentos confiable mediante el mejoramiento del costo logístico de las exportaciones, garantizando la operación de buques modernos de mayor calado y la incorporación de tecnología que mejore las condiciones de navegabilidad y seguridad. Además, constituir un órgano de control, con participación de las provincias y del sector privado. Todo ello, sin desatender los requisitos ambientales.
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La concesión del dragado y balizamiento del canal navegable troncal ha funcionado muy bien desde su puesta en marcha. Hoy, tenemos la oportunidad de proyectar esta vía navegable para los próximos años con el fin de consolidar a la Argentina como uno de los principales exportadores de alimentos del mundo, favoreciendo el desarrollo integral de la región.
Sin embargo, impera la incertidumbre de cuáles serán los lineamientos de largo plazo que aseguren la continuidad de la vía de navegación. ¿Se llevará adelante una licitación internacional para la concesión de la vía navegable troncal de la Hidrovía Paraguay-Paraná?
*Marcela Campagnoli, Diputada Nacional de la Coalición Cívica – JxC.
