OPINIóN
Historia política

Juan Bautista Alberdi: el Oficial de Cumplimiento de la Constitución de 1853

Sus obras reflejan un cúmulo de preocupaciones que lo desvelaban: el desvío del espíritu liberal de la sociedad respecto del régimen constitucional de 1853 y la emergencia de una elite iliberal que erraba en el arte de gobernar y avanzaba omnipotente sobre los derechos individuales.

juan bautista alberdi 20210827
juan bautista alberdi | REDES

Alberdi fue, entre otras grandes aptitudes que tuvo, un gran escritor en materia de denuncia de hechos políticos y un gran redactor literario y periodístico.

Su compromiso con la vida pública del reciente país, bajo un ideario republicano, necesitaba de hábitos que se correlacionen con las leyes que desde 1853 comenzaron a implantarse para superar el esquema y la mentalidad prominente en Buenos Aires, devenida de la España colonial y patrimonialista y de los caudillos, que en muchos casos, no reconocían derechos individuales ni libertad de prensa, imprenta y menos la división entre lo público y lo privado.

La triste infancia de Juan Bautista Alberdi 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

En esta clave interpretativa, Alberdi, en su madurez ensaya en varias obras, confirmando sus letras gracias a la experiencia de vida que, desde 1853 hasta su muerte en el año 1884, el ideal republicano de control de los funcionarios y su administración conforme el espíritu de la Constitución de la Confederación y la legalidad, no tuvo mayores éxitos en nuestras tierras.

Tanto es así, que publicita denuncias en sus escritos, entre 1870 y 1880, retomando sus preocupaciones y temores de juventud pero también señalando las malas prácticas o los desvíos en los distintos gobierno federales y locales durante su vida, de modo concreto y con nombre y apellido.

Muchas de estas denuncias las vemos en variados actos políticos que Alberdi no tiene miedo, ni pocas razones, de denominarlos directamente como crímenes contra el pueblo ocurridos gracias a los hombres que usufructuaban los poderes de gobierno de modo impropio o iliberal.

Los Herederos de Alberdi

Para enumerar algunos de estos crímenes citamos los siguientes casos:

1- El crimen de constitución de un gobierno nacional, en las Bases, señalando a Rosas.

2- El crimen de mala inversión del gobierno y el crimen de robo o defraudación de la contribución que le impone la ley al ciudadano, en el Sistema Económico y Rentístico, como un mal de gobierno extendido a lo largo y ancho del país.

3- El crimen de patriotismo, el crimen electoral y el crimen de candidatura oficial en Palabras de un Ausente, contra Sarmiento, Mitre, Rosas.

4- El crimen legislativo en La Omnipotencia del Estado, contra todos los gobiernos que se decían liberales.

5- El crimen de la guerra es un crimen cuando no tiene por objeto la paz, es decir la justicia, en El crimen de la guerra (obra póstuma), contra Mitre y Sarmiento.

6- Los crímenes de lesa patria por altas tarifas de aduana y los empréstitos de toda forma, en Escritos Póstumos, entre otros, contra Sarmiento y Mitre.

Reconocer estas advertencias y todos estos detalles en su pensamiento es una forma también de dar cuenta de cuán complejos escenarios transitó y quienes tienen hoy la oportunidad de leerlo deben hacerlo con más detenimiento que pasión, con más apertura y paciencia que dogma dado que desde esas denuncias vemos la genética de gobierno que no cambió a pesar del paso del tiempo.

Los dramas de Alberdi 

En las obras en donde podemos encontrar mejor descritas estas denuncias, más allá de las anteriormente datadas y que nos pueden servir de orientación histórico-político, son: Peregrinación de Luz del Día (1871), Palabras de un Ausente (1974) y La Omnipotencia del Estado (1880).

En estas obras se podrá ver la relación entre estos textos en atención al cúmulo de preocupaciones que desvelaba a Alberdi en sus últimos años y que eran ni más ni menos que: el desvío del espíritu liberal de la sociedad respecto del régimen constitucional de 1853 y la emergencia de una elite iliberal que erraba en el arte de gobernar y avanzaba omnipotente sobre los derechos individuales.

Por todo esto, Juan Bautista Alberdi, como el gran intelectual influyente en la redacción de la Constitución de 1853 también puede ser tenido (de hecho) como un primer defensor del pueblo o el primer oficial de cumplimiento del régimen legal de este territorio jurídico político.

 

* Javier Adrián Cubillas. Analistas de Asuntos Públicos.