OPINIóN
Pandemia por coronavirus

Nuevas restricciones | Bajó la ejemplaridad y aumentó el riesgo de todos

Las medidas y sus comunicados parecen de 2020. El Presidente deja ver en una foto como debe realizar su comunicación en soledad, más que aislamiento producto de sufrir Covid-19, después de no haber sido un gran ejemplo a la hora de cumplir con los protocolos.

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El presidente Alberto Fernández anunció nuevas restricciones. | Presidencia

En momentos en que aumenta las medidas de restricción en todo el país y en donde hay lugares en donde, desde al menos una semana, ya hay departamentos con alto riesgo epidemiológico por contagios comunitarios y el ingreso de personas que poseen nuevas variantes de la cepa original nos encontramos con falta de gestión preventiva del riesgo sanitario.

Nuevamente estamos inmersos en un loop, pero con un año de aviso, que no puede dar lugar a desprevenidos, más desaciertos y administradores con falta de empatía y sinsentido o analistas justificadores sin una visión amplia y comprensiva.

La verdad es que somos reactivos e incorregibles. Parecería ser que además de no querer cumplir con reglas formales e informales que nos preservarían en buena medida de escenarios de alta complejidad sanitaria social tenemos una dirigencia que espera que los números sean altos, o al menos nos los muestran de ese modo, para comenzar a tomar medidas que restringen libertades sin mayores novedades sobre cómo gestionar la pandemia.

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Tenemos un año de experiencia pero las medidas y sus comunicados parecen que emergieran del mismo marzo del 2020. Incluso, el primer portavoz de la república deja ver en una foto que quedará para la historia como debe realizar su comunicación en soledad, más que aislamiento producto de sufrir Covid-19 después de no haber sido un gran ejemplo a la hora de cumplir con los protocolos.

Entonces, a menor ejemplaridad individualidad o colectiva mayor es el riesgo en el que ingresamos en tanto no hemos incorporado al riesgo de la pandemia como una variable real que puede cambiar o alterar para siempre nuestra vida.

Comunicacionalmente, ni la Ministra del Ministerio de Salud en la Cámara de Diputados de la Nación, días atrás, aportó certezas ni dejó claro cual es el futuro en materia del plan de vacunación, nuevas medidas de control o certezas en materia de seguridad de que no habrá nuevas sorpresas o Vacunatorios Vip. Es más, sigue declarando que fue un hecho menor, de sólo 10 personas. Ese reconocimiento dice mucho de lo que no se quiere ver ni aceptar: la realidad.

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Y por ello, como parte del todo, la Vicepresidente no comunica nada al respecto y el Presidente da comunicados en donde vuelve a pedir esfuerzos con un mínimo de resto en su reputación para pedir a sectores económicos y sociales más de lo que no tienen: dinero ni fuerzas.

Como siempre se dice, la ejemplaridad es un motor que redirige esfuerzos de otros en tanto posee legitimidad, atrae por imitación a querer ser parte de una épica, proyecto, actos, en definitiva a ser como quién la personifica o al menos querer llegar a ese lugar que nos comunica individual o colectivamente puede ser un nuevo mejor estado respecto del actual.

Bueno, no es la mejor noticia pero hay que decirlo con todas las letras, no es el caso. La ejemplaridad de un presidente que incumplió promesas, que pone en riesgo vidas y que encima transcurre por el proceso de aislamiento por cursar la enfermedad no posee los atributos de reputación y ejemplaridad más valorables. Si baja la ejemplaridad aumenta el riesgo y es cercana y exponencial la posibilidad de la crisis sanitaria.

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¿Qué nos queda entonces, más que hacer esfuerzos y cuidarnos? Nos queda exigir  transparencia y celeridad en la vacunación antes de la llegada del invierno y qué de una vez por todas la comunicación institucional de riesgo sea un ejemplo serio de comunicación que alerte, enseñe, solicite, busque el cambio de conducta de los ciudadanos, por su efectividad y lenguaje claro a la hora de dar cuenta de todos los riesgos que nuevamente cursamos.

Sin políticos a la altura de los grandes acontecimientos difícil es esperar políticas públicas efectivas que no muestren otra imagen que la de una Quinta de Olivos con un presidente en soledad, pidiendo lo que no sobra, fierros mediáticos a su alrededor y la falta de recursos sanitarios para la pandemia 2021 que sufrimos todos.