OPINIóN
Política

Eduardo Casal: culpable…. de haber sido un profesional

Tenemos al profesional que necesitamos en la procuración general, pero lo queremos sacar a patadas, porque parece que molesta en ese lugar, y hay que poner a algún amigo que investigue y mire, para otro lado.

Eduardo Casal
Eduardo Casal | Cedoc

La andanada de pedidos de juicio político contra el Procurador General Eduardo Casal, hasta acá un laburante de los tribunales, de perfil muy bajo y sin actuación políticamente sesgada, JUSTO AHORA, te hacen dudar de la veracidad de las denuncias que de golpe y a borbotones, le brotan a este hombre que lo único que hizo hasta acá es trabajar en la justicia y el ministerio público sin manchas ni parcialidades políticas ni de ninguna clase.

Tenemos al profesional que necesitamos en la procuración general, pero lo queremos sacar a patadas, porque parece que molesta en ese lugar, y hay que poner a algún amigo que investigue y mire, para otro lado.

Tenemos la oportunidad de lograr que el ministerio público tenga real independencia de criterios como manda el artículo 120 de la Constitución Nacional…. Ese librito que algunos mandan a leer a otros, pero que parece que no repasan cada tanto.

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“El ministerio público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de los intereses generales del a sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la república. Está integrado por un procurador general de la nación y un defensor general de la nación y los demás miembros que la ley establezca. Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.

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Tenemos a un procurador DE CARRERA en la cabeza de la procuración pero queremos otro, que venga de la rosca política. Y así la política no garantizaría la independencia y autonomía funcional del procurador.

Para qué quiere el poder político designar un procurador si en este momento tenés uno que si lo ratificás simplemente te da la posibilidad de que las investigaciones no tengan de entrada una sospecha de color político.

De repente a este hombre, que está por jubilarse, le llueven denuncias de todos lados DIECISIETE HASTA AHORA, de personas e instituciones que si analizás a fondo, pareciera que están vinculadas de algún modo entre sí en lo que parecería una confabulación contra la institución MINISTERIO PÚBLICO, más que la necesidad de expulsar de este cargo al  DE REPENTE indigno procurador. Alguien que llego al cargo por su antigüedad y buen laburo.

Sin tachas, sin manchas. Y mirá que si el renunciara, en la línea sucesoria viene la Dra. Laura Mercedes Monti que transpira calidad jurídica después de muchos años de trabajo serio. Monti podría convertirse en el enemigo público número uno de quienes quieren poner a un amigo en ese cargo, si Casal renunciara. Por ahí la andanada de denuncias caería sobre la letrada brillante, que hace años es procuradora fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Casal podría decir… Que hago yo acá aguantando esta guerra que no es mía, con riesgo de no lograr una jubilación honrosa y con buenos haberes, porque ahora resulta que estorbo a unos cuantos.

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Me quiero poner un minuto en su piel y revisar hacia atrás para ver que pudo haber pasado, qué error gravísimo pudo haber cometido este hombre que sólo puede declararse culpable de haber trabajado como un profesional y con pasión por su trabajo en beneficio de la comunidad.

Casal Ingresó a tribunales a los 19 años, recién salidito del secundario, como “pinche” en el Juzgado de Sentencia letra “Q” de la Capital a principios de 1977, al mismo tiempo en que empezaba la carrera de Abogacía en la UBA. Estudió en la universidad a la par de que aprendió detrás del mostrador con el juez que le dio lugar en ese juzgado.

Ahí llegó a recibirse de abogado, esto fue a fines de 1982, (yo en esa época estaba en mi tercer año en la misma facultad) y tiempo después fue designado Secretario en ese mismo juzgado, por quien entonces era su titular, el Dr. Julio Cesar Strassera (no se si te suena el nombre de este juez, quien luego pasaría a la historia con el juicio a las Juntas).

Cuando en 1984 Strassera fue nombrado Fiscal de la Cámara Federal de Apelaciones, en su lugar fue designada la Dra. Carmen María Argibay con quien se desempeñó hasta mediados de 1987. Otra maestra de alto nivel le tocó a Casal como joven secretario de aquél juzgado. Iba acumulando experiencia y aprendizaje al lado de juristas del más alto nivel de nuestra justicia.

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Un dato de color que podemos destacar en este punto. Entre los empleados de aquella Secretaría de juzgado a cargo de Casal se encontraba Eduardo Sacheri, (decime que también te suena) autor de la novela “La pregunta de tus ojos”, Ese era el título original de la novela que después se llamaría “El secreto de sus ojos” que luego sería llevada al cine, y ganaría el Oscar. Sacheri, en una entrevista en 2017 al hablar de su paso por tribunales, a este juzgado lo recuerda como el mejor equipo de gente con el que trabajó, que se llevó de allí la experiencia de trabajar con gente honesta, responsable y laburadora, que cuando piensa en la justicia aparecen Carmen Argibay y Eduardo Casal, no “Fortunato Lacalle”, el  personaje que encarnaba el juez ficticio de El secreto de sus ojos (La entrevista fue publicada en “revista Y Considerando” -Asociación de Magistrados de la Justicia Nacional- nro 125, pags. 27/29).

Pero el hiper denunciado procurador general cuya esposa lejos de plantearle que de una vez se baje de ese sillón que se está incendiando, lo apoya y según los allegados le dice… “no vas a renunciar justo ahora”, llegó por méritos propios a la Procuración cuando fue designado Secretario Letrado de la Procuración General desde mediados de 1987 cuando Juan Octavio Gauna era Procurador General.

Paso otro gobierno y la carrera de Casal siguió desarrollándose a fuerza de su buena actuación profesional. Fue designado Procurador Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 1992, a propuesta del Dr Oscar Fappiano, entonces Procurador General, y este es el cargo tiene en la actualidad además de encontrarse, desde hace más de 2 años, interinamente a cargo de la Procuración General por vacancia del titular.

Pasaron los gobiernos, pasaron las líneas políticas, incluso los tres gobiernos Kirchneristas anteriores, pero parece que ahora se descubre que Casal es un impresentable… parece joda, no?

Ah. Me olvidaba, también es docente de la Facultad de Derecho de la UBA y de la Universidad de Belgrano.

LA OPORTUNIDAD ES AHORA. de una vez por todas, habría que dejar en paz al Ministerio público, y dejar a Casal. La república se merece, la gente se merece alguien que quiera laburar sin depender de la línea política de turno.

Solo así

SERÁ JUSTICIA.

 

* Abogado, periodista y dirigente político de la UCR.