OPINIóN
Columna de la USAL

La importancia del Escribano en tiempos de pandemia

La actividad notarial ha perdurado en el tiempo y ha trascendido generaciones debido a su fin principal: aportar a la comunidad seguridad jurídica, generando en consecuencia "paz social".

Escribiendo
Escribiendo | Free-Photos / Pixabay.

La profesión de escribano, la actividad notarial en sí misma, se remontar a épocas muy lejanas de la historia de la humanidad, ha perdurado en el tiempo y ha trascendido generaciones. El motivo o la causa de esta perdurabilidad radica en su fin principal: aportar a la comunidad seguridad jurídica, generando en consecuencia “paz social”.

Durante siglos, el notariado reviste la figura representativa de la imparcialidad, el respeto por la ley y la fe pública, mantiene sus postulados adecuándolos a las circunstancias para así continuar brindando su servicio de la mejor manera posible. El notariado se ha adaptado al crecimiento de los pueblos, acompañando la evolución del pensamiento, la adecuación del derecho y las costumbres de la humanidad, acompaño activamente la globalización, la fluidez de las comunicaciones, las nuevas formas de contratación, incorporó  nuevas herramientas tecnológicas que facilitaron y facilitan tanto su labor diaria como la de otras profesiones.

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No obstante su continua adaptación al pensamiento como a la tecnología, hoy el notariado enfrenta uno de sus mayores desafíos. De cara a una pandemia generada por un virus cuyo mejor antídoto es el distanciamiento, los escribanos, fortalecidos en el “ante mí”,  continúan adaptándose al uso de las nuevas tecnologías y así manteniéndose a la par de quienes requieren sus servicios.

La función del notario va mas allá de la creación de un documento válido y eficaz, de la autenticidad de los hechos que pasan ante él o del acabado asesoramiento que sus dichos puedan significar para las partes, es llevar a la vida de los requirentes tranquilidad, brindar la paz que genera saber que su persona, su familia, sus bienes o sus negocios se encuentran resguardados por un profesional del derecho a cargo de una función pública, quien velará por encontrar el marco jurídico adecuado para cada caso interpretando la voluntad de las personas. En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires los notarios cuentan con su firma digital y con sistemas de fojas digitales, ambos sistemas prácticos y ágiles han sido de suma utilidad durante la pandemia. El reciente reglamento de Certificados de Actuación Remota en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, reglamenta la constancia del notario con relación a los hechos percibidos mediante una videollamada, el Escribano certificará esta percepción y si bien este acto, no reemplaza la certificación de firmas, dotará al documento de un mayor valor probatorio en caso de cuestionarse, conforme lo prescripto por el artículo 314 del CCCN. Estos documentos han sido de mucha utilidad en el período conocido como “ASPO” y han sido recepcionados por numerosos organismos de forma satisfactoria brindando una solución efectiva en todos aquellos casos en los cuales siendo necesaria la intervención notarial el aislamiento no fue un obstáculo.

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El notariado continúa trabajando para lograr nuevos avances y para continuar adaptando las herramientas digitales a nuestras incumbencias, observando los logros alcanzados en otros países del mundo con Notariados de tipo latino e impulsado por la velocidad que la pandemia ha impuesto a los cambios. El mayor desafío es lograr el desarrollo de una plataforma digital segura y eficiente, donde el factor humano y la tecnología se complementen y el Escribano pueda interactuar con quienes requieren su función, donde las virtudes de la fe pública puedan ser canalizadas de forma ágil y eficaz. Por lo pronto, hoy en plena pandemia, haciendo uso de los avances que en todos los ámbitos sociales han sido incorporados para ofrecer soluciones, continuamos brindando servicio, y como ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad, en cada momento importante de la vida de las personas los escribanos nos encontramos aconsejando, ayudando y llevando a cada uno de los que necesiten una solución acompañada de esa cuota de tranquilidad que enaltece nuestra tarea, porque ese es el mayor logro de la función notarial, sentir que quien recurrió a un notario, posee la seguridad que aquel habrá intentado actuar de la mejor manera para contribuir a la paz social.

 

* Escribana Titular del Registro Notarial 325, CABA. Profesora del Postitulo de Notariado USAL. Facultad de Ciencias Juridicas.