¿Éramos felices hasta diciembre de 2019? La mitad de la humanidad pensaba que sí, lo otra mitad sabía que no.
Muchas certezas se desmoronaron en estos meses. Por ejemplo:
Creíamos que la felicidad y el éxito están emparentados. Nos enseñaron que el trabajo es el epicentro de la vida. Estábamos convencidos que ni podíamos parar. Confiábamos demasiado en la medicina. Teníamos una visión negativa y culposa del tiempo ocioso. Nos repitieron que la política es necesaria para mejorar nuestra calidad de vida. Escuchamos que los gobiernos tienen que ser creíbles y vigorosos para cuidar a los ciudadanos. Nos convencieron que vivimos en un mundo individualista y egoísta. Creíamos que la planificación es vital.
La pandemia nos ha esclarecido algunas cosas. Por ejemplo:
El miedo es más poderoso que el armamento. Sí se puede parar a reflexionar, sin que el mundo colapse. No estábamos acostumbrados a tener tiempo libre y tuvimos que aprender a vivir con él. Tuvimos que confrontarnos con la angustia y la incertidumbre. Los vínculos son más importantes que las cosas. Todos acumulamos demasiadas cosas superfluas e inútiles. Podemos reinventar muchas maneras de hacer algo. El día puede llenarse con muchas pequeñas actividades agradables. Descubrimos lo hermosa que es la naturaleza. Valoramos lo que perdemos como la libertad y la autonomía. La tecnología puede ser de extraordinaria ayuda. Podemos gastar mucho menos para vivir.
El futuro
La pandemia pasará y dejará muchas secuelas. Tenemos dos opciones:
Tratar de regresar al mundo que teníamos o inventar uno nuevo.
¿Qué trazos podría tener el nuevo mundo?
En el plano individual
- Aprenderemos a vivir más el momento presente sin pensar tanto en el futuro.
- Resignificaremos y valoraremos los vínculos.
- Sabremos lo importante que es un abrazo, una caricia.
- Cambiará nuestra percepción del tiempo. Dejaremos de correr y nos reconfiguraremos en torno de nuevas prioridades.
- Las personas lucharán por mantener su libertad.
- Viviremos más tiempo aislados que en comunidad.
- Se reconfigurarán los vínculos familiares, amistosos y amorosos.
Familia
- Habrá menos reuniones y más interacciones virtuales.
- Se reconfigurarán los tiempos, recursos y relaciones como consecuencia de compartir espacios, tecnología, tareas.
- Habrá crisis personales y familiares como consecuencia de la necesidad de adaptarse a nuevas realidades como pérdida de ahorros, mudanzas forzadas, nuevos trabajos y nueva forma de estudiar.
- Aumentará la solidaridad entre vecinos y desconocidos en acciones colaborativas.
Trabajo
- Los trabajos tradicionales cambiarán, serán más volátiles, más tecnológicos y menos seguros.
- El formato presencial tradicional será reemplazado por home working y la mano de obra tendrá cada vez más tecnología.
- Las personas serán más autónomas en la distribución de su tiempo y le brindarán su prestación diferencial a varios actores.
- Habrá un quebranto masivo y paulatino de las empresas tradicionales.
- Habrá menos familias de productos y se concentrarán en menos formatos, más sustentables. Desaparecerán las marcas.
- Lentamente cambiará la remuneración por un formato nuevo basado en créditos, tiempos o equivalencias.
- Lentamente las personas distribuirán su tiempo en más horas familiares, horas de estudio, deportes, ocio y aprenderán a descubrir nuevos talentos manuales o artísticos.
Educación
- Las escuelas tradicionales cambiarán su formato y serán semipresenciales.
- Los maestros deberán resignificar su rol de distribuidores de contenidos y serán más proveedores de habilidades emocionales.
- Las escuelas se especializarán en áreas o temas. Una misma persona podrá estar vinculada con múltiples instituciones, ya no iremos a una sola escuela.
- Estudiar será una actividad más allá de la edad escolar tradicional. Se desdibujarán las fronteras de los ciclos escolares tradicionales.
Gobierno-Política-Estado
- Inicialmente habrá un aumento de las estrategias de los gobiernos y la política por mantenerse en el poder y aumentar sus variables de control sobre las personas. Usarán la información, la tecnología, la fuerza, la dependencia económica o sanitaria para ejercer más autoritarismo. Una gran parte de la población acatará por miedo o comodidad. Habrá cada vez más movimientos de insurrección autogestivos, hasta fracturar el viejo orden.
- La guerra será entre los que tienen consciencia y los que quieren mantener el viejo mundo. Una inmensa mayoría permanecerá pasiva e indiferente. El resultado se dará por masa crítica.
- La mayoría de los países tenderán a cerrar sus fronteras, la economía presionará por abrirlas.
- Finalmente, las sociedades se volverán a configurar disolviendo los límites antiguos y agrupándose por comunidades más pequeñas, con los mismos intereses. Construirán nuevas reglas de convivencia con liderazgos simples y rotativos.
Medicina-Sistema de Salud
- El esquema tradicional basado en el asistencialismo, la medicina reactiva, la enfermedad como negocio, las obras sociales, hospitales privados y públicos se redimensionará.
- La medicina pondrá más énfasis en la prevención, el diagnóstico y el cuidado de las emociones. Las creencias sobre la enfermedad cambiarán.
- Los centros de tratamiento se irán reemplazando por centros de salud.
- Habrá una enorme transición en la que los laboratorios lucharán por mantener el viejo orden.
La transición será inexorable. En el nuevo mundo, el hombre será más espiritual que antes, habrá aprendido a evolucionar
Conclusión
La transición será inexorable. En el nuevo mundo, el hombre será más espiritual que antes, habrá aprendido a evolucionar, su vida estará signada por aprender a ser. Irá mutando y dejando su vieja piel, basada en el ego, el consumo y la acumulación. Entonces por fin, viviremos sabiendo que somos uno con el universo.