OPINIóN
Crisis Economica Argentina

Re perfilados a reestructurar la deuda

La política del FMI interfiere con el crecimiento del país, el fondo lo sabe y es por ello que quizás relaje las metas para el próximo gobierno.

Macri
El FMI aplicó la receta, y apareció el primer problema. Lamentablemente no funciona en Argentina, la devaluación por diversos mecanismos es contractiva y la consolidación fiscal es difícil de implementar políticamente. | NA / DAMIAN DOPACIO.

Argentina está en un proceso de ‘reperfilamiento’ de la deuda, supuestamente por problemas de liquidez, al menos eso aseguran desde el Ministerio de Hacienda de la Nación. Las complicaciones de este tipo (liquidez) a menudo son confundidos con otros problemas, los de solvencia.

Solvencia y liquidez son conceptos íntimamente ligados. Para que un país sea solvente, el valor presente esperado de los superávits primarios futuros debe cubrir el stock existente de deuda. Para ser sostenible, la deuda no puede crecer más rápido que los ingresos, que son los que aseguran la capacidad de repago. En última instancia, el crecimiento de la deuda (influido por la tasa de interés) debe ser compatible con el crecimiento del producto. Crecer por encima de lo que crece nuestra deuda es lo que permite saldar los compromisos con holgura.

En Argentina hay un claro problema de solvencia que se traduce en una percepción de mayor riesgo y, como consecuencia, surge el problema de la iliquidez. Esta última refiere simplemente a la capacidad de afrontar los pasivos de corto plazo.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Las medidas económicas que fracasaron los últimos 28 años: ideología o conflicto de interés

El problema de solvencia de Argentina refiere a que estamos en una economía que no crece. De los últimos 50 años, sólo en 30 ha crecido su PBI per cápita. Buena parte de esos años de crecimiento se debieron a recuperaciones de la caída de los 20 restantes. El resultado es que el PBI per cápita creció apenas 0,7% anual en promedio en el último medio siglo.

Cuando uno mira el futuro no es muy prometedor. Argentina al ingresar en un programa con el FMI hizo la respuesta de manual, la que pidió Paul Krugman esta semana en un hilo en Twitter: consolidación fiscal y devaluación para compensar la caída en la demanda agregada en un contexto de déficits gemelos.

Qué significan las 4 medidas económicas que anunció Lacunza

El FMI aplicó la receta, y apareció el primer problema. Lamentablemente no funciona en Argentina, la devaluación por diversos mecanismos es contractiva y la consolidación fiscal es difícil de implementar políticamente.

De hecho, bajo la definición del FMI de sostenibilidad de deuda, si el ajuste requerido no es alcanzable políticamente ésta es insostenible. Por ese flanco ya existen problemas. ¿Cómo se concilia la demanda social con la sostenibilidad de la deuda?

El segundo problema es el punto de partida. La deuda argentina es más elevada, alcanzará casi un PBI a fines de 2019 y, por lo tanto, le imprime más presión a la necesidad de generar un mayor valor al flujo futuro de superávit fiscales en valores presentes para asegurar la solvencia.

Qué dijeron los medios internacionales sobre las medidas económicas

Argentina no puede prometer pagar sus deudas cuando no puede asegurar el ordenamiento de las cuentas públicas debido a que el país ‘no soporta’ políticamente el ajuste necesario, menos aún cuando el resultado de seguir ese camino nos condujo a una economía que no ha crecido en medio siglo.

La política del FMI interfiere con el crecimiento del país, el fondo lo sabe y es por ello que quizás relaje las metas para el próximo gobierno. Atendiendo a que a esta altura es más importante evitar que la economía se siga contrayendo a alcanzar más rápidamente la consolidación fiscal. De todas formas, si se logra algún tipo de crecimiento, este no será suficiente.

La deuda argentina será reestructurada y seguramente con quitas de capital y/o interés, y eso el mercado ya lo descuenta en los precios. La cara del default parece que será compartida por Mauricio Macri y el primer gabinete del futuro gobierno.