Como profesional de la Historia, uno tiende a pensar (erróneamente) que lo que nosotros consideramos obvio y conocido, es completamente ignorado por amplios sectores de la sociedad. Eric Hobsbawm, célebre historiador británico, de formación marxista, solía decir que la tarea de los/as historiadores consistía en recordar lo que otros olvidaban. ¿Adónde quiero llegar con esto? En que hoy es 29 de mayo y lo primero que viene a mi mente es el Córdobazo de 1969, que cumple medio siglo. Aquella gran explosión obrera y estudiantil contra una dictadura que comenzaba a mostrar profundas grietas, que convulsionó a la ciudad de Córdoba durante varios días y que se “llevó puesto” a un ministro de Economía. Pero otras cosas de importancia pasaron (y pasan) un 29 de mayo. Acompáñenme en este breve recorrido por nuestra historia.
El 29 de mayo de 1810, cuatro días después que se conformara en Buenos Aires la Primera Junta, ésta envío una fuerza armada a los territorios que integraban el ya desaparecido Virreinato del Río de la Plata, para informarles sobre el nuevo gobierno y “solicitar” la adhesión y acatamiento al mismo. Es por ello que la historia “oficial” del Ejército argentino celebra su nacimiento este día.
Un 29 de mayo, pero de 1951, durante el llamado peronismo clásico, nacía, por un decreto del Poder Ejecutivo, el Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas. Entre los considerados del decreto, el nuevo ente debería “orientar, coordinar y promover” la labor de los institutos de investigación, la formación de los investigadores y contribuir a su perfeccionamiento en el país y en el extranjero. También -señalaba el decreto- debía asesorar al gobierno acerca de la política nacional a seguir en materia de investigaciones y estimular la utilización de patentes de invención que pudiesen interesar al desarrollo industrial de la nación. Esta institución fue el antecedente del hoy llamado CONICET, creado siete años más tarde, ya caído y proscripto el peronismo, durante la presidencia de facto de Pedro Eugenio Aramburu.
Cómo el Cordobazo le abrió el camino de regreso al peronismo
Dieciocho años después, el 29 de mayo de 1969, se produjo en Córdoba una gran huelga de obreros y estudiantes que tuvo en jaque a las autoridades de la provincia y que demandó la intervención del Ejército Nacional para reprimirla. La mecha explotó por la quita de un beneficio del que gozaban los/as trabajadores: el sábado inglés (descanso a partir del mediodía del sábado). Insistimos: explotó. El clima ya venía caldeado por tres años de la dictadura autodenominada Revolución Argentina, con Onganía a la cabeza, que había afirmado no tener “plazos, sino objetivos”. Así, primero vendría el “tiempo económico”, donde se acumularían riquezas, se “racionalizaría” el estado y se promovería la llegada de inversiones. Luego llegaría el “tiempo social”, en que esas riquezas se derramarían sobre la población. Finalmente, allá lejos, vendría el “tiempo político”, donde se realizarían las elecciones y -tal vez- el peronismo pudiese presentarse (sin Perón, claro, que ya a esas alturas debía estar muerto). El Córdobazo hizo saltar por los aires no sólo a su Ministro de Economía, Adalbert Krieger Vasena, un hombre vinculado a las grandes empresas extranjeras, sino también al proyecto dictatorial. De ese gran estallido popular rescatemos ahora dos nombres: Agustín Tosco y Atilio López. Dos dirigentes sindicales,uno de Luz y Fuerza, el otro de la Unión Tranviarios Automotor, de formación troskista aquél, peronista éste, que se caracterizaron por su honestidad, combatividad y vida austera, alejada de cualquier lujo y ostentación.
Un año después, el 29 de mayo de 1970, una noticia conmocionó a la opinión pública: el ex dictador (¿se puede ser ex dictador?) Pedro Eugenio Aramburu, ya mencionado, el que había derrocado a Perón, que había dirigido, junto al Almirante Isaac Rojas, la Revolución Libertadora, que proscribió al peronismo, secuestró el cadáver de Eva Perón, ordenó el fusilamiento de civiles y militares y anuló derechos laborales,fue secuestrado por una organización llamada Montoneros. Nadie sabía quiénes eran estos jóvenes que se definieron como peronistas y que lucharían -con las armas en la mano- por el regreso de Perón y la construcción del “socialismo nacional”.
Un periodista y una cobertura magnífica: el Cordobazo
Finalmente, hoy, 29 de mayo de 2019, en una Argentina que en nada se parece a aquélla del siglo XX, que tiene unos números sociales dramáticos (más de 14 millones de pobres, 2 millones y medio de indigentes, según el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, elaborado por la Universidad Católica Argentina), se produce un nuevo paro general -el quinto- convocado por la Confederación General de los Trabajadores (CGT) contra la política económica del gobierno de Mauricio Macri y solicitando el cambio de rumbo.
Ejército, ciencia, estallido social, violencia política y huelgas. Cinco palabras que representan cinco 29 de mayo en nuestra historia.
