Lo inesperado del resultado no debe tapar lo más importante que supimos este domingo a la noche: la elección ya terminó. Faltará decidir el resto de los cargos nacionales, provinciales y municipales, pero la elección a Presidente se terminó con un golpe de knockout en el primer round.
Sin lugar a duda, los dos factores más presentes en el debate electoral, y posiblemente los más determinantes en la motivación del voto en este proceso electoral fueron la delicada situación económica que atraviesa el país y el persistente rechazo que buena parte del electorado aún sostiene sobre la figura de la ex Presidenta Cristina Kirchner, que protagoniza la elección desde un lugar secundario, precisamente para atenuar el efecto de ese rechazo. Y esta PASO eran una buena instancia para calibrar el peso de ambos factores en la cabeza de todos los votantes.
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El arrasador triunfo del Frente de Todos sobre Juntos por el Cambio por una diferencia de 15% nos podrá decir muchas cosas a lo largo de estos días, pero lo que seguro nos está diciendo con mucha contundencia es que la resistencia que alguna parte del electorado venía conservando para con la figura de Cristina Kirchner, ha cedido terreno definitivamente frente a una crisis económica que casi no deja elector sin ser afectado, y que ha venido deteriorando fuertemente la calidad de vida de la mayoría de los argentinos.
Queda claro que el desafío electoral para el oficialismo sería bien distinto si la situación económica ofreciera otra perspectiva, donde posiblemente pudiera aprovechar cierta resistencia que buena parte del electorado tiene todavía sobre la figura de Cristina Kirchner. Pero el resultado pudiera ser leído como una forma de mensurar ambos factores, y de comprobar que efectivamente el peso de la situación económica ha relajado cierta resistencia hacia Cristina Kirchner, y que ese relajamiento seguramente fue ayudado por la decisión de Cristina de no ser ella la candidata a Presidente.
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Lo interesante respecto a ello, es que tanto la situación económica como el nivel de rechazo a CFK también fueron factores que motivaron las decisiones más importantes que tomaron los dos principales actores del escenario político argentino (Mauricio Macri y Cristina Kirchner) respecto de su rol en este proceso electoral.Y como toda decisión política se toma sobre la base de un cálculo.
Resulta interesante evaluar las decisiones tomadas por Macri y por CFK en función del cálculo realizado a la luz del resultado. Porque en definitiva, esta contienda electoral también es una competencia entre los cálculos realizados de cara al proceso electoral:el cálculo que hizo Mauricio Macri de competir a pesar de la situación económica y no inclinarse por el Plan V, y el cálculo de Cristina Kirchner de bajarse de la candidatura a Presidente para favorecer una candidatura que pueda ampliar la oferta opositora y que no cargue con toda la resistencia antikirchnerista que ella cargaría.
Y allí también el triunfo de Alberto Fernández en las PASO puede ser leído como la ratificación del cálculo hecho por Cristina Kirchner de resignar su candidatura para favorecer una mejor performance opositora, frente al cálculo efectuado por Macri de insistir en su candidatura en este escenario económico tan adverso. Con el diario del lunes siempre es más fácil asignar aciertos y errores, pero queda claro a la luz del resultado, que en virtud del cálculo Cristina Kirchner leyó mucho mejor el escenario de lo que lo leyó el actual Presidente. Y eso en política se paga perdiendo elecciones.
