Nuestra Universidad atraviesa un momento de suma preocupación, que pone en riesgo su mera existencia: en lo que va del 2024 no hemos recibido los fondos necesarios para su funcionamiento y que figuran en el presupuesto nacional. Esto se traduce en que docentes y no docentes de la UNMa no cobren sus sueldos desde principios de año, y que nos hayamos visto obligados a virtualizar la cursada de todas las carreras.
Han sido numerosas las acciones que llevamos adelante, tanto administrativas como judiciales, para lograr que esta injusticia se revierta. Y si bien lo que nos pasa se inscribe en un proceso de fuerte ajuste a las Universidades Nacionales, que encontró como respuesta la multitudinaria Marcha Nacional Universitaria realizada el 23 de abril pasado, entendemos que el caso de la UNMa reviste un carácter particular.
Debido al ataque hacia las políticas de Memoria, Verdad y Justicia que han expresado diversos funcionarios del Gobierno Nacional, sumado a los dichos despectivos con que se expresó la Vicepresidenta de la Nación respecto al nivel académico de la UNMa, entendemos que este desfinanciamiento es intencional y que se enmarca en un ataque directo motivado por cuestiones ideológicas.
Una embestida a la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo que parece ser para este gobierno una parte central de sus políticas negacionistas, poniéndola como blanco privilegiado de sus ataques y discriminaciones. Porque no sólo se niegan a brindar el dinero ya existente en el presupuesto y destinado a nuestro funcionamiento, sino además intenta impedir nuestras actividades con un sinnúmero de trabas burocráticas.
Sin embargo, y a pesar de todos estos impedimentos, la UNMa sigue en funciones gracias al enorme esfuerzo de sus trabajadoras y trabajadores. Porque vale la pena recordarlo para dimensionar el atropello que está llevando adelante el Gobierno Nacional: en lo que va del 2024 no hemos podido pagarles sus sueldos. Es por esto que aprovecho para agradecerles públicamente el trabajo que vienen realizando en condiciones muy difíciles.
Que siga en funciones la UNMa se vuelve cada día más necesario para nuestra vida democrática".
Esta Universidad es un faro para la consolidación de una enseñanza pública, gratuita y de calidad, que pueda dotar a nuestras sociedades de profesionales comprometidos con el respeto irrestricto a los derechos humanos. Algo que se torna fundamental ante la reaparición de discursos de odio, negacionistas e incluso reivindicativos del accionar genocida de la última dictadura cívico eclesiástico militar.
Por todo ello, que siga en funciones la UNMa se vuelve cada día más necesario para nuestra vida democrática.
Como ante cada oportunidad que se me brinda, vuelvo a exigir a las autoridades nacionales que cumplan con lo que dictamina la ley y remitan los fondos necesarios para el normal funcionamiento de la UNMa.
Convoco a toda la comunidad a apoyar nuestro reclamo y a unirse en la defensa de la educación pública y gratuita, uno de los derechos fundamentales que la actual gestión gubernamental pretende mancillar.