El país se encuentra a pocos días de una crucial decisión ciudadana. No porque el curso del lamentable gobierno que les toca sufrir a los argentinos se verá modificado en su trazo profundo, o al menos en sus intenciones.
Todo hace presumir que la acción oficial, tal como se está esbozando en la actualidad a través de sus dichos y hechos, se podrá radicalizar crecientemente, sea cual fuere el resultado electoral.
En efecto, en caso de lograr un muy improbable mejor resultado en las urnas, se supone que tal resultado podría ser asumido como una ratificación del actual rumbo. Y de persistir la derrota ya sufrida en las PASO, y ante la eventual pérdida de poder total en el 2023, sería posible que tomaran los dos últimos años de mandato para completar la tarea de depredación llevada a cabo hasta el presente.
No obstante, a pesar de tal perspectiva, el 14 de noviembre se pone en juego un hito fundamental: la posibilidad de control a través de la legislatura, del “vamos por todo” en el camino de destrucción K. De tal modo que el próximo acto electoral adquiere una significación histórica, tanto de contención del avasallamiento, como también de preanuncio del fin de una oscura época.
Y es en ese contexto, donde la mirada de propios y ajenos contemplan la realidad nacional.
Una revista económica de prestigio mundial, la británica The Economist (1), publicó un duro análisis de la Argentina:
“La inclinación del peronismo por (los controles), el proteccionismo, los subsidios y la sujeción del tipo de cambio … está frenando el país y (determinan) que la economía casi no ha experimentado un crecimiento desde 2008“… “Sus políticas ofrecen un empobrecimiento sin ninguna esperanza de crecimiento.”. …“Es el propio gobierno la razón por la que Argentina tiene la inflación más alta de todas las economías más grandes del mundo”.
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En igual sentido, el futuro embajador de Estados Unidos para la Argentina, Marc Stanley, al señalar ante un comité del Senado de su país que el gobierno de Alberto Fernández todavía debe poner sobre la mesa un plan económico para encaminar las discusiones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), agregó en forma gráfica: “La Argentina es un hermoso autobús turístico al que las ruedas no le están funcionando correctamente”.
Por su parte, una gran mayoría de argentinos percibe un futuro carente de esperanza. En una encuesta entre jóvenes realizada por la UADE (Universidad Argentina de la Empresa), el 75% refería que había evaluado las posibilidades de emigrar. Es así como los sitios de consulta de trámites al respecto sufren colapsos reiterados por una demanda creciente de interesados.
Como consecuencia, se produce el lamentable fenómeno de partida de ciudadanos que ya han sido formados, que poseen talentos o habilidades especiales en algún área científica o intelectual, y que deciden, muchos a su pesar, residir en otros lugares más desarrollados, que los valoren, que les dan las oportunidades que aquí no consiguen, y en los que la meritocracia no sea un atributo denostado.
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Otro tanto ocurre con aquellos que aún cuentan con capacidad de invertir y generar empleo, que también optan por exiliarse, al igual que empresas enteras que deciden cambiar de país para la radicación de sus filiales (2).
La contraparte al escenario local puede encontrarse, a modo de ejemplo, en algunas declaraciones de quienes buscaron otro horizonte: “Uruguay es un país que no da sorpresas, sobre todo para alguien que viene de la Argentina”, …“Se puede trabajar a largo plazo” (3).
Además de la gran diferencia en la carga fiscal entre ambas naciones, los empresarios atribuyen el cambio de domicilio, fundamentalmente, a la seguridad personal y la estabilidad institucional. Así, la cantidad de argentinos con pretensiones de residir en Uruguay sigue en aumento y los requerimientos para mudarse, se triplicaron en los últimos dos años.
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La Argentina se encuentra en una decisiva encrucijada, vista tanto por propios como por ajenos. A los ciudadanos les cabe el próximo 14 de noviembre la enorme responsabilidad de ser gestores de su propio futuro.
* Pablo Broder. Economista. Presidente honorario de la Fundación Grameen Argentina. www.pablobroder.com.ar
(1) La Nación. 29-10-21. (2) La Nación 9-10-21. (3) La Nación 27-10-21.