En el siglo XIX fueron asesinados 14 presidentes y en el XX, 57. Sólo en el año 2018 hubo 237 agresiones contra mujeres que ejercían actividades políticas en México, a 23 de ellas las mataron. El deseo de poder es el más fuerte de todos.
Funeral del expresidente de Chile Sebastián Piñera |
AFP
*Escritora uruguaya, residente en Argentina. Autora “Amantes Seriales” y “Mukul
más allá del secreto” entre otros. Coach de Inteligencia emocional y creativa.
Desde la época de las cavernas, el asesinato tiene siempre claras motivaciones para los asesinos, como ser el odio, el dinero, la toma de poder o la venganza.
Con seguridad aparecerán más justificaciones en cada intento o asesinato realizado.
Dentro de los más famosos asesinatos encontramos los planeados. De complicadas intrigas y traiciones. Estos últimos también los encontramos en los cargos de gran poder y responsabilidad. A pesar de ello, las carreras o puestos poderosos son anhelados por hombres y mujeres.
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Emperadores, reyes, reinas, gobernantes y hasta familiares de ellos, en todas las jerarquías de poder encontramos traiciones y asesinatos causados por enemigos, amigos y hasta por los más cercanos.
El deseo de poder es más afrodisíaco que el sexo, donde muchos luchan, intrigan y matan para alcanzar esos puestos.
Pero no son tan fáciles las causas cuando se habla del máximo poder de una nación. Como decía Maquiavelo: el fin vale más que los medios, pues esa excesiva persecución al poder dejará de lado las cuestiones éticas. Friedrich Nietzsche decía que es natural en el ser humano luchar para alcanzar el poder, y, a pesar de todo lo peligroso que es, siglo tras siglo, este riesgoso cargo sigue teniendo pretendientes.
De 1800 a 1900 tenemos 14 presidentes asesinados solo contando en América y Europa, de los cuales 13 presidentes eran de América.
De 1900 a 2000 57 presidentes asesinados entre, Asia, África, Europa y 16 de América.
2000 a 2024 tenemos 5 presidentes asesinados entre Asia, África y 1 de América.
Pero en estos últimos años aparecen los fallecimientos por accidentes y serias enfermedades que alcanzan a los familiares y a otros cargos de poder como ser jueces, fiscales, senadores, gobernadores etc.
Las tensiones que genera el poder hacen aparecer distintas consecuencias en aquellos que lo tienen. Cáncer, enfermedades coronarias, accidentes, suicidios, surgen en América como si fueran un destino trágico. Liber Seregni cáncer de páncreas 2004; Dilma Rousseff, cáncer linfático, superado 2009; Fernando Lugo, linfoma de Hodgkins nódulo en el mediastino 2010, superado; Néstor Kirchner paro cardiorespiratorio mortal en 2010; Luiz Inácio Lula da Silva cáncer de laringe, superado en 2011; Cristina F. de Kirchner cáncer de tiroides, aunque fue desmentido luego, en 2011; Alberto Fujimori cáncer de lengua, superado en 2011; Hugo Chávez, cáncer de colon, mortal en 2013; Manuel Noriega tumor en el cerebro, 2017; Álvaro Uribe, queratosis pre cancerosa, pero fue desmentido; Tabaré Vázquez cáncer de pulmón mortal, 2020; Alan García suicidio, 2019; Sebastián Piñera accidente aéreo mortal, 2024; y estos datos son solamente en América del Sur en el corto lapso de 20 años.
No solo han sido víctimas de enfermedades, accidentes y asesinatos, muchos mandatarios han sido asesinos a lo largo de la historia. Las mujeres se han vistoimplicadas como asesinas manejando el poder o camino a ello. Cleopatra mandó matar a su hermana Arsínoe IV, Cixi la emperatriz china asesinó a mucha gente incluído su hijo adoptivo. Lucrecia Borgia para ir logrando en su vida lo deseado, eliminó enemigos y lo hizo con sus tizanas venenosas Y, por ejemplo, hoy se involucra a Martine Moïse viuda de Jovenel Moïse, en su asesinato.
En México las cifras de mujeres en la política que fueron asesinadas sedisparan exponencialmente. En el año 2018 hubo 237 agresiones contra mujeres que ejercían actividades políticas en dicho país y de ellas 23 fueron asesinadas.
Cuanto más stress sufrimos, más debilidades tendremos en nuestro organismo. Cuanto más poder tenemos más enemigos nos rodearán.
Desde el origen de las sociedades, nos han enseñado a competir, más que a cooperar. La Inteligencia Emocional bien desarrollada valora más la cooperación que la competencia. Dado que no todos tenemos las mismas capacidades, la cooperación es la base triunfal de cualquier emprendimiento.
Mucho de lo que nos sucede a los seres humanos es heredado por las estructuras sociales y las pirámides del poder. La competencia, los premios, los aplausos, los beneficios, el desconocimiento de los límites éticos, la necesidad de líderes, el limitado desarrollo inteligente de la población, la desigualdad de la riqueza, las pocas opciones de excelente vida urbana y muchas más intrincadas acciones y sucesos son responsables de estas carreras desquiciadas hacia los distintos cargos de poder en todos sus caminos.
No tendría que ser así, pero somos la especie que tenemos la obligación de cambiar las bases de nuestras sociedades, valorar el lugar de la cooperación y la ética y no tanto de la competencia.
