¿Qué pasará el lunes 20 de noviembre con la economía?
Los que restan hasta el balotaje son los días hábiles más agitados para los empresarios, CEOs y ejecutivos de las principales empresas. Nadie pareciera concentrarse en el domingo. Las caves del dólar y los precios del día después.
Sergio Massa y Javier Milei se enfrentarán en balotaje el 19 de noviembre |
Noticias Argentinas
Alejandra Gallo*
¿Qué pasa el lunes 20 tras el balotaje? Es la pregunta clave antes de definir quién será el próximo presidente de los argentinos: Sergio Massa o Javier Milei. La incógnita hasta sería el título de algún grupo de wasap de empresarios encumbrados que no paran de chatear a una velocidad digna de la agilidad táctil de sus hijos adolescentes.
Estos días que separan al debate presidencial del balotaje son los más agitados para las principales empresas que operan en el país, sean sus capitales del origen que fueran. La disyuntiva es si lo que vendrá en materia económica modificará los pocos planes de inversión que no abundan para las proyecciones del sector privado 2024; salvo en tres sectores claves: Vaca Muerta,litio y el campo.
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En general, los CEOs, aunque con muchos reclamos descuentan que será Massa quien resulte favorecido en las urnas el domingo. Es curioso; la mima persona a la que responsabilizan por las regulaciones en la economía; por ejemplo los certificados de importación, la regulación de los precios, sea, en definitiva, en candidato al que le atribuyen mayores chances de ganar. Tal vez porque apuesten a que, efectivamente aplique (si es electo el domingo) políticas económicas diferentes o, tal vez porque, la estructura productiva nacional requiere y se “acomodó” a la mano del Estado en casi todas las áreas.
A Milei, en cambio lo asocian a sus propias palabras en el balotaje: que el sector privado negocie solo con quien quiera, sin el Estado metido en el medio. Es hoy una realidad impracticable para casi la totalidad de las empresas que operan en la actual matriz nacional; incluso para aquellas vinculadas a los tres sectores privilegiados para el 2024.
En ese sentido, no es casual en el bunker del oficialismo lean detenidamente el libro blanco de la Unión Industrial, que hoy preside Daniel Funes de Rioja y en la que el grupo Techint pisa fuerte, especialmente en materia energética. Y la alimenticias aceptan operan en convivencia con Precios Justos, que autoriza subas con tope mensualmente, al menos hasta fin de año.
“Y rescato de la UIA el libro blanco, coincidamos o no porque hay intención de consensuar”, disparó uno de los principales voceros de la campaña de Massa quien probablemente ocupe una cartera clave si asume en diciembre (aunque el voceros y ex funcionario hoy lo niegue).
¿Qué rescatan desde el massismo de ese plan de medidas para el 2050 que la central fabril ya presento hace dos años?
Que se aceptan las paritarias abiertas y aunque se exijan nuevas normas laborales, no hay una propuesta generalista de flexibilización laboral sino de renegociación tripartita de sectores puntuales y para nuevos proyectos.
Además que, aunque se reclama más libertad para importar se reconoce que el Estado debe administrar los dólares para potenciar sectores que considere estratégicos. Es decir, un cepo más laxo pero también un tipo de cambio administrado. En general la industria hizo siempre buenas migas con los gobiernos peronistas.
Hay, sin embargo un especial acento en la simplificación de impuestos y en la necesidad de impulsar una reforma tributaria integral. Es algo que el propio Massa candidato ya anticipó que instrumentaría si llega a la Casa Rosada.
En la necesidad de una reforma tributaria, al menos como título pendiente, coincide todo el abanico empresario. Por ejemplo, desde IDEA viene reclamando en al menos los últimos 6 coloquios anuales menos impuestos y más eficientes.
También en las últimas horas desde Amcham, por ejemplo, que está ubicada conceptualmente en una vereda diferente a la UIA, en un documento con 10 propuestas para el próximo Gobierno que se conoció esta semana incluyó entre las principales pedidos una “reforma impositiva y laborales a nivel nacional, provincial y municipal con el objetivo de equiparar derechos y obligaciones”.
