OPINIóN
Uso y abuso

Tecnología con contexto

Con lógica griega, pueden señalarse las diferencias entre técnica y tecnología para dilucidar si son moralmente neutras y, luego, decidir qué lugar otorgarles en la vida cotidiana. ¿Son buenas por naturaleza y no deberíamos prescindir de ellas? ¿O todo lo contrario?

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Leyes. En la Argentina no hay regulaciones para la IA, como sí sucede en la UE y otros países. | shutterstock

Lucas Rodriguez es un presentador, streamer y humorista que ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Sus teorías e ideas sobre cuál es la mejor forma de pedir la cuenta en un restaurante, o sobre la “conquista” de una pareja se han hecho virales y generado gran repercusión. Pero hay una de ellas que, además de resultarme muy graciosa, me parece pertinente para introducir el tema que quiero tratar en esta columna.

La teoría sobre los futbolistas colombianos, de Lucas Rodriguez, se ha hecho muy viral, y ha llegado incluso a los medios de prensa de ese país. Desde su punto de vista, los futbolistas colombianos juegan al futbol sin contexto. Es decir que no les importa si están en una final del mundo o en un partido con amigos, juegan de la misma forma. 

Ese es, desde la perspectiva de Rodriguez, el motivo por el cual ante toda la presión que implica un tiempo suplementario en una final de Copa Libertadores, Juan Fernando Quinteros decide rematar al arco de media distancia en lugar de cuidar la pelota con un pase seguro y hace un golazo para River en 2018, y Frank Fabra toma la osada decisión de cachetear a un rival en una discusión intrascendente en la final de 2023, dejando a Boca Juniors con un jugador menos.

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La falta de contexto, desde la teoría, puede ser muy buena, pero también muy mala

En el caso de la tecnología, a diferencia de lo que sucede con los jugadores de fútbol, el contexto es fundamental. Por eso, lo que quiero hacer en estos párrafos es poner algo de contexto a la revolución tecnológica que estamos viviendo. ¿De qué hablamos exactamente cuando hablamos de tecnología? 

Escuchamos o leemos este concepto en todos lados. Y, como suele suceder con las palabras que usamos todo el tiempo, muchas veces perdemos noción de su significado real. Así que vamos a empezar por ahí.

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La palabra tecnología viene del término griego Tekne, que literalmente significa habilidad o destreza, y se usaba para hacer referencia a lo que usualmente llamamos “práctica”.  Por su parte, el sufijo “logía”, viene también del griego Logos, que hace referencia al conocimiento, o el estudio de determinada cuestión. 

Si lo tradujéramos literalmente, estaríamos hablando del estudio de la práctica. Si le diéramos una vuelta de tuerca más a la definición, llegaríamos a la idea de que la tecnología es la aplicación práctica de una serie de conocimientos para crear algo nuevo y distinto.

Podríamos decir que el punto central en este momento es distinguir la técnica de la tecnología. Cuando hablamos de técnica, nos estamos refiriendo a un dispositivo o elemento que nos ayuda a hacer algo: la cámara digital es, por ejemplo, un dispositivo que nos ayuda a retratar un momento, a sacar una foto. 

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Pero la tecnología es mucho más que ese elemento técnico ya que implica también un marco de conocimiento e interacción con los humanos. En nuestro ejemplo, la fotografía sería verdaderamente la tecnología, mientras que la cámara representa sólo el elemento técnico que me permite llegar a mi objetivo. Sin ese elemento, no podría sacar una foto, pero tampoco podría hacerlo sin el marco de conocimiento humano.

Este contexto nos permite ver a la tecnología como una herramienta que nos permite realizar tareas, actividades, trabajar, entretenernos, generalmente de una forma más sencilla o eficiente

Las herramientas, como tales, son moralmente neutras. Esto quiere decir que no son ni buenas ni malas por naturaleza, sino que ello depende más bien del uso que le demos.