Qué alegría la tradición del yoga que vitaliza con su práctica regular y con sus efectos benéficos el mejoramiento de la salud psico-física y espiritual. El Yoga es capaz de iluminar los aspectos más sencillos y trascendentes de la vida, si desarrollamos la capacidad de comprender cada momento histórico con sus requerimientos, complejidades, y riquezas.
Este ejercicio de la inteligencia que responde a la conducta humana y a los distintos fenómenos de la vida es el quehacer del yoga. Esto requiere de la práctica de la autobservación y el silencio, y es el desafío más audaz para el hombre contemporáneo sumergido en el activismo y el materialismo.
El hombre en la cosmovisión india es afectado en diferentes grados por la ignorancia, avIdya. Esto es una ignorancia de orden metafísico, e implica no saber quién uno es realmente –su auténtica identidad-. Esta ausencia de conocimiento trae como consecuencias, errores en el obrar humano. Actuamos como nos explica el Padre Ismael Quiles: alterados, fuera de nosotros mismos en una especie de enajenación.
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Es necesario entonces realizar una acción conducente a un reordenamiento de nuestro comportamiento, para poder ser responsables de nuestro encuentro con las tensiones que conllevan la realidad. Responsabilidad significa poder responder ante la realidad y eso denota múltiples capacidades humanas para poder aportar aspectos integradores y soluciones eficientes al quehacer de la vida cotidiana.
El mensaje del Yoga y del Padre Ismael Quiles S.J. es claro:Parinama para la tradición india que denota una dirección de la mente hacia el interior y Ser Sí mismo para el Sacerdote jesuita que invita a la recuperación del centro óntico es su cosmovisiónfilosófica Insistencial.
Este retorno hacia nosotros mismos integra la capacidad de autobservación y el cultivo del silencio interior con el propósito de cultivar el discernimiento entre lo verdadero y lo inauténtico. En la tradición del yoga estas prácticas son denominadas técnicamente svadhyadya y dhyana. Ambos vocablos denotan una actitud reflexiva como así mismo contemplativa.Donde converge la razón y la intuición, como asimismo el análisis de la realidad como una actitud de apertura espontánea hacia ella.
Desafío contemporáneo
En la reflexión, la mente vuelve sobre sí misma para clarificar y conocer diferentes aspectos de la realidad objetiva y subjetiva. En la contemplación, pináculo del arte de la observación, todo el cuerpo, la afectividad y la mente, adoptan una actitud de retorno hacia un centro denominado por el Padre Ismael Quiles S.J. “In-sistencia” o “centro óntico”.
A este modo de conocimiento de la realidad externa que integra la realidad interna, lo denominamos interiorización-interioridad, pues el hombre retorna a su mismidad, a su esencia, para desde allí responder con la integridad de su ser al mundo. Uniendo conocimiento y amor. Yoga y estilo de vida.
Este arte, es denominado por Patanjali en los Yoga sutras -meditación- o meditatio en la tradición monástica.
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Qué importante es saber que en este momento histórico tan complejo de la post-pandemia donde la realidad nos convoca a afrontar nuevos desafíos culturales y socioeconómicos -generando tantas emociones de miedo y ansiedad-, podemos descubrir que hay un hogar intimo que denominamos In-sistencia capaz de transformar nuestros miedos y ansiedades en fuerzas de serenidad y fortalezas.
Yoga, silencio y autobservación
En autoconciencia, autocontrol, autodecisión y amor como nos invita a desarrollar el Padre Ismael Quiles en su libro Qué es el Yoga, Editado por la Universidad del Salvador y auspiciado por la Fundación Ser y Saber.
La cumbre del ejercicio de la in-sistencia es la restauración del vínculo del hombre con el orden de lo sagrado, llámese en Occidente Dios o en la Tradición de la India, bajo la forma metafísica, Brahman.
Entonces, a la luz del yoga este momento histórico es una bendición que posibilita, contactar con nuestro hogar espiritual para vivir con inteligencia, serenidad y luz la existencia. El cultivo de este arte de la observación es una invitación imprescindible para recuperar uno de los aspectos más elevados de la dignidad del hombre y desde allí aportar herramientas conducentes a la comunidad.
En la Universidad del Salvador, el espíritu del Padre Ismael Quiles es modelo de inspiración para que todas las formaciones den herramientas a los estudiantes para que el ejercicio profesional esté acompañado de valores humanos.
Todo comienza con un primer paso. Pues Yoga es de carácter práctico y constituye un estilo de vida. A practicar y a crecer.
Siéntese en una postura cómoda, columna erguida, manténgase en quietud, observe la respiración natural en los pasajes nasales, permita que su mente fluya espontáneamente y ejercítese en el estar consciente a modo de un espectador.
Mantenga esta practica mínimamente veinte minutos diarios de modo que vaya cultivando el arte de la observación para que se transforme en el arte de la contemplación y deje que su espíritu naturalmente siga esta forma de conocimiento elevada tendiente a experimentar la presencia de lo sagrado impregnando la realidad…
Permanezca en silencio y al retornar a su vida cotidiana tan solo tenga en su mente, en su corazón, y en sus manos, la motivación de darse al otro para alivianar y colaborar en este momento histórico. “No somos para nosotros mismos, somos para los otros” es una de las máximas de nuestras enseñanzas en la tecnicatura universitaria en Yoga en la Universidad del Salvador.
*Lic. Dir. De la Tecnicatura Universitaria en Yoga, Facultad de Filosofía, Letras y Estudios Orientales. Universidad del Salvador.
