Un importante inversor de Twitter y Facebook está vinculado con dos empresas que son propiedad del Gobierno ruso, según indican los documentos de Paradise Papers. Esas dos compañías son conocidas como instrumentos para operaciones sensibles del Kremlin, publicó The New York Times en una nota traducida por Univisión.
Así se revela, de acuerdo a la documentación obtenida por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartida por Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), y a la que accedió PERFIL.
En la información difundida se muestra que una de las empresas propiedad del Kremlin, el banco ruso VTB Bank, envió 191 millones de dólares al fondo de inversión DST Global, el cual utilizó el dinero para comprar una gran participación en Twitter en el año 2011.
Por otro lado, una filial de Gazprom, la mayor empresa estatal rusa, financió a una compañía offshore que se asoció con DST Global en una gran inversión en Facebook. El fundador de este fondo de inversión es el multimillonario ruso Yuri Milner, quien junto con otros socios, obtuvieron importantes beneficios cuando vendieron sus participaciones poco después de la oferta pública inicial de Facebook en 2012 y de Twitter en 2013.
Si bien se sabía que Milner hizo grandes aportes tanto en Twitter como Facebook, no se tenía conocimiento de la relación del gobierno ruso con las inversiones.
Si bien no hay pruebas de que el Kremlin hubiera podido influenciar en Twitter o Facebook o recibiera información privilegiada sobre las empresas, los registros muestran que Rusia tenía intereses financieros en los medios sociales estadounidenses antes del "affair ruso' del 2016 en las elecciones generales de ese país.
Esta información puede ser clave para el Congreso estadounidense que tiene abierta una investigación sobre los medios sociales y la difusión de noticias falsas por parte de Rusia durante la campaña para la presidencia de Donald Trump.
La respuesta de las empresas. Facebook y Twitter alegaron que habían revisado adecuadamente las inversiones de Milner.
Por su parte, el millonario adujo que las inversiones que su empresa hace siempre se basan en méritos comerciales y no guardan relación con la política. En la maniobra de inversión de Twitter, reconoció que VTB bank era uno de los socios que contribuyóen la financiación además de una inversión de DST Global en el sitio chino de comercio electrónico JD.com. Según sus declaraciones, del 5% del financiamiento de inversión de su empresa provino de instituciones estatales rusas.
No obstante, destacó que VTB Bank era un inversionista pasivo en el acuerdo de Twitter realizado y que no obtuvo ningún control sobre los vehículos de inversión de Twitter o de DST Global. Milner afirmó no tener saber que había algún posible vínculo financiero entre la subsidiaria de Gazprom y DST Global hasta que ICIJ y sus socios se contactaron con él a mediados de septiembre.
VTB bank confirmó a la ICIJ y sus socios que había invertido en Twitter a través de la empresa DST Global. Sobre esa trasnacción informó que había "vendido su participación en la compañía con cierta ganancia". VTB se auto describió como un "banco puramente comercial", y argumentó que "nunca hemos hecho acuerdos por motivos políticos".
En una declaración por correo electrónico, un vocero de Gazprom Investholding verificó que le había concedido préstamos a una compañía offshore llamada Kanton Services, la cual, según los registros analizados por ICIJ, era accionista de DST Global en los acuerdos con Twitter y Facebook. El vocero dijo que "ningún funcionario ruso estuvo involucrado en estos préstamos".
