PeriodismoPuro es un nuevo formato de entrevistas exclusivas con el toque distintivo de Perfil. Mano a mano con las figuras políticas que marcan el rumbo de la actualidad argentina, Fontevecchia llega a fondo, desmenuzando argumentos y logrando exponer cómo piensan los mayores actores del plano del poder. Todas las semanas en perfil.com/PeriodismoPuro.
— Florencio, al final me gustaría concentrarnos, vos decías recién que la gente quiere, necesita creer. Nietzsche decía que el ser humano soporta cualquier cosa menos que no haya un fin, que lo que esté haciendo, no sea para algo. Entonces uno ve que la sociedad de repente se ilusiona con Menem, de repente la sociedad se ilusiona con Kirchner, de repente la sociedad se ilusiona con Macri. Cuando digo de repente es que pasa una x cantidad de años, en donde pareciera haber una hegemonía donde la gente está muy ilusionada que esa persona o esa idea que representa ese relato, dependiendo las épocas cómo se lo expresa, pero que es el correcto, es el que va a sacar el país adelante y pasado cierto tiempo se desilusiona y aparece un nuevo relato, como una especie de cambio de paradigma kuhniano, de que desaparece el anterior y emerge otro y crea algo como, yo lo denominé hegemonías sucesivas. Se hablaba de que en la vida moderna hay monogamias sucesivas, la gente se casa tres, cuatro veces en una vida muy prolongada y siempre es monógamo en cada una de las parejas y con cada una de las parejas aspira a construir una relación perpetua y luego la sustituye por otra. ¿Está pasando algo en la política que frente a la incapacidad de los partidos de poder responder a las necesidades de la sociedad, la sociedad se ilusiona en exceso y entonces crea hegemonías que luego cuando se siente desencantada, y pasó cierto tiempo se desencanta?
— Sí.
— Pero inicialmente se construyen hegemonías, es decir, la oposición se divide de tal forma, que en la primera elección legislativa de un candidato a presidente, alguien que ganó a presidente y en su primera elección, pone en juego su presidencia, logra que toda la oposición se divida, excepto el caso obviamente De la Rúa, esto se repitió con Alfonsín en el 85, con Menem en el 91 y en el 93, con Kirchner en el 2005 y se repetiría ahora con Macri, ¿es porque la sociedad necesita creer?
— Yo creo que sí, que en el fondo también ha habido un voto de crédito al gobierno, creer que finalmente las cosas van a andar mejor, que es lógico y legítimo, que la sociedad no solamente, inclusive aquellos que lo habían votado, sino del resto, de los que no lo votan que quieren que a un gobierno le vaya bien. Hay como un voto ahí de confianza, de crédito, de decir: "che, con esto no me alcanza, pero a ver si verdaderamente...".
— Si con esto nos salvamos.
— Exactamente, exactamente, sí que hay un voto de ese tipo. Pero ahí me parece que es bueno la alternancia y que es bueno que en realidad la sociedad tenga alternativas, no tenga que optar. Por eso yo digo que planteada esta elección como un ballotage, es una mentira, es falso acá ahora, y que tengamos que elegir entre Macri y Cristina, es falso eso.
— Pero la polarización es síntoma de algo, me parece que quizás tenga que ver con este tema de las hegemonías porque la polarización algo indica, digo, más allá de que este gobierno la utilice.
— A mí me parece que la polarización se da porque aparece la figura de Cristina como candidata, si no había posibilidad o había muchas menos posibilidades de que esto se polarice.
— Sí, sin duda pero Cristina es relatora, pero si la sociedad no creyese en Cristina, o sea, creo que hay una idea pre existente a Cristina, o sea, la polarización es lo que le permite a Cristina.
— Sí, pero tampoco podés...
— Luego...
— Pero tampoco podés desestimar en todo lo que estamos hablando Jorge, el rol de los medios, el rol de los medios que son finalmente los que intermedian entre la sociedad y la dirigencia y son los que transmiten el mensaje. Y ahí está claro que hay una actitud del gobierno permanentemente a incentivar la polarización, poniéndola a Cristina como discusión de esa polarización. Y yo, vuelvo a repetirte, yo rescato un montón de cosas que hemos hecho bien durante muchos años y creo que nos ha faltado auto crítica y creo que el futuro no le pesa a Cristina, entonces me parece que también la discusión de poner a Cristina en el escenario, no ha sido bueno.
— Eso desde el punto de vista táctico, ahora, ¿no creés que desde el punto de vista estratégico hay algo en la sociedad que va más allá de los medios de comunicación y más allá de la manipulación que pueda hacer Durán Barba, más allá de cómo se aproveche al gobierno los fines electorales, pero que hay algo pre existente en la sociedad, como un conflicto no resuelto que la polarización expresa, que los medios aprovechan, que cada uno se sube, contribuye, potencia? Pero independientemente de eso, quiero decir, yo estoy haciendo un trabajo sobre medios de comunicación y política, entrevistando a todos los conductores de redacciones de los últimos 50 años y cuando vas a hablar con cada uno de ellos, lo que te muestran con claridad es que medios que tienen una tendencia u otra, si llevan una persona de la tendencia opuesta, el rating les baja. Es decir, hay algo en la sociedad, vamos a ponerlo concretamente en el caso por ejemplo de C5, si llevasen a alguien que representara una idea moderada, les bajaría el rating y le sube con Navarro, y le sube con Víctor Hugo. Y vas a TN y pasa exactamente lo mismo, hablan de Cristina y de Hotesur y de Lázaro Báez y el rating sube y se dedican a otros temas o critican algo del actual gobierno y el rating les baja. Es decir, los medios producen la realidad y son producidos simultáneamente, o sea me parece que quedamos simplemente en las consecuencias, es no ver el fondo de la cuestión pese a que hay algo irresuelto en la sociedad argentina que la grieta representa.
— Sí, puede ser.
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— Y me pregunto...
— Creo que el gobierno este, en vez de achicar esa grieta, la ha ampliado, y eso es malo también. Me parece que eso no...
— En eso estamos de acuerdo, pero es para tratar de entender más profundamente a la sociedad, parece que hay algo más allá de la utilización que hacen, una fuerza que el gobierno aprovecha, si vos querés, como en Judo, pero una fuerza pre existente y me pregunto, volviendo al tema del bipartidismo y para cerrar, ¿está surgiendo una derecha popular? Es decir, ¿el problema es que no hubo en la Argentina dos fuerzas que pudiesen controlarse y vivimos de hegemonías sucesivas y finalmente la grieta se va a cerrar el día que haya dos fuerzas que finalmente se respeten, puedan alternarse en el conjunto del ejercicio del poder y el ejercicio de la oposición y que quizás ahora esté surgiendo una derecha popular que vaya a ser perenne y que pueda plantear por su solo orden que haya una centro izquierda popular?
— Es difícil imaginarse una derecha popular, los términos populares, lo que se entiende como popular. De cualquier manera, a mí me parece que sería bueno, bueno que se consolide digamos en este caso, una alianza de centro derecha, con políticas, entre comillas, en algunos casos populares que habría que ver cuáles, y por otro lado una centro izquierda que no es centro izquierda, a mí me parece que es un peronismo ampliado hoy, en la cual es casi imposible imaginar, a mí me cuesta mucho imaginarme un sistema de partidos políticos en la Argentina sin un rol protagónico del peronismo.
— Pero independientemente porque del peronismo hablamos bastante, muchas veces para ordenar una geografía, es necesario que haya un equilibrio.
— Sí, sí, sí.
— Entonces lo que faltó en la Argentina era una derecha, una centro-derecha.
— Que tenga representación democrática.
— Que sea, cuando digo que sea popular, porque si no es popular no puede ganar elecciones.
— Sí, no, no, y aparte de popular digo que esté legitimada a través del proceso institucional y que fue lo que se dio y por eso es respetable.
— Por lo tanto es popular...
— Totalmente.
— Porque ganas las elecciones.
— Por eso es respetable y es una condición sine qua non, de parte de gran parte del peronismo, que es respetar a rajatabla que Macri termine el proceso para el cual ha sido elegido. Está claro, a mí me parece bueno.
— Hoy en día parece lo contrario, que el tema es que tiene más posibilidades de ser re electo que de no terminar el mandato.
— Me parece que es adelantarse demasiado eso. Ojalá si llega a ser re electo sea porque en realidad ha tenido éxito en su gobierno. A mí me cuesta mucho creer eso, por eso tengo una contradicción, muchísimo.
— ¿Hay algo que no te haya preguntado que quieras agregar?
— Todo.
— Estamos.
— Estamos.
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