—María Laura Leguizamón, tu señora, fue legisladora durante 25 años. Del partido peronista.
—Peronista. Y que creo que es una de las mejores políticas que hay Argentina. Una mente brillante desde joven. Con Lilita, con Macri, con un montón de gente, viajó al exterior hace ya muchos años. Es una de las personas más inteligentes y constructivas conocí, Si todos los políticos fueran como ella, este país sería mucho mejor. Quiero mucho a la política por esa cercanía. Ella es muy cercana a Cristina en términos de cariño, afectivos. Pero es absolutamente falso que haya algún tipo de acercamiento en cuanto a las vacunas.
—María Laura Leguizamón fue diputada y senadora de 1993 hasta 2017, Fue la legisladora más joven en su momento. ¿Cuánto su mirada política contribuyó a que le pusieras foco a este tema?
—Con María Laura aprendí a querer la política. Hay política o hay guerra. La política es esa ciencia, ese arte, que tiende a que la sociedad esté mejor. Los políticos son buenos. Por supuesto, que hay malos políticos, malos periodistas, malos laboratoristas. Aprendí a acercarme no desde la descalificación. Si uno quiere crear valor o empleo, quiere crear riqueza, tiene que estar cerca de los que tienen que dirigir y ayudar a que les vaya bien.
—¿Te enamoró eso?
—Es una inteligencia superlativa. Nos casamos en el 2013 después de cuatro o cinco años de relación. Viene mucha gente a mi casa y juego a decir muchas cosas, tengo esa libertad. Uno de mis mejores amigos es Guillermo Montenegro, el intendente de Mar del Plata. Es el padrino de una de mis hijas. El gran problema argentino es la falta de diálogo.
Como te escuché un día; pasaron todos los economistas, keynesianos, no keynesianos, liberales, no liberales y somos un desastre.
Nos va mal. Me parece que pasa por otro lado. Los ciudadanos debemos entender que somos nosotros los que tenemos que cambiar al país y no echarle la culpa siempre al que está de turno.
Producción: Pablo Helman, y Debora Waizbrot.