POLICIA
violencia sin freno en el gran rosario

Anillos de oro y un auto con sangre, las pruebas contra los sospechosos de asesinar a tiros a las dos hermanas

William Espinoza López y Damián Rojas fueron imputados por los brutales crímenes de Marianela y Estefanía Gorosito, las dos jóvenes hermanas de 25 y 28 años que fueron halladas asesinadas en un basural del Gran Rosario. Los acusados tienen antecedentes por narcotráfico y vinculaciones con la narcobanda Los Monos, pero el fiscal que investiga el caso reconoció que todavía no tienen certeza sobre el móvil. Las evidencias que fueron recolectadas por los investigadores los comprometen con el doble homicidio, aunque restan los cotejos de ADN.

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Víctimas. Estefanía (izq.) y Marianela (der.) Gorosito fueron secuestradas en Rosario y asesinadas a tiros el martes 19 de julio pasado. Los familiares de las chicas asesinadas en el lugar donde fueron hallados los cuerpos (abj). | cedoc

Marianela Andrea (25) y Estefanía Mariel (28) Gorosito fueron asesinadas a balazos en un basural en la localidad de Pérez, en el departamento de Rosario. Ambas tenían dos tiros en la cabeza y otros tantos en el resto del cuerpo. Por el doble homicidio de las hermanas rosarinas fueron imputados dos hombres. Aún no se conoce el móvil del hecho, pero una pista que se sigue está vinculada con el narcotráfico. “No se imaginan el dolor que sentí al verlas ahí donde nunca imaginé”, así las despidió un familiar de las víctimas.

Las hermanas fueron captadas, trasladadas un poco más de 10 kilómetros y ultimadas en medio de un descampado el martes pasado. Los asesinos dispararon una docena de tiros contra el cuerpo de las chicas y las dejaron allí abandonadas. Les robaron los celulares y los anillos de oro que llevaban puestos. “Hubo intención de matarlas a las dos. Una de las dos presenta ocho impactos de arma de fuego, dos de ellos en el cráneo, y la otra, cuatro impactos de bala, también dos de ellos en el cráneo”, precisó el fiscal del caso, Patricio Saldutti, tras la imputación de William Espinoza López y Damián Rojas por el doble homicidio de las hermanas.

Ambos acusados tienen antecedentes por comercialización de estupefacientes en la Justicia Federal, según precisaron fuentes del caso a PERFIL. Una de las pistas que siguen los investigadores está vinculada con el narcotráfico y una supuesta deuda de dinero que ellas tendrían con el jefe de una subestructura de Los Monos. Además, las fuentes buscan determinar si existía algún tipo de vínculo entre ellas y uno de los detenidos. 

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“No tenemos todavía demasiada información sobre el móvil. Hay información respecto de otras personas que participaron, que no son los dos detenidos porque ellos no fueron los únicos que participaron. Estamos con una investigación en curso en procura de identificación y aprehensión de esas personas, y eso nos podría dar un poco más de profundidad sobre el móvil”, indicó el fiscal en conferencia de prensa. 

“Por lo pronto –continuó–, no tenemos certezas sobre cuál fue el móvil del hecho, aunque es cierto que a las chicas las desapoderaron de sus pertenencias: celulares, llaves, alhajas. Esas alhajas fueron reconocidas por la familia dentro del vehículo donde fue detenida una de las dos personas imputadas. Allí también había manchas de sangre que esperamos cotejar por ADN si corresponden a las víctimas”.

Según pudo reconstruir la Justicia hasta el momento, las dos hermanas estaban merendando en un bar de Boulevard Oroño y Salta, el centro de Rosario, cuando, alrededor de las 18, Espinoza López, Rojas y al menos una tercera persona, que aún no está identificada, obligaron a las jóvenes a subirse al Critroën C3 de color gris en el que se movilizaban ellos. 

Los acusados, a punta de pistola, les sacaron sus pertenencias y condujeron a las chicas hasta una zona despoblada de Cabin 9, en la localidad de Pérez, en el departamento de Rosario. Allí les efectuaron una docena de disparos. 

A las 20.30 de ese mismo día cayó el primer sospechoso, aunque recién al día siguiente se lo vincularía con el crimen de las hermanas Gorosito. Es que a menos de 500 metros de la escena del crimen, en las calles El Chaja y Misiones, había un control policial de Gendarmería Nacional. Por ahí intentaba pasar el C3 con el que se presume habían trasladado a las chicas y que en su interior estaba lleno de sangre. Por eso optaron por esquivar el control y la maniobra fue advertida por los efectivos, que comenzaron a seguirlos. 

Los ocupantes del auto decidieron abandonar el vehículo y continuar la huida a pie. Allí fue atrapado Espinoza López, cuando intentaba subirse al techo de una casa. Se trata de un joven de 18 años, de nacionalidad paraguaya y con domicilio en Villa Banana.

La sangre encontrada en el  C3 indicaba que algo había pasado. Al día siguiente, fueron hallados los cuerpos de las jóvenes. Hasta allí llegaron los familiares de las chicas, porque no sabían nada de sus hermanas desde el día anterior. 

Un hermano de las víctimas fue el primero en reconocerlas. Luego se confirmarían las identidades tras la autopsia. “Estamos hablando de la muerte violenta de dos mujeres, en un contexto de violencia de género de relieve por la violencia y la atrocidad con la que fueron cometidos”, indicó el fiscal.

Rojas, el dueño del auto, se había presentado en la madrugada del miércoles (cuando aún no se habían encontrado los cuerpos de las chicas) a realizar una falsa denuncia, según entienden los investigadores, sobre el robo de su auto. Pero luego este joven de 30 años también fue detenido. 

Ayer Espinoza López y Rojas fueron acusados por el fiscal por los delitos de femicidio, homicidio calificado por el concurso premeditado de personas, homicidio criminis causae y robo calificado y portación ilegal de arma de guerra. Al dueño del auto también lo imputaron por falsa denuncia. En la audiencia, la jueza de primera pnstancia María Trinidad Chiabrera dio lugar al pedido de la fiscalía y dispuso la prisión preventiva para ambos por el plazo de la ley, es decir, por dos años.

 

El caso

◆ Marianela y Estefanía Gorosito fueron asesinadas a balazos en un descampado de la localidad de Pérez. 

◆Según los investigadores, fueron captadas tras merendar en un bar rosarino y llevadas hasta el basural donde las acribillaron. 

◆ Una tenía 8 tiros y la otra, 4.

◆Ayer fueron imputados dos hombres.  Uno es el dueño del auto en el que habrían sido trasladadas y el otro fue atrapado cuando abandonó el vehículo con manchas de sangre en su interior.

 

“Nos destruyeron en vida”

“No se imaginan el dolor que sentí de verlas ahí”. “Nos destruyeron en vida”. Esas fueron algunas de las frases que utilizó Luciana para despedir a sus dos hermanas asesinadas. 

Estefanía recibió ocho tiros y Marianela Gorosito, cuatro. Ambas tenían dos de esos impactos en la cabeza. “Hoy me tocó decir hasta siempre. No se imaginan el dolor que sentí de verlas ahí donde nunca imaginé que estarían. Las voy a extrañar cada día de mi vida, mis dos ángeles”, escribió en sus redes sociales una hermana de las víctimas. 

“Nos destruyeron en vida, pero vamos a salir adelante (...) Mis bellas hermanas, no se imaginar el dolor que siento”, posteó Luciana.

Las chicas fueron captadas luego de merendar en un bar de Rosario. Las subieron a un auto y las trasladaron hasta su destino final: un basural en la localidad de Pérez. Allí las mataron a tiros. Los investigadores creen que uno de los disparos fue efectuado dentro del auto, por eso el vehículo secuestrado en el caso tenía manchas de sangre. Aunque aún resta confirmar si pertenecen a las víctimas. 

“Las amo para siempre, mis hermanas se llevaron una parte de mi corazón con ustedes”, se despidió la hermana de las jóvenes asesinadas.