La jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, quien actúa como querellante en la causa en la que se investiga la muerte de su ex marido, el fiscal federal Alberto Nisman, presentó un escrito ante la fiscalía en el que criticaba el accionar de la fiscal Viviana Fein y la jueza Fabiana Plamaghini, a cargo del caso.
En el texto, al que el diario Clarín tuvo acceso, Arroyo Salgado reclamó a las funcionarias judiciales que trabajen con independencia. Asimismo, criticó que salgan a la luz detalles del expediente, que a su modo de ver, entorpece la investigación, así como cohibe a posibles testimonios de prestar su declaración.
La ex mujer de Nisman consideró que una “de las tantas consecuencias negativas” que se desprenden de hacer públicos los avances en la investigación es que “inhibe y condiciona a los testigos con posibilidades de realizar voluntariamente aportes para el esclarecimiento del hecho; respecto de los que, se entiende, alberguen temor en hacerlo frente a la consabida difusión que de inmediato se dará a sus dichos”.
Además, afirmó que tanto Fein como Plamaghini deben trabajar ajustadas a la Constitución “sin condicionamientos ni temor alguno al juzgamiento indebido, apresurado y equívoco de los funcionarios de otros poderes del Estado, aún cuando los mismos provengan de las Máximas Autoridades de los Poderes Ejecutivos y Legislativos Nacional”.
Ayer, trascendió el testimonio de Natalia Gimena Fernández, una joven de 26 años que estuvo en el operativo en Le Parc la noche en que hallaron muerto al fiscal Alberto Nisman. En diálogo con los medios, la chica denunció una serie de irregularidades en los procedimientos, como que no se cuidaron las pruebas en el edificio del funcionario, ubicado en el barrio porteño de Puerto Madero.
Luego de los dichos de Fernández cabría la posibilidad que la jueza Arroyo Salgado junto asu ex suegra, Sara Garfunkel, solicitase en su calidad de querellante la nulidad el proceso y apartar a la fiscal Fein de la causa.
