A ocho meses del trágico tiroteo entre policías de la Federal y la Bonaerense en una estación de servicio de Avellaneda, la Justicia abrió una nueva causa e imputó por “homicidio agravado” a uno de los efectivos que intervino en el operativo y que había sido felicitado por la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), Nestor Roncaglia.
Se trata del sargento Sergio Arán (41), uno de los agentes encubiertos que participó del procedimiento en el que fue asesinado el comisario Hernán Martín (43), jefe del Gabinete de Narcotráfico de la Brigada de Investigaciones de Lanús-Avellaneda.
Arán fue asistido en el lugar y derivado al hospital Churruca porque terminó con dos impactos de bala en el cuerpo. Bullrich y Roncaglia destacaron su tarea y hasta fueron a visitarlo durante su internación.
Sin embargo, y a partir de las irregularidades detectadas en el procedimiento, se abrió un nuevo expediente judicial que se tramita en el juzgado de garantías N° 10, a cargo de Estela Mollo.
Edgar García, el abogado que representa a la viuda del comisario Martín, aseguró a PERFIL que su cliente se va a presentar como “particular damnificado” y adelantó que pedirán la detención del personal policial involucrado. Además, reiteró su queja porque todavía no fueron incorporadas todas las imágenes de las cámaras de seguridad de la estación de servicio Shell. “Por este motivo denuncié a la fiscal Soledad Garibaldi por ocultamiento de pruebas”, señaló.
Un colador. El auto del comisario asesinado presentaba 31 orificios de bala, según el informe pericial oficial. El viernes 29 de marzo a las 10 de la noche, Martín intentó escapar del lugar a bordo de un Toyota Etios blanco que pertenecía a la flota de autos de la Dirección de Departamental de Investigaciones (DDI) de Lanús-Avellaneda.
Dos agentes encubiertos de la PFA intentaron detenerlo en la playa de estacionamiento como segundos antes habían hecho con su compañero, el capitán Eduardo Franicevich (47), quien supuestamente había recibido un sobre con el dinero de una coima a una banda narco que estaba siendo extorsionada. Como los policías no pudieron frenar el paso del auto comenzaron a disparar. Una, dos y hasta nueve veces, como mínimo.
En el informe pericial (N°111/2019) está el detalle de la cantidad de impactos que presenta el auto. La inspección externa señala doce orificios: tres en la puerta trasera derecha, uno en el parabrisas, dos en la luneta, uno en la puerta delantera derecha, uno en la tapa del baúl, dos en la puerta trasera izquierda, uno en el vidrio de la ventanilla trasera izquierda y otro en el faro trasero izquierdo.
De hecho, los voceros remarcaron que los peritos levantaron en el interior del coche cuatro vainas servidas de un arma calibre 9 mm como la que portaba el jefe policial: una estaba en el tablero y las otras tres en la guantera de la puerta delantera.
De los cinco policías bonaerenses que fueron detenidos en el inicio de la investigación solo uno continúa detenido: el capitán Franicevich.