POLICIA
El estado de la víctima es “irreversible”

‘Carita’ se entregó a la policía y confesó su participación en la golpiza a Lautaro Alvaredo

Fabricio Román Stella tiene 18 años y dijo que le pegó a Lautaro, pero aseguró que también recibió golpes a la salida del boliche en Laferrere, durante la madrugada del lunes. Según informó el auditor del centro donde el chico se encuentra internado, la víctima presenta muerte cerebral y para los especialistas las posibilibades de vida son “nulas”. “Carita”, como lo conocen, no tiene antecedentes y se presentó junto a su padre. Hay dos acusados que permanecen prófugos de la Justicia. Las similitudes con el caso de Fernando Báez Sosa, asesinado hace tres años en Villa Gesell.

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“Carita” se entregó junto a su padre a la comisaría. Reconoció haberle pegado a Lautaro Diego Alvaredo (que quedó con muerte cerebral y su estado es irreversible) en una pelea que se inició en el boliche al que fueron ambos grupos, en el partido bonaerense de La Matanza. Pero también dijo que él recibió golpes. 

El joven, de 18 años, fue identificado como Fabricio Román Stella. Se presentó junto a su padre y el abogado defensor en la Comisaría de Gregorio de Laferrere (ubicada en Monseñor López May al 3300) a las 23 del jueves.

“Carita”, como lo conocen, continuará detenido y se espera que los otros dos supuestos implicados de dejar a Lautaro con un cuadro irreversible sean atrapados. Mientras tanto, la familia de la víctima espera un milagro. 

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Ayer Stella le contó al fiscal Matías Forlino, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Temática de Homicidios Dolosos del Departamento Judicial de La Matanza, cómo fueron los hechos y confirmó su participación. Aseguró que él le pegó a la víctima, pero aclaró que también recibió golpes.

Es que el lunes pasado a la madrugada se enfrentaron los dos grupos de amigos afuera del boliche Cyrux. El alterado comenzó adentro porque supuestamente le rompieron los anteojos a uno del grupo de Lautaro y estos reclamaron el dinero del arreglo. 

Ambos grupos fueron sacados del boliche. La discusión continúo en la vereda y en una plaza. Así lo narró uno de los acusados ante el fiscal. 

Tras la declaración, el fiscal lo imputó por “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de tres o más personas”. Las fuentes explicaron a Télam que, si bien la víctima no falleció y permanece conectada con muerte cerebral, se considera que el delito está consumado bajo los parámetros de los artículos 36 y 37 de la Ley 27.447 de Donación de Órganos.

Además, el fiscal solicitó una rueda de reconocimiento por parte de testigos y de los otros amigos de la víctima que también participaron de la pelea.

Qué dice el parte médico de Lautaro

Lautaro sigue internado en la Clínica Mariano Moreno, de Moreno, con muerte cerebral.

El auditor médico de la clínica, Silvio Ortuondo, sostuvo el jueves ante la prensa que el joven está con “muerte cerebral” y que las expectativas de sobrevida son “nulas”, aunque como decíamos, sus padres recalcaron que esperan “un milagro”.

“Recién acabo de hablar con los padres y tienen todo explicado, se les explicó toda la evolución del paciente, y ellos esperan un milagro para que el chico salga adelante”, expresó Ortuondo. “Como todo, la medicina tiene un límite, en medicina dos más dos es cinco, se les dijo que, de un cien por ciento, hay una posibilidad de que salga adelante, pero eso solo Dios lo sabe, y ellos esperan que Dios los ayude y el chico salga adelante”, agregó.

Destacó que las posibilidades son “nulas” y por eso “como médico les recomendé hacer el milagro para otras personas, y que acepten el Incucai, es un cuerpo de 19 años que puede ayudar a mucha gente que está esperando el trasplante de algo para poder seguir viviendo, caso de los riñones, córnea, corazón y pulmones”.

Por el momento, el joven se mantiene conectado a los aparatos que le extienden la vida. 

Antes del encuentro violento con ambos grupos, Lautaro se comunicó con su padre, Diego, por WhatsApp. Le contó que ingresaron a un boliche de Laferrere. El hombre le recomendó que se alejara de los problemas. No fue así.

“Enfrente de la plaza de Laferrere. Un boliche que se llama Cyrux”, le contesta Lautaro ante la pregunta de su padre sobre dónde estaban. “Bueno, cuidate y alejate de los problemas”, le respondió.  

“El quería ir a bailar y me lo trajeron muerto”, se quejó el padre de Lautaro ante la prensa y pidió que “recen” por su hijo.

“Le pido a la sociedad que no lo hagan más, que no hay lógica para lastimar a una persona de esta manera, de intentar matar. Él me dijo que iba a la plaza de Laferrere y eso era todo”, sostuvo Daniel y destacó que él es chofer y se aleja de los problemas, como le había enseñado a su hijo.

El cuadro irreversible de Lautaro, para los médicos, hace recordar al crimen de Fernando Báez Sosa (18) en Villa Gesell hace tres años.

También había ido a un boliche con sus amigos. Y por una discusión adentro, los sacaron a ambos. 

En el caso de Fernando fue atacado por cinco de los ocho agresores de manera coordinada, según entendió la Justicia. Y condenó a Máximo Thomsen, los hermanos Pertossi, Matías Benicelli y Enzo Comeli a cadena perpetua. Mientras que a los otros tres le dieron 15 años de prisión.