Un hombre que presentaba un alto nivel de consumo alcohólico chocó esta mañana contra la entrada de un edificio en el barrio porteño de Palermo cuando intentaba manejar su automóvil.
El incidente ocurrió en la esquina de las calles Honduras y Acuña de Figueroa, tras lo cual la policía intervino y le practicó la prueba de alcoholemia que determinó que el hombre presentaba "2,75 gramos de alcohol en sangre", dijeron fuentes de la fuerza de seguridad.
La noticia parecía ser una más de las protagonizadas por conductores ebrios que luego de una noche agitada por el alcohol provocan este tipo de choques o hasta tragedias. Pero al analizar la patente del auto y tras escuchar lo que le dijo un miembro de la Policía Federal, se habría filtrado el dato que sería un agente encubierto de la fuerza.
La revelación que nadie esperaba fue captada por las cámaras de C5N y surgió de boca de un propio agente policial, quien, mientras trataba de convencer al conductor de que se quedara tranquilo para salir rápido del lugar, le dijo al oído, en tono cómplice: "Estamos tratando de sacar todas las filmaciones, es lo que me pidió tu jefe, Martinelli, el que te puso de encubierto", consignó Infobae.
El hombre, cuyo auto está a nombre de Marcelo Rey Balmaceda, protagonizó algunas escaramuzas cuando fue increpado por vecinos y reporteado por periodistas, al punto que en una aparente broma llegó a decir que era agente del FBI y de la Policía.
Sin embargo, fuentes de la fuerza de seguridad federal negaron, en diálogo con DyN, que el protagonista del incidente pertenezca a la Policía Federal.
Y, remarcaron que "por manejar en estado de ebriedad se dio intervención a la justicia contravencional", donde la magistrada María Luisa Rey dispuso que se hicieran "gestiones con el SAME para trasladarlo" a un hospital.
En tal caso, explicaron el automovilista "no tiene que ir detenido" pero como casi no se podía mantener en pie fue contenido por agentes policiales que lo convencieron para que subiera a una ambulancia. Su vehículo, en tanto, debió ser removido minutos después por una grúa.
