Raissa da Silva Cabreira, una niña indígena de 11 años que pertenecía a la etnia Guaraní Kaiowá, fue encontrada sin vida el lunes 9 de agosto tras haber sido violada en manada y arrojada desde un acantilado en Mato Grosso do Sul, Brasil.
Según informaron las autoridades policiales, del abuso y brutal femicidio participaron tres adolescentes y dos adultos. Uno de ellos, era el tío de la pequeña. Todos los involucrados confesaron haber planeado el crimen que tuvo lugar el domingo 8 de agosto.
En sus respectivas declaraciones, remarcaron haber obligado a la niña a ingerir una bebida alcohólica. Acto seguido, procedieron a golpearla y la llevaron a un acantilado cercano a la aldea Bororo, en donde residía con sus familiares y demás amigos.
Fue en dicho acantilado donde dos de los jóvenes y uno de los adultos se encontraron con los integrantes restantes del grupo. Allí perpetraron los abusos sexuales colectivos. La niña, todavía consciente, pidió ayuda a gritos e incluso se desmayó.
Al recobrar el conocimiento volvió a gritar, momento en el que los hombres decidieron arrojarla por el acantilado desde 20 metros de altura, según un comunicado policial. El cuerpo fue encontrado en la mañana de lunes al pie del acantilado.
Partes de su ropa yacían en el piso. Durante las primeras investigaciones efectuadas, al menos siete personas eran potencialmente sospechas. La necropsia confirmaba el abuso sexual. Horas después, los cinco involucrados confesaron el crimen.
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Erasmo Cubas, el delegado responsable del caso, agregó: “Los menores confesaron haber recibido una oferta en efectivo para arrastrar a la niña al lugar. Esa versión fue desestimada. Todos acordaron golpearla, llevarla al acantilado y violarla".
Las fuerzas de seguridad calificaron al episodio como "una barbarie": "Durante la barbarie, el tío de la víctima también participó en el crimen. Cuando la víctima comenzó a recobrar la conciencia, pidió ayuda y dijo que iba a denunciar a los perpetradores".
"Fue por ello que decidieron en conjunto echarla el acantilado para no ser descubiertos ”, dice un extracto de la nota firmada por la Policía Civil. Los adultos serán procesados por los delitos de violación vulnerable, femicidio y homicidio agravado.
El tío, identificado como Elinho Arévalo (34), confesó también haber violado a su sobrina en ocasiones anteriores desde que tenía 6 años. La líder indígena Sonia Guajajara exigió Justicia por la niña: “Paren de matar los cuerpos y el futuro de nuestras niñas y jóvenes”.
JFG / ED
