“Yo solo robé el auto”. Rodrigo Pititto (22), el cuarto sospechoso detenido por el crimen del colectivero Daniel Barrientos, reconoció que participó del robo del coche que presuntamente usaron los homicidas, pero dijo que no tuvo nada que ver con el asesinato.
El sospechoso, además, sembró más dudas respecto a los otros tres detenidos, Alex Gabriel Barone (19), Gabriel Alejandro Barone (24) y Antonio Fernando González (23), al afirmar que no los conoce.
Los Barone fueron señalados por los investigadores como los presuntos autores del crimen del colectivero, ocurrido en la madrugada del lunes 3 de abril en el cruce de las calles Bernardino Escribano y Cullen, en el partido de La Matanza.
Bajo amenazas con armas, los delincuentes le robaron la mochila a una pasajera y luego dispararon contra el chofer indefenso, a pesar de que no ofreció resistencia, quien murió sentado al volante de su unidad.
Ante esa situación, un efectivo de civil de la policía de la Ciudad se identificó, extrajo su arma reglamentaria y se enfrentó a tiros con los asaltantes.
En el lugar se realizaron 16 disparos y una cámara de seguridad registró el momento en el que los ladrones huyeron corriendo hasta el cruce de una calle en la que se presume los aguardaba el auto Siena en el que finalmente escaparon.
González, alias “Pancho”, y Pititto están acusados por el robo del Fiat Siena patente AA 185 NL, que se cree fue utilizado en el hecho y que apareció quemado el mismo lunes en la zona.
Los voceros dijeron que el cuarto sospechoso le dijo al fiscal de la causa, Gastón Duplaá, que robó el Siena pero aclaró que no conoce “a los detenidos por el asesinato del colectivero”.
González, en cambio, negó todos los cargos que se le imputan, al igual que los otros dos acusados por el homicidio de Barrientos.
Los familiares de los Barone también dijeron que los acusados no tienen “nada que ver” y que son dos “perejiles”. Ezequiel, hermano de Gabriel, aseguró al canal TN que estaba con él cuando la policía llegó a su casa para detenerlo y que no podía creer lo que pasaba.
“Recién el jueves mi madre pudo ver a Gabriel en la comisaría y le dijo que jamás hizo lo que lo acusan, que no tiene nada que ver con el hecho”, ratificó el hombre, quien agregó que a su hermano lo detuvieron “por el teléfono celular”.
Por lo pronto, la fiscalía dispuso los peritajes de los aparatos secuestrados para establecer los roles que supuestamente desempeñó en el hecho cada uno de ellos.