Arshak Karhanyan, el joven policía de 27 años desapareció misteriosamente el 24 de febrero, participó como perito de la División Cibercrimen de la Policía de la Ciudad, en la primera etapa de la causa que investiga la muerte del ex fiscal de la UFI AMIA, Alberto Nisman.
Su celular, donde los investigadores podrían hallar pistas claves, fue manipulado de tal manera que se eliminaron todos los datos. Aunque, la Policía Federal pudo recuperar información, el último mes está perdido, al igual que su dueño. Por datos vinculados a su paradero, el Ministerio de Seguridad ofreció medio millón de pesos.
Su casa, un departamento de dos ambientes alquilado sobre Avenida Directorio al 900, esperaba la vuelta. Había libros y cuadernos abiertos, porque el joven se preparaba para un examen de la carrera de Ingeniería en Informática, que cursa en la UTN. La ropa recién tendida y sus dos celulares -uno de la Policía de la Ciudad- que permanecían en la propiedad, son otros indicios de que Arshak pensaba regresar.
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Fuentes de la investigación indicaron a PERFIL que estiman que el joven ejecutó maniobras para no dejar rastros de sus movimientos: creen que evitó llevar sus celulares para nadie pudiera rastrearlo y sacó dinero de un cajero para pagar con efectivo la pala, que guardó en su mochila. ¿Para qué una mochila? “Para enterrar o desenterrar algo”, creen sus allegados. Opinan, además, que luego de caminar por la Avenida se habría subido a un vehículo, que podría ser una moto.
En 2018, el joven de raíces armenias se desempeñó como chofer y custodio del jefe de la Divisón de Exposiciones, antes se había desempeñado en Cibercrimen, donde tuvo en sus manos los equipos del fallecido fiscal Alberto Nisman. Algo sucedió que lo dejó afuera de ambas dependencias de investigaciones y terminó en la comisaría de Caballito.
Arshak Karhanyan no era un oficial de policía común: aunque por una serie de castigos había pasado de “integrar una brigada de investigaciones a estar una esquina con uniforme”, conocía muy bien las tácticas de inteligencia para pasar desapercibido. Algo sucedió que le impidió volver y podría estar relacionado con su trabajo. Desconfían, en ese sentido, del operativo de búsqueda.
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Además, la visita de Leonel Herba, un ex compañero de la División de Exposiciones antes de desaparecer inquieta a su entorno.El encuentro, en la puerta de Arshak, fue captado por una cámara de seguridad de una propiedad cercana. En la grabación se puede observar a los dos policías escuchando un audio desde el celular del visitante que declaró como testigo en la causa. Poco después, el estudiante de ingeniería dejó su departamento y nada más se supo de él.
La respuesta podría estar en su celular particular, pero datos claves fueron borrados del aparato, luego de ser incautado. En un informe, peritos de la Policpia de la Ciudad, antes a cargo de la investigación que ahora depende de la Policía Federal, explicaron al fiscal de la causa, Santiago Vismara, porque podría haberse escurrido la información de sus manos.
“Cumplo en informar que el personal técnico de esta dependencia procedió al análisis del celular marca Iphone 7, con tarjeta SIM de la empresa Movistar, mediante la herramienta forense denominada UFED 4PC, procediendo a su enlace con un ordenador de esta dependencia, siempre encontrándose apagado y previamente haberle extraído la tarjeta SIM”, explicaron en la nota firmada por el jefe de Investigaciones Especiales. “Es así, que el personal especializado al notar que la herramienta antes indicafa no reconocía el equipo se procedió a desconectarlo e insertarle nuevamente la SIM, para posteriormente encenderlo y visualizar en su pantalla la frase que rezaba textualmente: “Iphone desactivado””, es decir, que los datos que contenía el celular fueron desactivados. Al no tener la clave de Itunes, estarían perdidos por siempre. Los peritos apagaron, entonces, el equipo.
Sin embargo, dieron un argumento por el que podría haberse borrado la información: el hermano de Arshak les informó que el día del allanamiento a su casa, “habría intentado desbloquear el equipo tras la introducción de distintas contraseñas que consideraba que podrían ser” las correctas, “habiendo realizado esta acción en varias oportunidades, siendo todas estas fallidas”. Esta maniobra pudo ser la responsible de acabar con la información, dicen los peritos que no descartan que la manipulación de la tarjeta SIM pudo haber sido las causantes del error.
El aparato terminó en manos de peritos de la federal que pudieron acceder a parte de la información, excepto al último mes antes de la desaparición. Analizan los datos disponibles sin demasiada esperanza de encontrar allí indicios sobre la misteriosa desaparición.
CDL EA
