POLICIA
la víctima era un ingresante de la fuerza de río negro

Declaran culpables a cuatro policías por una muerte

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Mandagaray. Lo obligaron a tirarse al mar pese a que no sabía nadar. | cedoc

Los cuatro instructores policiales que fueron juzgados por la muerte de un ingresante a la Policía de Río Negro, a quien obligaron a entrar al mar pese a que no sabía nadar, fueron declarados culpables y podría recibir penas de entre uno y cinco años de prisión.  

El oficial Gabriel Mandagaray falleció en 2021 durante el curso de ingreso, a partir de las órdenes que recibió de parte de los instructores Alfredo Nahuelcheo, Marcelo Contreras y Maximiliano Vitali Méndez; y del coordinador Alejandro Gattoni, quienes estaban al frente de los ingresantes al Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER) de la Policía de Río Negro.

Según fuentes judiciales, los cuatro efectivos fueron hallados culpables por el el delito de “homicidio culposo”,  por el cual el Código Penal establece una pena de prisión de uno a cinco años e inhabilitación especial de entre cinco y diez, “por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo que causare a otro la muerte”.

Mientras que el abuso de autoridad prevé un castigo de prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por el doble de ese tiempo.

Los magistrados indicaron que ahora resta la instancia de cesura, que se desarrollará en los próximos días, mediante la cual se impondrá la pena para los acusados.

Además de esos delitos, el policía Contreras también fue declarado culpable de lesiones leves hacia otro oficial cursante.

De acuerdo con la acusación, todo comenzó el 12 de abril, a 40 kilómetros de Bahía Creek, donde los instructores y el coordinador hicieron ingresar a los cursantes en un estanque de agua para luego iniciar la caminata hasta la playa en la que acamparon hasta el día siguiente.

También fueron obligados a soportar prácticas humillantes como “orinarlos, colocarse máscaras de excremento de animal sobre sus rostros y hacerlos ingresar al mar a altas horas de la madrugada, en plena oscuridad y sin ninguna medida de seguridad”.

Para los acusadores, el 15 de abril de 2021, en el marco del entrenamiento presenciado por el coordinador, Mandagaray fue obligado a ingresar al mar junto a dos compañeros con el uniforme policial completo, incluido los borceguíes y todas las armas reglamentarias.

Previamente, Mandagaray había manifestado que “no sabía nadar”, lo que no fue tenido en cuenta, dado que el oficial y sus dos compañeros fueron instados a ingresar al agua cargando entre los tres un tronco de unos dos metros de largo.