El clima de nerviosismo que se ha instalado en los últimos días, como previa a la Cumbre del G20 en Buenos Aires, tuvo este viernes también un "capítulo Aeroparque", con un paquete sospechoso en un sector del primer piso que hizo que se desalojara el lugar, hasta que la policía desactivó el asunto, señalando que se trataba de un paquete con sábanas.
"No era nada serio, eran sábanas y ya apareció la dueña, que se las había olvidado", señaló una fuente de la estación aérea, quitándole dramatismo a la cuestión.
La situación se produjo en el marco de un día especialmente tenso en Aeroparque, por las asambleas de Aeronavegantes, que obligaron a la cancelación o postergación de decenas de vuelos, lo que derivó en la bronca de centenares de pasajeros que no sabrían cuando podrían finalmente encarar los viajes a destino.
El tema de las sospechas de bombas ha generado un clima de nerviosismo, luego que el miércoles explotara una bomba casera mientras una pareja anarquista la manipulaba frente a la tumba del ex jefe policial Ramón L. Falcón, en el Cementerio de la Recoleta. La pareja fue detenida y la mujer resultó gravemente herida cuando intentaba tomarse una selfie poniendo la bomba en la necrópolis y el dispositivo estalló.
Un rato más tarde fue detenido un sujeto, también vinculado a sectores anarquistas, sorprendido cuando dejaba otro artefacto explosivo frente a la casa del juez Claudio Bonadio, en Palermo. Y este jueves también hubo que desalojar la galería Obelisco Norte, bajo la 9 de Julio, por la aparición de un objeto sospecho en las escalinatas, lo que luego la Brigada de Explosivos de la Policía Federal comprobó que era un viejo aparato de televisión portátil, de 7 pulgadas.