La localidad de Virrey del Pino, partido de La Matanza, se transformó en un escenario de bronca, indignación y violencia luego de que madres, padres y familiares acusaran al portero de un jardín de infantes de abusar sexualmente de al menos 25 niños. Por la noche hubo represión policial y piedrazos.
Desmanes, destrozos del establecimiento a pedradas y balas de goma fueron el resultado de una protesta de familiares que acusan que más de una veintena de menores fueron violados por el encargado del Jardín 1000 del Barrio Nicole.
El hecho comenzó temprano, el martes por la tarde, con el arribo de decenas de personas al establecimiento exigiendo justicia por los chicos de entre 4 y 5 años que concurren allí.
Absortas, las autoridades no cumplieron con el pedido de explicaciones y la tensión fue aumentando. El acusado, un portero de edad avanzada y veterano de la Guerra de Malvinas, fue abordado por los familiares mientras era trasladado por un auto blanco.
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La bronca con el hombre llegó a la agresión física: cuando estaba en la parte trasera del vehículo, fue atacado a golpes por los vecinos. El auto aceleró, tratando de salvar su integridad.
Fue solamente el prólogo de lo que ocurriría horas mas tarde. Entrada la noche, la protesta en las afueras del Jardín fue subiendo de temperatura, con piedrazos al lugar y quema de neumáticos.
Las autoridades del establecimiento se encontraban allí resguardadas, ya que no había condiciones de seguridad para abandonar el lugar. Cuando la situación ya no tuvo retorno, se empezaron a escuchar los primeros disparos.
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La balacera de proyectiles de goma disparadas por la policía originó corridas y desmanes. En las imágenes que trascendieron se observa una oscuridad casi total, acompañada de gritos y descargas de armas.
A causa de los destrozos, el establecimiento quedó inhabilitado para dar clases, custodiado además por efectivos policiales de la provincia de Buenos Aires. El acusado está siendo investigado por la justicia.
GI/fl
