Este doble crimen ocurrió en 2019 en el partido bonaerense de San Fernando. Los acusados son Rubén Grasso, de 40 años, su medio hermano Roberto Juan Alegre, de 45, y el remisero Alexis Miguel Bonnet, de 32.
Los tres podrían recibir la condena de prisión perpetua por los delitos de "doble homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por ser cometido criminis causae, en concurso material con robo agravado en poblado y en banda".
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Jéssica Alberti Cigola y Leonardo Fernández fueron asesinados a puñaladas y golpes el 23 de octubre de 2019 en la localidad bonaerense de San Fernando. Tras la investigación se imputó a los tres acusados.
Un mes atrás, Grasso, uno de los acusados, confesó haber sido el autor del crimen junto con su medio hermano y sostuvo que “era él o yo”. El acusado aseguró que había entre la víctima y ellos una relación de “negocios” que comenzó en una fiesta en Nordelta organizada por los narcotraficantes Germán y Cristián Heredia.
Según confesó el acusado, el vínculo entre ellos incluía falsificación de documentos, dólares y tarjetas de crédito y que el mago era inversor. “A mí me daban dinero y droga a cambio del trabajo”, confesó, según las declaraciones recopiladas por Télam.
“Se venía enojando porque lo estábamos cagando”, dijo en relación a Fernández y agregó: “Los últimos días me venía insistiendo para que nos veamos por este tema. Por eso, me amenazó con un sicario”.
Según detalla Télam, Grasso recordó que la noche del 23 de octubre del 2019 Alex se presentó en su departamento, en San Fernando, con su novia Cigola. Tanto él como su hermano estaban “muy drogados” y llevaban varios días sin dormir. Comenzaron a discutir y “todo se fue de las manos. Mi hermano me lo sacó de encima y le pegó con un cortafierros que tenía arriba de mi mesa que lo usaba para sacar la batería de mi moto".
Luego de lo ocurrido se fueron del lugar y tanto Grasso como su hermano regresaron a la noche siguiente con el remisero Bonnet en el auto de Fernández para dirigirse a la casa del mago en el barrio porteño de Parque Patricios, donde fueron a robar cocaína.
Las autopsias determinaron que Fernández fue asesinado a golpes en la cabeza con un fierro industrial con un bulón en la punta, que el ataque fue en el living y que luego el cuerpo fue arrastrado hasta un baño; y que a Cigola la mataron en un dormitorio de tres puñaladas en el cuello con un cuchillo encontrado sobre la cama.
