POLICIA
"con lo que robamos nos podemos ir a china o paraguay"

El macabro plan de los acusados por el crimen del mago y su novia

Las escuchas telefónicas a los dos hermanastros detenidos por los asesinatos revelan la idea que tenían y dan pistas sobre el móvil del caso.

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Retratos. Las víctimas, Leonardo Fernández y su pareja Jessica (izq.). Los acusados, Roberto Alegre y Rubén Grasso (der.). | cedoc

Los crímenes del mago Leonardo Guillermo Fernández (53) y su novia Jessica Alberti Cigola (24) en San Fernando dejaron como saldo tres personas detenidas, dos de ellas hermanastros, y una duda que con el paso de las horas se fue dilucidando hasta arribar a una certeza, y que reza que los homicidios se ejecutaron con fines económicos, según informaron fuentes judiciales.

Todo se inició la madrugada del jueves 24 de octubre, cuando las víctimas aceptaron una reunión con los ahora imputados –Rubén Grasso (36) y su medio hermano, Roberto Alegre (41), con quien comparten madre– en la casa de uno de ellos. Tras permanecer un día secuestrados, ambos serían asesinados; apareció el cuerpo del mago en el baño, con una doble fractura de cráneo provocada por un caño metálico industrial con un bulón en la punta, y el de su pareja en una habitación, con tres puñaladas en el cuello, que le seccionaron la aorta –y le llenaron los pulmones de sangre–, y varios golpes en el rostro que hasta le reventaron la órbita del ojo izquierdo.  

Voceros de la fiscalía que investiga el hecho, comandados por Alejandro Musso, le confiaron a PERFIL que la hipótesis que manejan es la del robo, ya que los responsables “tenían conocimiento de la situación patrimonial de Fernández”.

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La hipótesis que manejan los invetsigadores es la del robo

En ese sentido, contaron que Grasso y el ilusionista, que animaba fiestas en la zona de Nordelta aunque hacía unos cuatro años se había alejado de ese mundo, se conocían desde hacía un tiempo. “Los vinculaba la noche y la adicción a las drogas”, mencionaron, y tal vez lo que acabó con la vida de Fernández haya sido su propulsión a hablar de más. “Se jactaba de que tenía bastante dinero encima”.

Con ese dato, los involucrados los llevaron engañados hasta el departamento de Grasso, donde pondrían en ejecución su propósito: “Decidieron sacarle todo lo que tenía. Desconocemos si el plan original era matarlo o si eso sucedió del devenir de la situación. El motivo final, sí, era silenciarlo, pero posiblemente no estaba como parte integral inicial del plan”, relató la fuente.

Decidieron sacarle todo lo que tenía. Desconocemos si el plan original era matarlo o si eso sucedió del devenir de la situación

Perfiles criminales. En el inmueble, y durante un día, se materializaron las torturas, con el propósito de que revelara dónde escondía los 150 mil dólares que buscaban (aunque algunos mencionan que acumulaba más de dos millones de dicha moneda). Alertados por los gritos, vecinos del edificio llamaron al 911, pero los agentes que acudieron a la denuncia no notaron nada extraño. Ya sobre la madrugada del viernes, policías de la Ciudad observaron que el garaje de una vivienda de Parque Patricios estaba sospechosamente abierto.

De allí salió un hombre, asegurando que había sido mandado por “dos hermanos para vaciar la casa”, que luego se determinó que pertenecía al ilusionista, y que ya había sido visitada por Grasso y Alegre en al menos una oportunidad. “Robaron los 150 mil dólares pero creyeron que había más y enviaron a buscar al tercer implicado”, que también estaba al tanto del plan y que fue identificado como Alexis Bonnet (28). Este aportó datos de quiénes lo contrataron y se llegó así hasta la vivienda de San Fernando, donde fueron hallados los cadáveres. Si bien los sospechosos no estaban, terminaron cayendo en Quilmes: el menor de los dos en un hotel –tenía en su poder $ 200 mil, drogas y el DNI de Fernández– y el restante en un asentamiento.

Con esta plata nos vamos a Paraguay o China, y después vemos qué hacemos, presumieron los sospechosos del crimen

Por lo que este medio pudo averiguar, los hombres “estaban necesitados de efectivo”. En base a escuchas telefónicas, se estableció que con el dinero sustraído iban a arrancar de nuevo en cualquier lugar. “Con esta plata nos vamos a Paraguay o China, y después vemos qué hacemos”, presumieron.  

Ambos “son miembros de una familia conflictiva de Berazategui compuesta por cinco hermanos, el mayor policía en Tandil y otro actualmente detenido en el norte”. Grasso “no cuenta con antecedentes pero sí fue señalado en causas de estafas con dólares falsos y compras con tarjetas. Era un buscavida, pensante y medianamente peligroso, aunque no de acción. No ejercía violencia porque para eso lo tenía a Roberto. El sí dijo que estuvo cinco años preso por delitos contra la propiedad en zona sur, y que ahora estaba con algún tipo de beneficio. Es violento, difícil y su hermano lo reclutó con el fin de que hiciera lo que tenía que hacer si las cosas se ponían bravas, como ocurrió”.

Los investigadores sospechan que fue él “quien ejecutó de propia mano” a las víctimas, “o al menos el que inició los homicidios”, de los que también participó Grasso, ya que detectaron “improntas de lucha en su cuerpo, como arañazos, golpes y raspones, típicas lesiones defensivas”.  

Introduciéndose más en el perfil de este último, las fuentes revelaron que “en su estilo de vida más de estafador y vividor, tiene más luces que su hermano. Es muy difícil en el trato, de acuerdo a sus antiguas relaciones. Su ex mujer declaró y habló muy mal de él”. En ese sentido, se supo que tiene dos hijos a los que no puede acercarse debido a una restricción perimetral y que, ante eso, tomó como propios a los hijos de su ex, que tienen la misma edad, por lo que ella lo calificó de “psicópata”. Por último, Alegre “salió de prisión y se instaló en Los Polvorines con una mujer mayor que tiene varios hijos”. 

 

Penas de perpetua

Mientras la causa avanza, los implicados se encuentran formalmente detenidos y el fiscal Musso tiene dos semanas, más otros 15 días prorrogables, para solicitar las prisiones preventivas.

Deberá probar la participación en los crímenes de los sospechosos y, en ese sentido, fuentes judiciales indicaron que “hay pruebas que ubican a Bonnet en el hecho”, entre ellas una filmación donde se lo ve con ambos hermanos. “Participó con ellos de toda la secuencia del robo y aparece también en el tramo posterior a la data de muerte” de las víctimas. “Se puede interpretar que hay una división de roles y que él conocía el plan. Veremos qué dice en la indagatoria que tendrá lugar  la semana que viene”. Por lo pronto, él mismo dijo que “fueron y vinieron de San Fernando a Parque Patricios al menos dos veces”.    

Por su parte, Alegre confesó, al ser atrapado, su participación en el robo, aunque se desligó de los asesinatos. Sin embargo, sus dichos carecen de validez ya que optó por el silencio frente a Musso.

Los tres serán acusados de los delitos de “doble homicidio doblemente calificado con concurso premeditado por dos o más personas, y por criminis causa”, que contempla la prisión perpetua. Nada se sabe, en tanto, de los 150 mil dólares.

 

Paso a paso

◆ A las 0.47 del jueves 24 de octubre, Fernández y Cigola llegan al departamento de Grasso, en San Fernando. A las 2 un vecino llama al 911 porque oye gritos, pero se fueron al no percibir nada extraño. A las 23.30 fueron asesinados.   

◆ El viernes, a las 4, la Policía descubre a Bonnet robando en la casa de Parque Patricios del mago, donde los hermanastros Grasso y Alegre ya habían estado y se habían apoderado de 150 mil dólares.

◆ El sábado 26 son descubiertos los cadáveres.

◆ El domingo se logra la detención de Grasso en un hotel de Quilmes. Tenía consigo $ 200 mil, drogas y el DNI de Fernández.

◆ Por último, el martes 29 cayó el último implicado, Alegre, en un asentamiento de Villa Luján, Quilmes.