POLICIA
buscan a un sosapechoso

Doble femicidio en Rosario: matan a dos amigas ante la presencia de los cuatro hijos de una de las víctimas

Carla Cabaña tenía 33 años y Magalí Páez, 19. Las asesinaron de un disparo en la cabeza en la zona noroeste de Rosario, mientras los cuatro hijos de la mayor de ellas, de entre 2 y 12 años, dormían en la habitación. Los gritos de los chicos y los ruidos de los disparos alertaron a los vecinos que llamaron a la Policía. Los investigadores buscaban al novio de Magalí, aunque no descartaban la hipótesis de que el doble crimen estuviese vinculado con el narcotráfico. “Hablamos de femicidio porque fue un hecho violento dirigido contra dos mujeres desamparadas en un contexto de vulnerabilidad clara”, dijo el fiscal.

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Escena. La policía de Rosario cerró la cuadra ante la conmoción de vecinos y familiares que escucharon las detonaciones a las 6.45 de la mañana y dieron aviso al 911. | rosario3

Carla y Magalí tenían un tiro cada una en la cabeza. Todo sucedió en la vivienda de una de ellas en la periferia de Rosario. Se trata de una propiedad precaria, de pequeñas dimensiones y sin, siquiera, tener cerradura en la puerta. Allí fueron asesinadas las dos jóvenes, que en ese momento estaban en el lugar con los cuatro hijos menores de edad de una de ellas. Ahora la policía busca al novio de “Magui” para confirmar o descartar si está vinculado con este doble femicidio. Aunque no se descarta que el hecho esté relacionado con el mundo del narcotráfico.

Hacía unos tres o cuatro días que Magalí Páez (19) se había mudado a la casa de su amiga Carla Cabaña (33), madre de cuatro chicos de entre 2 y 12 años. Magui, como la llamaban sus familiares, fue a esa propiedad luego de que se fuera del lugar en donde vivía con su novio y sus suegros porque aparentemente sufría violencia de género.

Así lo expuso Camila, la hermana de la víctima más joven, a la prensa local: “Ellas eran amigas y Magui se había ido a vivir ahí hacía una semana atrás porque tenía problemas de violencia de género con su pareja, llamado Facundo”. Además informó que “antes vivía en la casa de la suegra, que es a la vuelta, pero se fue de ahí para venir a vivir con su amiga”.

Todo ocurrió en una casa ubicada en la calle Luzuriaga al 2400, en el barrio Nueva Alberdi, ubicado en la zona noroeste de Rosario. A las 6.45 de la mañana de ayer se dio aviso a la policía de que se habían escuchado disparos. Una patrulla del Comando Radioeléctrico encontró los cuerpos de las jóvenes en el interior de la casa. Allí también estaban los cuatro hijos de una de las víctimas. 

“Hablamos de femicidio porque fue un hecho violento dirigido directo contra dos mujeres desamparadas en un contexto de vulnerabilidad clara”, manifestó en la mañana de ayer a la prensa apostada en el lugar el fiscal a cargo de la investigación, Patricio Saldutti.

Y en esa línea investigativa apuntó que se busca “al novio de una de las mujeres para ver qué datos puede aportar”. Además de que “se investigan las relaciones personales de cada una de las víctimas”.

Pero otra de las líneas que se baraja está vinculada con una presunta deuda de dinero vinculada a la venta de droga que tendría Camila, según informó el diario La Capital. “Hay medidas en curso que se mantienen en reserva, para determinar el móvil del hecho y si tendría o no algún vínculo con la venta de estupefacientes ilegales”, informaron fuentes judiciales a PERFIL en este sentido.

En la escena del crimen se encontró “indicios de consumo de drogas”, informó el fiscal. 

Doble crimen. El fiscal Saldutti detalló que “ambas tienen un disparo en la zona de la cabeza” y que lo tiros “fueron efectuados, según los peritos, a corta o media distancia”. El funcionario judicial destacó que fueron secuestradas dos vainas servidas calibre 9 milímetros pero que “el arma no se encontró”. La autopsia determinará si las víctimas tienen otro tipo de heridas, golpes o disparos, ya que, por protocolo, en causas que son investigadas como femicidio, los cuerpo son llevados a la morgue intactos, con sus ropas o como fueron encontrados.  

“Se investiga si el agresor ingresó para cometer el crimen o si ya se encontraba en el interior de la vivienda cuando se produjo algún tipo de discusión que provocó este desenlace”, informó el fiscal. 

El fiscal detalló las condiciones en las que vivían las seis personas (las dos víctimas y los menores) en esa casa. “La vivienda es muy precaria, la puerta no tiene cerradura. El lugar es muy chiquito. En la cocina hay una cama y los cuatro chicos de entre 2 y 12 años creemos que dormían con su madre (Cabaña) en el único cuarto que hay”, describió Saldutti.

Se presume que los menores estaban durmiendo en la casa cuando ocurrió el doble femicidio. En ese sentido, el fiscal contó que los hijos de Cabaña fueron “puestos a resguardo” y, de ser necesario, podría solicitarse que declaren en cámara Gesell. 

“Los vecinos relataron que escucharon los dos impactos, o estos dos ruidos, porque en un momento pensaron que eran piedras sobre las chapas. Y luego escucharon los gritos de los chiquitos que estaban dentro de la vivienda”, relató el fiscal. 

La hermana de Magalí contó que el jueves se habían reunido con la ahora víctima para que se fuera a vivir a su casa porque consideraban ese lugar inseguro. “Ayer vinimos a hablar con ella. Mi hermana estaba con su pareja Facundo, que supuestamente ahora está desaparecido”, relató y agregó: “Yo quería llevar a Magalí a mi casa, porque sabemos que pasan cosas malas en el barrio”. 

Unas nueve horas antes de este crimen, había sido asesinada otra joven en Rosario. Le dieron múltiples disparos y todo quedó registrado en cámaras de seguridad de la zona (ver aparte).

Con estos hechos, los homicidios ocurridos en el departamento de Rosario en lo que va del año ascienden a 208. Entre enero y agosto de 2022 se cometieron 195 crímenes, según el último informe del Observatorio de Seguridad Pública. El 23 por ciento de esos hechos tuvieron como víctimas a mujeres.

 

Otro asesinato en el barrio

“La víctima estaba parada en esa esquina cuando llegan dos sujetos en moto con quienes ella interactúa durante unos minutos. Había cierta relación entre la víctima y estos dos sujetos. Tras ese intercambio de palabras, uno de los hombres, el que estaba de acompañante en la moto, extrajo un arma de fuego y le disparó, quedó todo registrado en las cámaras de seguridad de la zona que ya fueron secuestradas”. De esta manera detalló el fiscal Patricio Saldutti un nuevo homicidio registrado en la ciudad de Rosario.

La víctima fue identificada como Ludmila Loreley Orellana. Tenía 22 años y el día anterior a su asesinato había ido a visitar a la cárcel a su pareja. Por eso no se descarta que el móvil del hecho esté vinculado con un crimen mafioso.

El hecho se registró el jueves a las 21.30 en las calles Génova y Chaco, del barrio Empalme Graneros, ubicado en la zona norte de la ciudad de Rosario.

La víctima fue llevada de urgencia al hospital de la zona, pero murió por las múltiples heridas recibidas en distintas partes del cuerpo. 

Las marcas de sangre quedaron plasmadas en la esquina donde fue ultimada y toda la secuencia del crimen quedó registrada en las cámaras de seguridad de la zona.