Cuando uno de los hermanos del sacerdote Oscar Juárez (67) recibió el llamado en el que le informaban que habían encontrado al párroco asesinado, inmediatamente lo relacionó con una importante suma de dinero que el día anterior le había dado el religioso para que se lo cuidara. Luego esa se convirtió en la línea investigativa más fuerte del caso y por la que está siendo juzgado el hijo de la secretaria administrativa de la parroquia donde ocurrió el crimen.
El padre Juárez fue hallado muerto en la casa parroquial el 15 de julio de 2020 en Tucumán. Su cuerpo fue encontrado tendido en el piso y con una cinta en la boca por la mujer que limpiaba el lugar. Le habían dado 14 puñaladas.
El juicio por el crimen del sacerdote comenzó este lunes con un único acusado: el hijo de la secretaria administrativa de la parroquia. Se trata de Jorge Leonardo Herrera (34) que está imputado por el delito de “homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y criminis causae”.
El crimen generó gran conmoción en los fieles que concurrían a la Parroquia San Martín de Porres y en la familia del sacerdote. El hermano de la víctima declaró este lunes en el juicio que cuando lo llamaron para avisarle lo que había pasado con el padre Oscar “automáticamente lo relacionó con la plata”.
Es que el día anterior, según narró, su hermano le había entregado una importante suma de dinero para que “se la guardara”. Eran 60 mil dólares y, según se dijo en un principio, era el ahorro de toda su vida.
Al día siguiente del crimen del sacerdote, su hermano le entregó a la ex fiscal del caso Adriana Giannoni (hoy jubilada) el dinero en un sobre. Luego surgió un interrogante con respecto al origen del mismo. Fue cuando el ex arzobispo de Tucumán Aldredo Horacio Zecca (quien falleció la semana pasada) dijo que le había entregado al padre Oscar 50 mil dólares para que se instalara un aire acondicionado en la parroquia. Según recordó esto había pasado "en 2014 o 2015" luego de "la venta de una propiedad del arzobispado".
En ese momento, la fiscal decidió guardar el dinero en una caja de seguridad hasta que se resuelva luego del juicio a quién pertenece.
Sobre este punto declaró en el juicio este martes, el arzobispo Carlos Sánchez. “Yo me enteré después de la muerte de Oscar, y cuando su hermano entregó el dinero a la Fiscalía, de la administración del obispado me avisaron de este convenio que había hecho monseñor Zecca con el padre Oscar para un futuro beneficio de la parroquia San Martín de Porres. Eso está escrito, protocolizado”, explicó tras la consulta del abogado defensor si existía un registro formal sobre la entrega de ese dinero según informó La Gaceta.
Pero al mismo tiempo aclaró que eso “habría sido en 2014” por lo que “no sé si el dinero que le entregaron a la fiscal Giannoni es del Arzobispado”.
Por otro lado, sostuvo que el padre Oscar “no era un hombre de fortuna, era austero y lo que tenía lo compartía”. Contó que se conocían desde muy jóvenes y que fue “terrible” cuando vio el cuerpo del sacerdote en la casa parroquial.
El acusado. Herrera decidió no declarar en la primera audiencia del debate. Cuando ocurrió todo, él vivía a la vuelta de la parroquia. Su mamá, Norma, era una persona de confianza del religioso porque era su secretaria. Pero pocos días después del crimen, el joven fue detenido acusado de matar a Juárez.
Las cámaras de seguridad fueron importantes para ubicarlo en la escena del crimen en el momento en que los peritos determinaron que había sido asesinado.
Cuando fue detenido Herrera, le secuestraron un pantalón y un par de zapatillas manchadas con sangre. Las pericias confirmarían luego que esos restos hemáticos eran compatibles con el perfil genético de la víctima. En la casa parroquial también encontraron huellas que pertenecían al acusado, según los peritos.
Ahora el tribunal integrado por los jueces Gustavo Aldo Romagnoli, Fabián Fradejas y Luis Morales Lezica tendrán que definir al final del debate si el acusado fue el autor material del crimen del sacerdote y qué es lo que pasará con los 60 mil dólares.
NG / MCP