Encontraron muerta a la mujer que accionó dos veces el botón antipánico
El cuerpo de Carla Soggiu fue hallado en el Riachuelo, a cuatro kilómetros de su casa. Cómo fue el último contacto con el centro de monitoreo. “Tengo la cara tapada”, dijo.
Macabro. La reconocieron por un tatuaje y un piercing. |
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Antes de desaparecer, el 15 de enero pasado, Carla Soggiu accionó dos veces el botón antipático, diseñado para asistir –de urgencia– a víctimas de violencia de género. Ayer por la mañana, cuatro días más tarde, la encontraron empleados encargados de la limpieza del Riachuelo, a la vera del curso de agua, a la altura del barrio porteño de Barracas, a unos cuatro kilómetros de su casa.
Pasado el mediodía, sus padres la reconocieron por imágenes de la ropa, un tatuaje y un piercing que el fiscal a cargo de la investigación, César Tronco, les mostró a través de fotografías. Y pese a que la evaluación forense preliminar indicaba que Carla, de 28 años, había muerto ahogada, que su cuerpo estuvo sumergido desde el mismo día que desapareció y que no había signos de violencia en el cuerpo, la familia aguardaba anoche el resultado de la autopsia del Cuerpo Médico Forense para dar un mensaje.
Tras activar el botón de pánico por segunda vez, se registró la siguiente conversación en la Central de Alamas de la Policía, a las 21:07.
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—CENTRAL DE ALARMAS DE LA POLICIA (CAP): Hola Carla, soy... de Central de Alarma de la Policía de la Ciudad. ¿No ves un cartel cerca? ¿No podes ubicar a ninguna persona?
—C: No, estoy metida en la Villa.
—CAP: ¿Fuiste ahí por alguna razón o porque te perdiste?.
—C: Me perdí.
—CAP: ¿Y no ves ninguna numeración o persona?
—C: Ahora me voy a levantar porque estoy sentada sobre barro, si me das un segundo que me pueda incorporar (se escucha respiración agitada y agua, Carla se ríe).
—CAP: Carla, ¿vos te encontrás bien o estas lastimada?
—C: No, lastimada no estoy pero no me puedo levantar porque estoy sobre el barro.
—CAP: ¿Te enterraste?
—C: Si.
—CAP: Buscá la forma de pararte, tranquila.
—C: Hay mucho olor a combustible.
—CAP: ¿Te pudiste incorporar?
—C: Si.
—CAP: A mi me figura que estas cerca de tu casa.
—C: Si, puede ser.
—CAP: ¿Empezaste a conocer el barrio?
—C: No, estoy metida en el barrio.
—CAP: ¿Podes salir a una calle?
—C: Si, ahí me estoy incorporando.
—CAP: Tenemos un móvil en la zona pero si estas metida dentro de la villa no te va a encontrar, necesito que vayas a la calle Berruti.
—C: Si, dale.
—CAP: ¿Pudiste salir, no hay nadie que te pueda ayudar?
—C: No, no hay nadie. Hay mucho olor a combustible. Ahí me pude parar, esta todo inundado acá. Decís que intente salir o me quedo acá?
—CAP: Intenta ir a la calle Berutti.
—C: Dale.
—CAP: ¿Te sentís bien? Carla?
—C: Si.
—CAP: Bueno, tranquila, pasito a pasito, vamos caminando saliendo a una calle asfaltada.
—C: Si, Hay mucho olor a combustible, no sé, pero hay mucho olor (Carla dice algo sobre agua, pero no se entiende bien).
—CAP: ¿Tenés la cara tapada por el agua?
—C:”La cara tapada” .
A las 21:16 el Operador pierde la comunicación y no se logra restablecerla.
Según un informe oficial al que accedió PERFIL, a los 10 minutos arribó móvil de la Comisaria de Comuna 4 al lugar que marcó el GPS: la calle Berutti, entre Einstein y Cachi. No la encontraron.
Desaparición. Carla desapareció la tarde del martes, luego de salir del trabajo y tomar un colectivo de la línea 32. Solo que esta vez no regresó. Llevaba el dispositivo de emergencia, desde el 27 de diciembre y luego de haber denunciado a su ex pareja, Sergio Fuentes, preso en Marcos Paz por los delitos de “abuso, lesiones y privación ilegítima de la libertad."
¿Qué pasó con el dispositivo?
El cuerpo de Carla fue hallado a unos cuatro kilómetros de la última activación del botón, pero cuatro días después. Lo extraño es que a pesar de que el aparato debería producir un reporte constante de la ubicación de cada persona que posee este dispositivo, no la pudieron encontrar. Según las fuentes oficiales, primero se dirigieron a la casa en donde la joven vivía, pero no estaba. Y luego, en el segundo llamado y una hora después, dijo que “sentía olor a combustible” y que “caminaba sobre barro”. Tampoco pudieron localizarla. La empresa que realizaba el mantenimiento y soporte de la plataforma terminó su contrato hace un mes. Fuentes policiales dicen que el sistema funcionaba bien.
