Un grupo de nueve expertos se reunirá hoy para esclarecer si Ángeles Rawson, la adolescentes de 16 años asesinada en junio pasado, murió en el camión compactador donde terminó el cuerpo, o durante un posible ataque sexual.
Anoche fueron exhumados sus restos en un cementerio privado Jardín de Paz de Pilar. El cadáver fue trasladado a la Morgue Judicial, en Viamonte y Junín, donde este martes se reunirá la segunda junta médica para intentar responder a los cuestionamientos del juez Javier Ríos.
Adolfo Méndez, perito de parte de la defensa de Mangeri, aseguró esta mañana que el cadáver "ya ha hablado" y no les va "a decir nada nuevo" en las nuevas pericias médicas que se le harán en las próximas horas. "Se va a realizar un procedimiento que es técnico, no tiene que ver con una re-autopsia", aclaró.
"Coincidimos con la primera autopsia y consideramos que (la lesión en el cuerpo de Ángeles) fue producto de una fuerza no humana, del pistón de la compactadora (del camión recolector de basura donde fue tirado el cuerpo de Angeles), y que tuvo una agonía de muchas horas".
Por otro lado, el magistrado interrogará como testigo a Sergio Opatowski, el padrastro de Ángeles, que declarará por primera vez en la causa. Los investigadores que trabajaron en el edificio de Ravignani 2360 confirmaron que no se encontraron rastros de ADN de Angeles en el sótano ni en el baúl del auto del único detenido, el portero Jorge Mangeri.
"Tardaron muchísimo estos exámenes de ADN y ahora el único que falta es el estudio sobre la aspiradora", aseguró Marcelo Biondi, abogado defensor de Mangeri.
El juez consideró claves las huellas de ADN de Mangeri encontradas bajo las uñas de la víctima, lo que sirvió para dar por cierto que el 10 de junio pasado Angeles, de 16 años, habría sido asesinada por el portero dentro del edificio de Ravignani, aprovechando la confianza que la menor le tenía.