El juicio contra el “ciudadano ilustre” acusado por corrupción y prostitución de menores llegó a su recta final. Ya terminó la etapa de presentación de pruebas y los miembros del tribunal que lo juzgan realizaron una inspección ocular en dos de las propiedades del acusado. La semana que viene se realizarán los alegatos.
Gustavo Rivas (71) es abogado, historiador y una reconocida personalidad de Gualeguaychú. Por esa razón se ganó el título de “ciudadano ilustre”. Pero esa reputación se resquebrajó cuando la revista entrerriana Análisis públicó las denuncias de presuntas víctimas del abogado que lo acusaban de abusar de varones menores de edad entre 1975 y 2011.
El 1º de abril comenzó el juicio en contra de este hombre que fue rebautizado como el “abusador ilustre”.
Rivas llegó a juicio acusado por 12 víctimas, pero el tribunal dio lugar al pedido de la defensa, y dos de las víctimas fueron descartadas porque sus casos habían prescripto. Después de 14 audiencias, esta semana terminó la etapa de presentación de pruebas y testimoniales.
Durante este tiempo se escucharon los relatos de las víctimas y se mostraron imágenes de video y fotográficas que Rivas tomaba en los encuentros con chicos de entre 14 y 15 años.
Los jueces del Tribunal, Alicia Vivian, Mauricio Derudi y Arturo Dumón recorrieron dos propiedades de Rivas. La defensa había solicitado que se realizara una inspección ocular en las viviendas para que los magistrados conocieran el lugar en donde habrían pasado los hechos que denunciaron las víctimas.
Así fue como, el martes pasado, recorrieron la casa de Rivas (a pocos metros de los tribunales), en la calle Mitre 7, y luego visitaron la vivienda familiar de calle Urquiza. La Justicia ordenó que no trascendieran a la prensa los resultados de la inspección ni la evolución del juicio (que no es público por estar en juego la intimidad de las víctimas) hasta luego de los alegatos, que comenzarán la próxima semana.
El martes tomarán la palabra la fiscalía y las dos querellas. Se intuye que el Ministerio Público Fiscal volverá a pedir una pena de 25 años de prisión, lo que ya adelantó en el inicio del juicio. También harán lo propio los dos abogados querellantes, Estela Esnaola y Alfredo Vitale, que en representación cada uno de ellos de una víctima pedirán siete años y siete años y medio, respectivamente.
Por su parte, al día siguiente, la defensa seguramente apunte a la absolución de su defendido. Rivas podrá decir sus últimas palabras antes de que deliberen los miembros del tribunal, como lo hizo al inicio del juicio.
En esa oportunidad, evitó hablar de las víctimas y relacionó la causa con un “circo mediático”.
