Mauricio Parada Parejas sabía lo que iba a hacer ese viernes 30 de octubre a la noche. Lo tenía todo pensado. Iba a matar a su profesora de inglés, a la que había acosado y hostigado durante cinco años. Como prueba de esta premeditación se obtuvo unas cartas que dejó el femicida en su departamento y que la policía encontró hoy en un allanamiento que solicitó la madre de la víctima. “Ahora tiene lo que se merecía”, dice una parte del texto.
La policía tuvo que tirar abajo la puerta del departamento en donde vivía el femicida, porque su familia dijo no tener copias de la llaves, y allí encontraron dos cartas referida a la profesora Paola Estefanía Tacacho (32). Hablaba de la molestia que le generó las denuncias en su contra y había hasta una fotocopia del documento de Identidad de ella con palabras escritas a su alrededor inentendibles.
“Última voluntad”, son las dos palabras que están escritas en negro en un sobre que se encontró en la casa del femicida. También dejó dos cartas a modo de "justificativo" de lo que pensaba hacer: matar a su ex profesora. Las misivas habrían sido escritas por Parada Parejas antes de esperar a la salida del gimnasio a la docente y acuchillarla hasta dejarla sin vida en la calle Monteagudo al 500.
Después de matar, Parada Parejas se clavó el cuchillo en el corazón cuando estaba rodeado por los vecinos que intentaron detenerlo. Ahí murió en el centro de la capital tucumana, cerca del cuerpo de Paola.
Operativo. A 13 días de ocurrido el femicidio se abrió la puerta de la casa de Parada Parejas tras el pedido de la madre de la víctima a la justicia y allí se encontraron las cartas. En los textos, confusos y con ideas mezcladas, acusa al fiscal y juez que lo detuvieron en 2017 por violar la restricción perimetral que le habían impuesto por una de las denuncias que había hecho la víctima.
“Me detuvieron por nada y después me liberaron sabiendo que tenía esquizofrenia con brotes psicóticos”, sostuvo en el texto y también acusó a su familia por “tener hijos sin pensar” y no ayudarlo en sus tratamientos.
“Ya tenía 40 y pico y fue a tener hijos sin pensar de manera responsable. La culpa es de todos políticos chorros, la sociedad que los vota y los boludos que hacen las cosas sin pensar”, escribió en una parte de la carta, que publicó la periodista Mariana Romero.
Allanaron el depto de Mauricio Parada Parejas, el asesino de Paola Tacacho y encontraron 2 cartas y la fotocopia del DNI de ella.
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 13, 2020
Están presuntamente escritas por él. Culpa a los funcionarios judiciales, los políticos, a su familia y a la propia Paola por lo que estaba por hacer pic.twitter.com/WF80akOwCL
Luego, en el tramo final menciona a su profesora, a la que hostigaba desde 2015. “Tacacho se acercaba todo el tiempo queriendo provocar, ahora tiene lo que se merecía”, sostuvo a modo de justificativo de la decisión criminal que había tomado.
Además el asesino asegura que no se arrepiente de nada. “Nunca lo haré ni tampoco pido perdón jamás”, sostuvo.
“Dejé mi última voluntad en una carta”, cierra una de las misivas. Mientras que en otra nota escrita a computadora detalla que desea que se haga con sus pertenencias y con su propio cuerpo: “Que me cremen”.
“Pongo una maldición al universo y digo se viene lo peor, así que a prepararse y voy a estar ahí para reirme”, cierra el segundo escrito acompañado por su firma y número de documento.
La semana pasada Mariela Tacacho, mamá de la víctima, había solicitado formalmente al fiscal de la causa, Carlos Sale, que se allane la casa de Parada Parejas "en razón de que pueden existir elementos de juicio que indiquen que pudo actuar con ayuda de terceros, sea en carácter de partícipes, investigadores o encubridores del hecho".
También le había solicitado al fiscal que se determine si el femicida era asistido por un profesional para conocer el perfil psicológico y si era capaz de actuar solo. La duda de la familia era si alguien pudo haber colaborado en que Mauricio cometiera el crimen.
Un acercamiento al perfil psicológico del atacante se conoció tras el detalle del último encuentro en el marco de la justicia que tuvieron Paola y Mauricio.
Ya que en junio pasado, Paola recurrió a la justicia civil después de realizar 13 denuncias en la justicia penal sin que ninguna se elevara a juicio. Un mes después víctima y victimario se vieron en una mediación a la que Mauricio estuvo acompañado de su hermano Ronald.
Es que un psiquiatra determinó que Parada Parejas padecía de “trastorno esquizoide de la personalidad" y que su cuadro era “total y permanente”. Por eso la Justicia le asignó un tutor como indica el Programa de Acceso a la Justicia de personas con Discapacidad.
Las vidas de Paola y Mauricio se cruzaron en 2015. Ella era profesora de inglés en el Instituto Mark Twainm de Tucumán y él su alumno. Pero solo estuvo allí un año, porque dejó la carrera después de que la joven le pusiera “una mala nota”. Mauricio comenzó a hostigarla, acosarla y amenazarla.
Se aparecía en la puerta del instituto o en los lugares en los que frecuentaba. Hasta una vez se presentó en la mesa en donde ella tenía que votar. Paola tuvo que cerrar sus redes sociales por el acoso y lo denunció 13 veces en la justicia penal y una vez en la civil.
“Cinco años de calvario vivió mi hermana, muchas denuncias hechas, enfrentamientos, acoso a toda nuestra familia vía redes sociales, este maldito femicida me la mato, le arrebató la vida y después se mató él con la misma arma”, había relatado Ana una de sus hermanas tras conocer la noticia del crimen.
Luego la familia se movilizó para recordar a Paola y para que la justicia tucumana se responsabilice por “no haberla protegido”. En ese contexto se solicitó el juicio político a uno de los jueces que desestimó elevar a juicio una de las causas por “falta de pruebas”.
Si sos víctima de violencia de género comunicate con el 144, una línea gratuita que funciona en todo el país, las 24 horas, los 365 días del año.