La joven de 28 años que fue abusada sexualmente en medio de una fiesta clandestina que organizaron jugadores del club Vélez Sarsfield en un barrio cerrado de Boulogne, declaró en las últimas horas y mencionó a varios de los futbolistas, entre ellos Ricardo Centurión, Miguel Brizuela y Juan Martín Lucero.
Asistida por la abogada Raquel Hermida Leyenda, la joven reconoció que mantuvo relaciones consentidas con Almada, pero que después despertó "tirada sobre una cama con una jarra de plástico en la mano".
"Vi que un hombre pelado salía del cuarto mientras se levantaba los pantalones y se reía”, aseguró la chica en relación a Juan José Acuña Delbene, el ex DT de la reserva de Defensa y Justicia que se encuentra prófugo por el caso.
"En un momento -amplió- siento que vuelven a abrir la puerta, que había más personas en la habitación, sentía manos que me penetraban y manoseaban, personas que entraban y más tarde salían de la habitación. Solo podía escuchar a mi amiga que decía 'hijos de puta, ¿Qué le hicieron?' Yo no podía abrir los ojos ni moverme. Me desvanecía".
La joven apuntó contra Almada y Brizuela por la presunta violación, pero también cargó responsabilidades en Ricardo Centurión y Juan Martín Lucero porque no la asistieron. De Ricky, por ejemplo, precisó que les ofreció alcohol todo el tiempo y dio a entender que el delantero habría estado bajo los efectos de estupefacientes.
A diferencia de lo declarado por la víctima y su amiga, Juan Martín Lucero, aseguró la semana pasada que no se trató de una fiesta sino de una reunión: "Un asado que terminó como nadie imagina", explicó. "Le pedimos perdón a nuestros compañeros, al cuerpo técnico y ahora aprovecho para hacerlo a la gente de Vélez y a la institución", dijo en declaraciones a TyC Sports.
Sobre la acusación que pesa contra su amigo y único prófugo en la causa, aseveró que él "no hizo nada". "La está ligando de arriba por querer ayudar en la situación. Tengo fe en la Justicia y en que mi amigo va a poder salir de esta causa. La está pasando muy mal su familia y hay veces que no se sabe el daño que se genera por dinero o por querer salir en las noticias", explicó el delantero.
Por si fuera poco, el 10 de diciembre pasado la testigo clave que denunció el ataque sexual el jueves 3 de diciembre presentó un escrito en la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de San Isidro, para dejar asentado algunos datos que no habían sido incluidos en su primera testimonial. Su versión coincide, en gran parte, con la que realizó la víctima en las últimas horas.
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La testigo aseguró que apenas llegaron se acercó Centurión preguntándoles qué querían tomar. "N. le pide cerveza; M. champagne con Speed, yo tomé lo mismo que M.", señaló. Cuando regresa Centurión con las bebidas, les dice que habían vuelto de Colombia ese mismo día. "Dijo que llegaron a las 12 a la quinta; que estaba re en pedo y re loco y que tenía flores para fumar", recordó.
En otro tramo de la declaración señala que Ricky estaba preocupado porque ellas estaban sacando fotos y haciendo videos. "Se nos acerca y nos hace borrar dos videos en el cual salió el. Lo hicimos, no nos interesaba subir en las redes material donde apareciera él o ellos".
De acuerdo a la versión de la testigo, Centurión se queda junto con N., "se besan se sacan dos fotos y se van hacia la casa a intimar". "Yo me quedo con M., como se había acabado el champagne y había vodka con Speed. Recuerdo que le trajeron un vaso con vodka puro. Se lo trae Thiago (por Almada). Después vuelve N., nos muestra fotos y videos teniendo sexo con Centurión. Al rato, ella ve que él se va al interior de la casa de la mano con otra chica y ella se puso con cara de c.".
La joven aseguró que bebieron alcohol, pero destacó que les ofrecieron droga. "Nos quedamos con las chicas en el quincho y había cuatro o cinco chicas más. Una de ella nos dice hay 'keta', ¿quieren? No, le respondemos".
Sobre el ataque sexual indicó que vio a la víctima "saliendo del quincho de la mano de Thiago y dirigiéndose a la casa". "Yo me quedé con N., junto con el Pelado y Martín. Yo bromeaba con Martin y le decía que era relindo y él me dijo: 'Va a ser cuando yo quiera'. Lo miro, me río y le digo: te equivocas, va a ser cuando los dos queramos. Y me fui a sentar con N.", indicó.
Más tarde subió a las habitaciones de la casa y vio a Brizuela "arrodillado en la cama como tirando del pelo de M. y ella practicándole sexo oral, mientras una mujer de pelo negro largo, grandota, la manoseaba. Thiago también estaba en la cama, dentro de la habitación mirando. Fue a los que vi, la imagen me shockeó. Yo pregunté “¿M. estas bien?” Me pareció entender un sí, fue como un balbuceo y cerré la puerta, me fui. La imagen que ví me shockeó porque a M. no le gusta el sexo grupal y rechaza a las mujeres".
Poco después la joven regresó a la misma habitación, pero ahora -según su versión- la puerta estaba cerrada con llave. "Se ve que les molestó que yo hubiera entrado antes", entendió.
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"En ese momento empiezo a golpear la puerta. Sabía que algo no andaba bien. Bajo corriendo voy a pedirle ayuda a N. y ella me dice 'debe estar bien, está re en pedo M.'. Corriendo esta vez, subo nuevamente y me tiro encima de la puerta pero ya estaba abierta y la luz prendida; veo a mi amiga desmayada (inconsciente) en la cama con una jarra de plástico en la mano. Veo al pelado gordo, salir de encima de mi amiga riéndose y subiéndose los pantalones".
"Yo me le voy encima a él (por Acuña Delbene), lo empujo y le grito: ¿Qué mierda hiciste hijo de puta? Tómatelas, empecé a gritar ayuda, ayuda, llamen a la policía, vino Martin y muchas chicas a la habitación entre ellas N.", prosiguió.
"Después -amplió- bajé para ir a buscar mi cartera y el celular para pedir ayuda, lo veo a Centurión y le pido que llame a la policía y me respondió 'pero si tu amiga está re borracha. Quiero pegarle y me agarra fuerte de los brazos dejándome marcas en los brazos y un terrible dolor en el hombro por los empujones que me dio. Yo le grito: ¿Qué mierda te pensás que sos? ¿Qué porque tenés una camiseta puesta de un club de primera pueden hacer lo que quieran?".
"Me agarra Martin y me separa de Centurión, también se meten como 10 chicas protegiendo al jugador insultado y me empujan, todas defendiendo a todos los hombres. Nadie respondió a mi pedido de ayuda, nadie de las 20 personas que estaban ahí llamó a la Policía ni llamo a una ambulancia, todos sabían lo que estaba pasando y todos decidieron mirar a un costado, yo no tenía manera de llamar a la policía, no tenía mi cartera".
Según la testigo, Lucero intentó calmarla. Y le dijo: "Vení, vos necesitas un abrazo, calmate no llames a la policía, lo arreglamos, ¿cuánto querés? No entendí en ese momento, no advertí que me quería comprar con dinero, era imposible pensar un trueque de abuso por dinero", indicó la denunciante.
En otro tramo de la declaración acusó a Lucero por robo porque supuestamente se quedó con su teléfono celular, lo que demoró el aviso a la Policía. "Martín y N. estuvieron mucho tiempo a solas hablando. Sorpresivamente Martin era quién me había hurtado uno de mis teléfonos. Lo tenía en la mano, lo sacó de su bolsillo. Después de pedírselo varias veces me lo da, impidió en todo momento que pueda pedir ayuda a cualquiera de mi entorno y que llame a la policía. Ahí quedó evidente que Martín era quién me había robado las cosas", señaló.
La testigo insistió que hubo muchas cosas que le llamaron la atención. "Para mi acá ya está todo arreglado, no puedo creer que no salgan a buscarlos ya, que a esta hora no nos hayan tomado la declaración, que la policía tardó en venir. Yo estaba toda rasguñada con las venas muy marcadas de las manos, con dolor en el hombro por los forcejeos con Centurión y eso no aparece en la declaración", cerró.
Por el momento, los jugadores de Vélez siguen siendo testigos en la causa que investiga el abuso sexual. Distinta es la situación procesal de Acuña Delbene, quien se encuentra prófugo de la Justicia acusado por “abuso sexual agravado”, un delito que prevé penas de hasta 20 años de prisión.
LN