El 20 de agosto próximo se cumplirán ocho años de la desaparición de Erica Soriano, una joven embarazada de 25 años que fue vista con vida por última vez en Lanús. En 2010 no había marchas de Ni Una Menos y el femicidio no era considerado “agravante” en un homicidio. Sin embargo, el caso acaparó las tapas de los principales diarios del país. Daniel Lagostena, pareja de la víctima, fue señalado desde el principio como el sospechoso Nº 1, aunque él siempre se declaró inocente.
Ocho años después no se sabe qué pasó con el cuerpo de Erica ni cómo fue asesinada. Lo que sí pudo probarse es la responsabilidad de Lagostena. Ayer, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 9 de Lomas de Zamora lo condenó a 22 años de prisión por “homicidio en concurso ideal con aborto en contexto de violencia de género”.
La pena como los fundamentos de la sentencia, a cargo de los jueces Darío Bellucci, Juan Manuel Rial y la jueza Victoria Ballvé, se dieron a conocer ayer, dos días después de que Lagostena sea declarado culpable.
El crimen. Para el tribunal, el hecho se cometió entre las 22.30 del 20 de agosto de 2010 y las 15 del día siguiente.
Además, los jueces pidieron extraer testimonios de la causa y elevarla a la UFI N° 3 para que se investigue un falso testimonio y también para que se pueda determinar quiénes participaron del ocultamiento del cuerpo de Soriano.
“Siento que se hizo justicia, por fin vamos a poder tener un cierre de todo esto”, expresó visiblemente emocionada Verónica Soriano, hermana de la víctima, ante la prensa y tras darse a conocer la pena de 22 años.
Y agregó: “Estoy muy emocionada. Eran tres años más lo que pedíamos pero no me hace la diferencia contra los 22 que le dieron. Este tipo es un psicópata y no puede estar suelto”.
Durante el juicio, la fiscal Mariana Rocovich y el abogado de la familia Soriano, Marcelo Mazzeo, habían pedido 25 años de prisión para el acusado, mientras que la defensa solicitó la absolución por el beneficio de la duda, ya que el cuerpo de la mujer nunca fue encontrado.
Crematorio. Erica Soriano estaba embarazada de dos meses cuando fue vista por última vez con vida el 20 de agosto de 2010, mientras que Lagostena permanece detenido desde mayo de 2016.
Las sospechas apuntadas por la fiscal Marina Rocovich, y que serán investigadas en un nuevo expediente, consisten en que Lagostena mató e hizo desaparecer a su pareja con la complicidad de personas vinculadas a casas crematorias, con las que tenía contacto por medio de su familia, propietaria de un establecimiento del rubro.
Lagostena había llegado al juicio, iniciado el 4 de junio pasado, acusado por el delito de “homicidio simple en concurso real con aborto en contexto de violencia de género” por el crimen de su pareja.
Tras conocerse la decisión del tribunal, María Ester Romero, madre de la joven, dijo que su hija “ya descansa en paz para siempre”.
“Ya está, ya está, lo que sea después estará bien. Érica descansa en paz siempre, esto tiene que ver con esclarecer la verdad. Estoy totalmente agradecida de haber llegado a esta instancia, que años anteriores sería impensada”, expresó.
“No sabemos cómo la mató, ni con qué la mató, pero sí que la mató”, resaltó Marcelo Mazzeo, abogado de la familia Soriano, que además sostuvo que Lagostena incurrió en “violación contra los derechos de la mujer, destruyó el cuerpo de Erica y ocultó pruebas”.