Tres vecinos de María Marta Gracía Belsunce y un vigilador que trabajaba en el country donde fue asesinada entregaron hoy sus respectivas muestras de sangre a la Justicia, mientras que los familiares de la víctima convocados a la diligencia no se presentaron.
Una novena convocada, la esposa de Nicolás Pachelo, que para la familia de la víctima es el principal sospechoso del crimen, tampoco asistió a la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense, ya que pidió una prórroga hasta que su abogado regrese de viaje.
Los primeros en llegar a la sede pericial platense fueron Sergio y Viviana Binello -el primero de ellos procesado por el encubrimiento del crimen-, quienes minutos antes de las 9 entraron al recinto junto a su abogado, Adolfo Caride Fite.
Detrás arribó Nora "Pichi" Burgues de Taylor, amiga y vecina de María Marta, también procesada por el encubrimiento del crimen, quien acudió acompañada de su defensor, Juan Pablo Vigliario, y la perito de parte Ana María Di Leonardo, experta en genética.
Finalmente, llegó el ex vigilador del country Carmel, donde vivía la víctima, Norberto Glennon, quien sólo figura como testigo en la causa por el crimen cometido el 27 de octubre del 2002.
Los ausentes. Los grandes ausencias fueron las de los familiares directos de la socióloga: Guillermo Bártoli, Juan Hurtig, Horacio García Belsunce (h) e Irene Hurtig, los tres primeros procesado también por encubrimiento.
Según explicó el abogado Alejandro Novak, defensor de algunos de ellos, los familiares no se presentaron a la diligencia requirida por ser "inoportuno" el momento procesal.
Igual que él lo entendieron el letrado Oscar Vignate -abogado de Irene Hurtig, quien no esta imputada- y Horacio García Belsunce (h), quien por ser abogado actúa por propio derecho y con la asistencia de un defensor oficial en la causa en la que está procesado también por encubrimiento.
Para Novak, la instrucción de la causa por el crimen de María Marta, dividida en dos - homicidio y encubrimiento- al momento de llegar al juicio, está cerrada, la primera parte ya elevada a debate con el viudo Carlos Carascosa como único acusado y, la segunda, en pleno trámite de apelación.
Por tal motivo, "la medida que pretenden producir los fiscales resulta nula" y por ende los familiares de la socióloga no concurrieron a practicarla, agregó Novak.
A la diligencia asistieron los fiscales John Broyard y Diego Grau, dos de los nuevos designados, junto Jorge Apolo, para actuar en la causa junto a Diego Molina Pico.
Unas dos horas más tarde el trámite finalizó y mientras los Binello se retiraron sin realizar declaraciones, el abogado de Taylor, Vigliero, dijo que recién ahora las garantías están dadas para la diligencia y por eso su cliente se presentó.
Para el letrado, su cliente "es la primera interesada en que se sepa la verdad" de lo que ocurrió y que "la verdad pueda aflorar después de tanto tiempo".
Es que varias de las personas citadas hoy, entre ellas Taylor, están imputadas en la causa por encubrimiento y durante la instrucción se negaron sistemáticamente a sacarse sangre alegando "falta de garatías y objetividad" por parte del fiscal.
Carrascosa tardó años en acceder a la diligencia y finalmente el 31 de mayo pasado se sacó una muestra de sangre que no coincidió con la hallada en la escena del crimen, perteneciente a dos hombre y una mujer.
Para hoy está previsto que los nuevos fiscales del caso realicen una inspección ocular en el Carmel para conocer el lugar donde García Belsunce fue asesinada el 27 de octubre de 2002 de cinco balazos que le penetraron el cráneo y un sexto impacto.
María Marta García Belsunce fue encontrada muerta el 27 de octubre de 2002 en el Carmel Country Club de esa localidad del norte bonaerense y, pese a que la familia hizo pasar su muerte como un accidente doméstico en la bañera, un mes después, cuando se exhumó el cadáver, se comprobó que la socióloga había sido asesinada de un balazo en la cabeza.
Fuente: Télam