La violencia hacia niños y niñas es producida en el contexto de ejercicio de poder y dominación por parte del varón violento hacia la mujer, arrasando a todo el ámbito familiar, y puede extender su radio de dominación hacia personas más vulnerables que son parte de lo que él considera su territorio.
No conforme con la agresión hacia esa mujer que considera de su propiedad, siente que puede y quiere hacerle más daño, atacando aquello más preciado para ella. No le alcanza con agredirla y busca aniquilarla a través de sus hij@s. Para el agresor, tanto ella como sus hijos no son personas, son objetos de su pertenencia, por eso considera que puede hacer lo que quiere. Serás mía o de nadie, te voy a pegar donde más te duela… ésta es la lógica del agresor porque no hay amor, hay sólo control y dominio.
Se supone que el lugar más seguro para la niñez tendría que ser su propia casa, pero sabemos que eso para muchos no es así. n
*Miembros de la Ong La Casa del Encuentro.