Nicolás Pachelo (47), el sospechoso favorito de la familia García Belsunce, lleva cinco años y cuatro meses detenido, y desde hace unos meses pelea en la Justicia para obtener el beneficio de la libertad asistida.
Pachelo atraviesa la última etapa de su condena a nueve años y medio de cárcel encerrado en la Unidad Penitenciaria N° 9 de La Plata, un penal de máxima seguridad. Sin embargo, su estadía allí parecería tener los días contados, porque el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro dispuso su traslado a un penal de régimen abierto.
“Nicolás está detenido desde el 7 de abril de 2018. El 7 de enero de este año estaba en condiciones de acceder a salidas transitorias, pero se las negaron. El 7 de julio de este año estuvo ya en condiciones temporales de haber sido excarcelado por libertad asistida. ¿Qué pasa? Se la deniegan, supuestamente, porque el Servicio Penitenciario Bonaerense, en el informe criminológico, dice que él no trabaja, cuando él en realidad está anotado a pedido de trabajar, está esperando cupo, cupo que no maneja él, por supuesto, lo maneja el Servicio, esperando para ver si puede trabajar”, explica a PERFIL Raquel Pérez Iglesias, defensora de Pachelo.

Desde que está detenido por una serie de robos en countries del conurbano bonaerense –delitos por los que fue condenado en diciembre del año pasado (ver aparte)–, Pachelo terminó la secundaria y empezó a estudiar la carrera de Comunicación Social. “Ya aprobó y rindió satisfactoriamente tres materias”, cuenta su abogada. En 2019, además, realizó un curso de informática en la Unidad 23 de Florencio Varela y otro de carpintería, ambos de 120 horas.
Por sus estudios y la participación en distintas actividades, el 4 de julio pasado los jueces del TOC 4 le redujeron siete meses la condena por el beneficio del “estímulo educativo”.
Serie y libro
En los planes de Pachelo también está la posibilidad de participar de una serie de televisión que cuente su historia sobre la acusación por el asesinato de María Marta García Belsunce, ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el Carmel Country Club. Además, desde el año pasado escribe el boceto de un libro que planea editar sobre el supuesto daño que le causó la acusación en el crimen de la socióloga y los años que pasó detenido en distintas cárceles.
Sin embargo, su principal pelea es por obtener el beneficio de la libertad asistida, pese a que el mismo Tribunal denegó el pedido de su defensa, en base al informe Técnico Criminológico y de conducta del SPB.
Para el juez Esteban Andrejín, el acusado cumplió “el requisito temporal para acceder al instituto liberatorio”, pero advirtió que su situación “no satisface las restantes condiciones indispensables para su concesión”.
El magistrado justificó su decisión en el documento del Departamento Criminológico, que mantuvo sus reservas considerando que debe realizar más “cursos de formación y tareas laborales”.
A su vez, señaló que existe “un peligro procesal de intensidad” y recordó que el condenado cuenta con “dos sanciones disciplinarias impuestas hace menos de un año” que “impiden de por sí, tener por configurada una observancia regular o correcta de las reglamentaciones carcelarias por parte del justiciable”.
“Esta misma transgresión del régimen carcelario se refleja, sin dudas, en una falta de apego y voluntad del encausado por el respecto de las mínimas pautas de comportamiento en un ámbito libre, por cierto de vigilancia superlativamente más laxa que la del medio intramuros que infraccionó repetidamente”, señala el fallo.
Mientras tanto, la abogada de Pachelo reclama que el SPB no cumple con el pedido de traslado a una unidad de régimen abierto. “Desde el 10 de noviembre de 2021, el Tribunal le ordenó a Nicolás el pase al régimen semiabierto modalidad amplia, y todavía eso no se ha cumplido de parte del servicio”, asegura.
“El 15 de febrero de 2022, con posterioridad a esa decisión –agrega la defensora–, el SPB lo trasladó del penal de Florencio Varela a la Unidad 9 de La Plata, que es de máxima seguridad. Peor aún, el 24 de mayo pasado, el Tribunal ordenó el pase al régimen abierto, que sería compatible con un penal como es, por ejemplo, la Unidad 12 de Gorina. Sigue estando en la unidad 9 de La Plata, que es de máxima seguridad”.
Para la abogada, además, “la pena temporal que se le impuso a Pachelo ya quedó agotada en sus términos temporales como para poder acceder a la libertad desde el 7 de julio pasado”.
Fuentes judiciales reconocieron a PERFIL que hasta el cierre de la presente de edición todavía no se había concretado el traslado a Gorina. Este penal, ubicado también en el partido de La Plata, le permitiría continuar con sus estudios universitarios y pasar sus últimos días en una unidad penitenciaria que no posee rejas ni candados.
El historial delictivo del vecino de Carmel
La familia de María Marta García Belsunce marcó a fuego la vida de Nicolás Pachelo. Desde que se descubrió que la socióloga había sido asesinada en su casa de Carmel, en el partido de Pilar, el viudo Carlos Carrascosa y su entorno apuntaron contra el vecino que robaba palos de golf y llegó a secuestrar a la mascota de la víctima.
Sin embargo, Pachelo no fue investigado en la causa inicial que activó el fiscal Diego Molina Pico y llevó a juicio por homicidio a Carrascosa y a tres familiares por encubrimiento.
Recién en julio del año pasado, y en medio de un proceso llevado adelante por los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González, el vecino respondió ante la Justicia por los delitos de “robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado”.
En diciembre, finalmente, fue absuelto por el crimen de García Belsunce, pero condenado a nueve años y seis meses de prisión por seis robos a viviendas de distintos barrios privados del Gran Buenos Aires.
La condena fue por dos robos simples, mientras que los restantes cuatro fueron por efracción cometidos entre 2017 y 2018 en los barrios Parque El Carmen, de Hudson, Berazategui, y Tortugas, de Pilar.
LT