POLICIA
operativos ‘el secreto de sus ojos’

Más de 400 prófugos fueron capturados en estadios de fútbol

En los últimos dos años cerca de 6 millones de hinchas pasaron por controles de identidad. Los detenidos eran buscados por delitos graves, como homicidio o abuso.

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Control. Los policías escanean el DNI del hincha con una aplicación especial. Si tiene antecedentes lo detienen automáticamente. | ministerio de seguridad de la nación

Se pusieron la camiseta de su equipo favorito y, tal vez, el gorro con los colores que los identifican. Iban, una vez más, a alentar a su club desde las tribunas. Pero no pasaron el último cacheo. Allí, personal del programa Tribuna Segura les escaneó el DNI y los detuvo porque tenían un pedido de captura vigente. Así, más de 400 prófugos de la Justicia fueron detenidos en los últimos dos años cuando intentaron ingresar a ver un partido de fútbol. “La pasión vence a la razón”, aseguran los encargados de los operativos.

El programa Tribuna Segura debutó en agosto de 2016. Desde entonces, hasta agosto último, se capturaron 422 prófugos de la Justicia en las inmediaciones de los estadios de fútbol argentinos, según informaron a PERFIL desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich. En ese período, el programa se aplicó en 793 partidos y se controló a casi 6 millones de hinchas.

Los detenidos son individuos buscados por delitos graves, como abusos sexuales y  homicidios, entre otros (ver aparte). Por ejemplo, el último mes se detuvo a un hombre en Santa Fe que tenía pedido de captura por “trata de personas” e incluso un hincha en Cipolletti, Río Negro, cayó por un “reclamo de cuota alimentaria”.

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“En general cuando los prófugos son detenidos no oponen resistencia; sí se muestran sorprendidos, como si no hubieran hecho nada malo. Pero los prófugos que son buscados por delitos más graves, como homicidio, robo calificado, abuso sexual, en general no se sorprenden, no hablan y acatan lo que se les dice en silencio, resignados”, explica a este diario Guillermo Madero, encargado de la Dirección Nacional de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos.

Para el control en los estadios se utiliza el Sistema de Seguridad Nacional (SISeN), que es una aplicación creada por el Ministerio de Seguridad Nacional y que está nutrida por tres bases de datos (Registro Nacional de las Personas –acredita identidad–, Sistema Integrado de Seguridad en los Estadios de Fútbol –derecho de admisión– y Sistema Federal de Comunicaciones Policiales –base de datos de la Policía Federal con pedidos de capturas–).

El sistema funciona escaneando el DNI del hincha con los celulares que los efectivos policiales tienen para controlar si la persona cuenta con una orden de captura vigente o una restricción para ingresar a los estadios.

Rojo o verde. Los efectivos destinados a los controles de Tribuna Segura forman un cordón policial detrás de la línea de cacheos. Dos colores definirán si el hincha va a poder ingresar al estadio. “Si aparece el verde no tiene ningún problema y puede ingresar al estadio pero, en el caso de que salga el color rojo, el dispositivo vibra, porque hay alguna restricción administrativa (derecho de admisión) o pedido de captura. La primera es una falta o contravención, se labra el acta y se lo retira del estadio. En el segundo caso la situación es penal y el prófugo es detenido inmediatamente. Además, en esos casos el pedido de captura aparece en letras azules”, explican desde el Ministerio de Seguridad.

En paralelo, se ingresa a un sistema, que también está en los teléfonos, donde direcciona al Sistema Federal de Comunicaciones Policiales y allí se descarga el acta judicial, el requerimiento del juez y la nota con datos de la causa, fiscalía y juzgado. Con esas actuaciones la policía se lleva al prófugo detenido.

“Tribuna Segura es un programa para controlar a los barras y dar una respuesta a la violencia en el fútbol. Desde que comenzó hemos trabajado con dedicación, esfuerzo y sistemáticamente para obtener estos resultados que están siendo exitosos”, destaca la ministra Bullrich. “Además hemos logrado un costado que no imaginábamos, la cantidad de prófugos que hemos podido apresar. El 10% de los prófugos  recapturados los hemos atrapado en los estadios de futbol”, dice la funcionaria.

La película El secreto de sus ojos muestra que los fugitivos de la Justicia “pueden cambiar de todo” pero “no pueden cambiar de pasión”. Y es en una cancha de fútbol donde uno de los personajes, buscado por un crimen, es finalmente detenido. Con la detención de estos más de 400 prófugos parece que la ficción se condice con la realidad. “La pasión supera a la razón, pero la impunidad supera la pasión. Los prófugos piensan que no les va a tocar, el resultado es que a ellos sí les toca”, opina Madero.

 

Mató a un policía y no quiso perderse un partido postergado de River

Nicolás B. fue el “más peligroso de todos los capturados”. Así lo calificaron desde el Ministerio de Seguridad de la Nación. Nicolás fue detenido en el marco del programa Tribuna Segura. Estaba acusado de haber matado a un efectivo policial. Cayó hace tres meses en el Monumental cuando quería ingresar a ver a River contra Estudiantes, en un partido postergado de la fecha 25 que se jugó el jueves 10 de mayo pasado.

Nicolás tenía una larga lista de delitos en su espalda, pero desde febrero contaba con una orden de detención en su contra por “homicidio agravado” por el crimen de un policía. Además estaba acusado por “asociación ilícita, comercialización de estupefacientes y resistencia a la autoridad”.

También en el Monumental, fue detenido hace dos años Maximiliano M., identificado por las autoridades como miembro de la barra de River. Sobre él pesaba un pedido de captura internacional por “tentativa de homicidio”. Hacía un año que había salido de prisión, tras ser absuelto en un juicio en el que estaba acusado por un crimen. Pero en agosto de 2016 volvió a caer y quedó a disposición del Juzgado Nº 4 de La Matanza.

Daniel I. fue detenido en octubre del año pasado en la cancha de Patronato, en Entre Ríos. Figuraba en la base de datos de Policía Federal porque tenía pedido de captura por violencia de género, amenazas y golpes contra su ex pareja. Ese día, Daniel fue a la cancha acompañado por su hermano, jefe de la Unidad Penitenciaria 1 de Paraná.

Según se informó, el penitenciario intentó evitar la detención alegando que su hermano “ya había rendido cuentas con la Justicia”. Pero Daniel no zafó y quedó detenido.