Los internos subieron ayer a los techos de distintos penales bonaerenses para reclamar que vuelvan las visitas a las unidades, que fueron suspendidas por la pandemia del coronavirus. Hubo ocho agentes penitenciarios tomados de rehén y se armó una mesa de diálogo para destrabar el conflicto.
Luego de las negociaciones establecidas, el Servicio Penitenciario Bonaerense informó ayer que el 14 de noviembre se retomarán las visitas en los distintos penales. Además se destacó que el Ministerio de Justicia, el Servicio Penitenciario y el Ministerio de Salud de la Provincia “comenzaron ayer a elaborar un protocolo de bioseguridad adaptado al contexto de encierro” para que vuelvan a ver a sus familiares de manera presencial.
Los motines se realizaron en las Unidades 46, 47 y 48 de San Martín, la Unidad 13 de Junín, las Unidades 21 y 41 de Campana, la Unidad 40 de Lomas de Zamora y las Unidades 23, 24, 31 y 42 de Florencio Varela del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Todo comenzó con medio centenar de presos alojados en los penales bonaerenses de Melchor Romero y Florencio Varela que tomaron los techos para hacer visible el reclamo que se inició para que vuelvan las visitas presenciales y continuó con pedidos de morigeración de pena.
En el penal 10 de Melchor Romero, en La Plata, los internos subieron a los techos y en los distintos videos que se difundieron del motín reclamaban “los beneficios que nos corresponden”. “Esto es pacífico, acá no hay quilombo. Estamos reclamando los beneficios que nos corresponden”, pronunciaron.
Luego el foco de tensión se ubicó en la unidad 48 de San Martín, donde fueron tomados de rehén ocho agentes penitenciarios (tres mujeres y cinco hombres). Según fuentes que intervinieron en la negociación, los celadores fueron liberados ilesos.
Por la tarde, uno de los mediadores, el defensor oficial Andrés López, se acercó a los familiares de los detenidos que se reunieron en la puerta de los penales de San Martín para informarles que “no había muertos” ni “heridos de gravedad” entre los internos. Y que se había llegado a un acuerdo para reanudar las visitas. “Hay un compromiso del Ministerio de Justicia de que no va a haber ningún traslado”, informó López.
Desde el inicio del aislamiento y con la suspensión de las visitas por el coronavirus los detenidos bajo la órbita del SPB fueron habilitados a utilizar teléfonos celulares para comunicarse y mantener video llamadas con el fin de no cortar el vínculo con sus familiares. Según los internos, había trascendido que ayer debía reanudarse pero no fue así, lo que desató los motines.